El honor de la 'canapera'
El Supremo condena a indemnizar con 12.000 euros a la viuda de un cr¨ªtico de arte confundida con una acaparadora de canap¨¦s
"Peligro, vienen los canaperos", fue el reportaje m¨¢s le¨ªdo en La Raz¨®n del 18 de marzo de 2004 y empezaba as¨ª: "No hay fiesta, presentaci¨®n o lanzamiento, que se libre de la presencia de esta nueva legi¨®n de gorrones; si la comida es gratis arrasan. Peligro, vienen los canaperos". Acompa?ando al texto en la doble p¨¢gina central del diario, se insertaba una fotograf¨ªa de la demandante, M. L. M., viuda de un conocido cr¨ªtico y ex director de varias salas de arte, que asist¨ªa a una presentaci¨®n como invitada en el C¨ªrculo de Bellas Artes por la vinculaci¨®n que su difunto esposo hab¨ªa tenido con al instituci¨®n. En un destacado con letras de mayor tama?o se alud¨ªa a ella y a otra se?ora como "dos conocidas canaperas" a las que "conocemos bien" porque, seg¨²n una relaciones p¨²blicas de Bellas Artes, "suelen tirarse al cuello de los camareros".
El Supremo reconoce el "tono distendido e ir¨®nico" del reportaje as¨ª como su "inter¨¦s social y p¨²blico". Seg¨²n La Raz¨®n, "los canaperos son los ¨²ltimos gorrones del Madrid posmoderno y celebrador, una creciente legi¨®n de p¨ªcaros redomados que cada mediod¨ªa, o al caer la tarde, se visten con sus mejores ropas para colarse en presentaciones, conferencias, aniversarios y dem¨¢s saraos donde haya vino que alegre el esp¨ªritu y ¨¢gape que llene el est¨®mago. No importa si son abiertos al p¨²blico o si se necesita invitaci¨®n. En hoteles y restaurantes, tiendas de lujo o salas de arte, ah¨ª est¨¢n, al quite, agazapados a la espera de que salgan de las cocinas bandejas colmadas de aperitivos, chacinas o guisotes de dise?o sobre cucharas con tirabuz¨®n".
Sin embargo, el alto tribunal tambi¨¦n considera acreditado que la demandante es invitada habitual del C¨ªrculo de Bellas Artes, del que recibe m¨¢s de seis invitaciones mensuales a exposiciones, presentaciones de libros, conferencias y dem¨¢s eventos sociales, como viuda de una personalidad relacionada con la instituci¨®n.
Seg¨²n el Supremo, la prevalencia de la libertad de informaci¨®n y expresi¨®n en un Estado Democr¨¢tico de Derecho no resultaba aplicable en este caso, pues, como explica el presidente de la Sala Civil del Supremo y ponente de la a sentencia, Juan Antonio Xiol, la informaci¨®n no fue veraz al no cumplir la diligencia exigible a un profesional de la informaci¨®n al identificar como canapera a una persona invitada al acto por la vinculaci¨®n que su difunto esposo con el C¨ªrculo de Bellas Artes.
El Supremo confirma la decisi¨®n de la Audiencia Provincial de Madrid, que hab¨ªa considerado que la publicaci¨®n de la fotograf¨ªa de la demandante, sin distorsionar su rostro, supuso un descr¨¦dito para su persona, as¨ª como la indemnizaci¨®n de 12.000 euros por da?os morales a la demandante.
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