Pol¨ªticas de desarrollo ineficaces amenazan millones de vidas
![](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/LPIGFWBFGK4KD7FWEPOC35EN4Q.jpg?auth=1cebc88657bc315ba887a0a05552e72d1fd74164446079be2058b49e521a688c&width=414)
Esta semana las organizaciones humanitarias han puesto en marcha el mayor llamamiento de emergencia hasta la fecha en ?frica para recaudar fondos que permitan hacer frente a la crisis alimentaria que asola regiones de Kenia, Etiop¨ªa y Somalia. El hecho de que hayamos llegado a este punto me produce tristeza y cabreo.
Me entristece ver el sufrimiento que se extiende por toda la regi¨®n. Un colega somal¨ª me describ¨ªa esta semana la imagen de cad¨¢veres de animales muertos que siembran la orilla de las carreteras; las multitudes que intentan desesperadamente conseguir la poca agua que est¨¢ disponible; y las familias que deben caminar dos o m¨¢s semanas para tratar de encontrar comida, incluyendo ni?os debilitados por la desnutrici¨®n. Nadie deber¨ªa verse obligado a sufrir de esta manera.
Pero tambi¨¦n estoy cabreado, porque no existe ninguna raz¨®n para que en 2011 esto siga sucediendo. Me gustar¨ªa que no fuesen necesarias, pero las apelaciones de ayuda son vitales en este momento para salvar vidas.
Esta crisis -que ya constituye la peor crisis alimentaria del siglo XXI y tiene visos de empeorar con los meses secos que nos esperan por delante- ha sido causada en parte por la escasez de lluvia. En el norte de Kenia, los ¨²ltimos 12 meses han sido los m¨¢s secos desde hace 60 a?os. Algunas ¨¢reas apenas han tenido unas gotas de lluvia desde principios de 2010.
Pero las malas lluvias tambi¨¦n han venido acompa?adas de malas pol¨ªticas.Las ¨¢reas m¨¢s afectadas se encuentran entre las m¨¢s pobres, las menos desarrollados y las que sufren mayor marginaci¨®n pol¨ªtica. Nada de esto es una coincidencia.
En regiones como Turkana y Wajir, en el norte de Kenia, hay muy poca infraestructura. No existen sistemas h¨ªdricos que permitan mantener el abastecimiento de agua durante las estaciones secas. Hay pocas carreteras en buen estado, lo que dificulta el acceso de las personas a los mercados. Los centros de salud y las escuelas tambi¨¦n escasean. Esto significa que cuando llega una sequ¨ªa como la actual, la gente tiene enormes dificultades para salir adelante.
Algunas pol¨ªticas han debilitado de forma activa la capacidad de las personas para hacer frente a estos desastres. Las rutas tradicionales de migraci¨®n y las tierras de pastoreo que los trashumantes han utilizado desde hace a?os en las temporadas secas se han vendido o se reservan para las empresas privadas, el turismo o la agricultura a gran escala. Las pol¨ªticas de biocombustibles promovidas por la UE y los EEUU han hecho que las cosechas que la gente necesita desesperadamente alimenten autom¨®viles en vez de personas.
El conflicto en Somalia ha empeorado las cosas, limitando el movimiento de personas y su acceso a los alimentos. En una de las ciudades de Somalia en las que trabajamos, la ¨²nica cl¨ªnica que podr¨ªa estar ayudando a las personas que sufren la sequ¨ªa fue destruidahace unos mesesdurante los enfrentamientos.
No podemos controlar el clima y ??sabemos que las sequ¨ªas continuar¨¢n asolando esta regi¨®n. Pero s¨ª podemos asegurar que estas sequ¨ªas no se traduzcan en una tragedia para millones de personas. En este momento precisamos ayuda de emergencia para salvar vidas, pero tambi¨¦n tenemos que adoptar un enfoque a largo plazo e invertir en el desarrollo y las pol¨ªticas que ayuden a las personas m¨¢s vulnerables a cimentar su futuro. La construcci¨®n de una nueva carretera o de un centro de salud cuesta mucho ahora, pero en el largo plazo permitir¨ªa evitar los grandes llamamientos de emergencia. Y ya no tendr¨ªamos que contemplar en nuestros televisores las im¨¢genes de ni?os hambrientos y animales muertos.
Comentarios
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.