La moral 'abertzale', en alza
El desafiante paso al frente de los presos de ETA ha elevado m¨¢s si cabe la moral de la izquierda abertzale, que vuelve a dejar su sello en la calle, donde mejor se desenvuelve. Lo ha hecho, adem¨¢s, sin salir de Bilbao. Durante dos d¨ªas, recuperando el instinto devastador de la kale borroka tradicional para desafiar a I?aki Azkuna y, de paso, al PNV al enarbolar la bandera de una cultura alternativa mediante la resistencia al desalojo de un edificio, que una juez hab¨ªa considerado legal. Luego, con una cuidada y masiva manifestaci¨®n para ahormar la apuesta ideol¨®gica que rezuma la sentencia condenatoria del caso Bateragune y que da cuerpo al acuerdo de Gernika, cuyo primer aniversario celebrar¨¢n este domingo con la intenci¨®n contenida de eclipsar la fiesta interna de los peneuvistas.
El gui?o de la carta de Otegi le¨ªda a los miles de manifestantes, por encima de la habitual escenograf¨ªa que siempre procura el simbolismo radical, proyecta una unidad de acci¨®n que se antoja irreversible y a la que ETA se ve irremediablemente abocada, pero que sigue cargando la mano en una ¨²nica direcci¨®n, sin una exigencia n¨ªtida a quien es el origen del problema. Se trata, en suma, de la misma deficiencia que se puede imputar al valioso documento de los presos, un colectivo alentado en su reflexi¨®n por las esperanzas que la apuesta triunfante de Bildu les ofrece, y que, en paralelo, entienden como letal el inmovilismo de su p¨¢lida direcci¨®n. Todo ello en un contexto en el que urgen el cese de la violencia, toda una reacci¨®n contestataria que hace apenas a?o y medio ellos mismos entend¨ªan como entreguista y solo propia de disidentes arrepentidos.
Aunque un estado de ansiedad por la b¨²squeda de la paz definitiva pueda ser capaz ahora mismo de exigir una mayor contundencia al entorno abertzale, que pasa indisolublemente por exigir a ETA que lo deje, es incuestionable que se asiste a un escenario jam¨¢s imaginado. Y llega, no deber¨ªa olvidarse, con el tiempo justo de tomar cuerpo con sello propio en la batalla pol¨ªtica de la campa?a del 20-N.
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