"Que vienen los nazis, que vienen los nazis"
'Cabezas rapadas' intentan reventar una protesta por la muerte del joven Ram¨®n Barrios en un centro de internamiento.- La polic¨ªa les impide acercarse a los concentrados
La familia y amigos de Ram¨®n Barrios, el joven de 18 a?os fallecido el pasado d¨ªa 8 en un centro de menores de la Comunidad de Madrid, han celebrado esta ma?ana una concentraci¨®n para pedir justicia y que se sepa "la verdad" sobre la muerte del chico. La familia sostiene que cuando Ram¨®n lleg¨® al centro, unas horas antes de su muerte, estaba "perfectamente" y asegura que su cad¨¢ver presenta hematomas y ara?azos. Exigen que se practique al cad¨¢ver una segunda autopsia -el avance de la primera apunta a una muerte natural por parada cardiorrespiratoria- y se quejan de que nadie les inform¨® de la muerte del chico hasta pasadas 10 horas.
Un centenar de personas ha respondido a la llamada de la familia Barrios y se ha concentrado al mediod¨ªa a las puertas de la sede de Agencia para la Reeducaci¨®n y Reinserci¨®n del Menor Infractor, dependiente de la Consejer¨ªa de Presidencia y Justicia, en la calle Albasanz (distrito de San Blas, en el este de la capital). Cuatro d¨ªas despu¨¦s de la muerte del chico, que aunque era mayor de edad cumpl¨ªa una condena de 12 fines de semana por un hurto cometido cuando era menor, la consejera Regina Pla?iol anunci¨® la apertura de una investigaci¨®n. Al tratarse de un edificio p¨²blico, dos furgonetas de polic¨ªa han vigilado la concentraci¨®n de esta ma?ana.
15 minutos de tensi¨®n
"No son centros de menores, son centros de exterminio" y "no son accidentes, son asesinatos", han coreado los manifestantes. De repente, media hora despu¨¦s de iniciarse la protesta, unos 25 cabezas rapadas se han presentado en el lugar con intenci¨®n de reventarla. "Que vienen los nazis, que vienen los nazis", han gritado asustados los concentrados. En la esquina con la calle Hermanos Garc¨ªa Noblejas ambos grupos se han enfrentado verbalmente, porque la polic¨ªa ha logrado mantenerlos a una distancia de unos 10 metros. Los cabezas rapadas han intentado burlar a los agentes dando la vuelta a la manzana, pero los han vuelto a interceptar.
Los neonazis gritaban "libertad para Josu¨¦", en referencia al soldado Josu¨¦ Est¨¦banez, condenado a 26 a?os de c¨¢rcel por apu?alar en un vag¨®n del metro de Madrid al menor Carlos Palomino. ?Qu¨¦ relaci¨®n tienen ambos sucesos? El abogado de la familia Barrios es Erlantz Ibarrondo, el mismo que el de la familia del joven antifascista, asesinado en 2007.
Los neonazis se han encontrado con los familiares de Ram¨®n cuando sal¨ªan de un juicio en los juzgados de lo penal, en la cercana calle de Juli¨¢n Camarillo. Adem¨¢s, algunos de los amigos de Ram¨®n y personas que han participado en la concentraci¨®n llevaban camisetas de grupos radicales de izquierda y de las brigadas antifascistas, aunque han asegurado que no conoc¨ªan a Palomino y que no ten¨ªan nada que ver con el tema. La tensi¨®n, con insultos cruzados y hasta amenazas de muerte -"hijos de puta, os vamos a matar"-, ha durado apenas 10 minutos. Tras la gresca, la concentraci¨®n de familiares ha continuado.
La familia de Ram¨®n ha emitido un comunicado en el que exigen justicia para el joven, que se sepa qu¨¦ ocurri¨® realmente y que no haya "m¨¢s j¨®venes torturados ni muertos en centros de internamiento para menores". En la nota, los firmantes explican que el joven ingres¨® el viernes 7 por la tarde en el centro Teresa de Calcuta de Brea del Tajo para cumplir el tercero de los 12 fines de semana de internamiento. Aseguran que el joven "no consum¨ªa estupefacientes" y que "las ¨²nicas drogas que tomaba, si acaso, eran algunos porros de hach¨ªs", pero "nunca drogas duras ni ning¨²n tipo de f¨¢rmaco, ni tan siquiera una triste cerveza".
Esto contradice la versi¨®n de la Consejer¨ªa de Justicia, que sostiene que el joven lleg¨® al centro en un estado de ansiedad "no del todo apto para su ingreso" que deriv¨® ya entrada la noche en un paro cardiaco. La familia dice que "todo es de lo m¨¢s sospechoso", ya que la muerte no fue comunicada a la familia, por tres miembros del centro -p¨²blico pero de gesti¨®n privada-, hasta el mediod¨ªa del s¨¢bado, y que no pudieron ver el cad¨¢ver hasta el lunes.
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