Los escoltas dan la cara
El colectivo critica la reducci¨®n prevista de la vigilancia personal a pol¨ªticos y amenaza con movilizarse - Asegura que hay mil puestos de trabajo en peligro
Los escoltas dejaron claro que no van a permanecer cruzados de brazos si al final se produce la dr¨¢stica reducci¨®n de la protecci¨®n personal que, para los amenazados en Euskadi, contemplan los Gobiernos central y vasco. Una pretensi¨®n, motivada por la crisis y el descenso de la actividad terrorista, que podr¨ªa dejar sin empleo a m¨¢s de un millar de profesionales tras el verano, seg¨²n advirti¨® ayer la Asociaci¨®n de Escoltas en Activo del Pa¨ªs Vasco. El colectivo, al que est¨¢n afiliados m¨¢s de 1.200 guardaespaldas, plante¨® incluso la posibilidad de tomar parte en movilizaciones de protesta.
Durante una comparecencia en Bilbao, el portavoz de la agrupaci¨®n, Jon Mart¨ªnez, acus¨® al departamento vasco de "incumplir el contrato" que, por 18 meses prorrogable, sac¨® a concurso en noviembre. "En el mismo se recog¨ªa un n¨²mero determinado de plazas que ahora pretenden desdoblar", esgrimi¨®. En efecto, a partir de septiembre, la consejer¨ªa pretende reducir a un escolta los dos que hasta ahora custodiaban a los concejales socialistas y populares. Una merma que podr¨ªa implantar tambi¨¦n el Ministerio del ramo, corresponsable de la protecci¨®n personal en Euskadi.
Pol¨ªticos del PP y UPyD trasladaron ayer su apoyo a los guardaespaldas
La preocupaci¨®n es doble para el colectivo. Los escoltas no solo temen por su puesto de trabajo, sino tambi¨¦n por la "inseguridad" que acarrear¨¢ el denominado desdoblamiento del servicio, ya que un ¨²nico guardaespaldas por cada protegido apenas podr¨¢ asumir una labor "disuasoria", seg¨²n esgrimen. "?Acaso alguien ha visto a ertzainas o guardias civiles trabajando en solitario?", cuestion¨® Mart¨ªnez, quien sum¨® al complejo escenario la reciente reducci¨®n de salarios. "111 euros al d¨ªa. Cobramos menos que un oficial de primera, pese a que nos jugamos la vida", destac¨®.
El portavoz de la asociaci¨®n vasca de escoltas aclar¨® que el colectivo entiende que la actividad terrorista se ha reducido y se felicita por ello, pero advirti¨® tambi¨¦n de que "otras treguas se han acabado". En este sentido, reclam¨® "tiempo" para poder asumir una "reducci¨®n atroz" del servicio sobre la que "ni siquiera se ha dado aviso" a los guardaespaldas afectados. Un margen que estim¨® imprescindible para buscar la reubicaci¨®n de un sector integrado en dos terceras partes por gente llegada al Pa¨ªs Vasco desde otras comunidades. "No pedimos nada que no se haya ofrecido a otros colectivos", consider¨®.
La recolocaci¨®n de los escoltas, a juicio de Mart¨ªnez, ni siquiera requiere de una reconversi¨®n a otro sector. Existen alternativas que se han comenzado a impulsar, como la custodia de mujeres amenazadas por sus parejas, el control de accesos a edificios p¨²blicos o incluso la vigilancia de embajadas. "A d¨ªa de hoy hay 5.000 agentes de distintas fuerzas de seguridad que realizan labores de protecci¨®n", argument¨®. En este sentido, reclam¨® la convocatoria de una "mesa a tres", entre Administraci¨®n, empresas y sindicatos, para analizar el horizonte futuro.
El representante de la asociaci¨®n se afan¨® es desvincular las reivindicaciones de la pol¨ªtica y recalc¨® que "el color del Gobierno no importa". Desvel¨® que el PSE ha mantenido ya dos reuniones con sus cargos electos para trasladarles la pretensi¨®n de reducir la escolta y asegur¨® contar con el apoyo de la mayor¨ªa de los protegidos. "La relaci¨®n es muy estrecha. Formamos parte de sus vidas y muchos se han mostrado muy preocupados por perder la protecci¨®n", indic¨®.
Mart¨ªnez compareci¨® por la ma?ana en la capital vizca¨ªna junto al presidente de la asociaci¨®n vasca de escoltas, Santiago Fontenla, como antesala de un encuentro vespertino en el que tomaron parte pol¨ªticos como el parlamentario vasco del PP Carlos Urquijo y representantes de UPyD, as¨ª como la vicepresidenta del colectivo Dignidad y Justicia, Sonsoles Arroyo, y el m¨¢ximo responsable de la Asociaci¨®n de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad V¨ªctimas del Terrorismo, Francisco Zaragoza. "Se trata solo de un primer paso para visualizar nuestro conflicto", explic¨® Mart¨ªnez.
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