Los Jodorovich dicen que se ganan la vida con negocios legales

Los Jodorovich se ganan la vida de muchas formas: como prestamistas, vendiendo coches de alta gama y hasta con activos inmobiliarios. Pero en ning¨²n caso lo hacen traficando con drogas y armas. Esa es la explicaci¨®n que ofrecieron ayer los principales acusados del clan familiar de etnia gitana ligado hist¨®ricamente al mundo del crimen en Barcelona. El patriarca, Aquilino Montero Jodorovich, afronta una petici¨®n fiscal de 25 a?os y 11 meses de c¨¢rcel, cuatro m¨¢s que sus hijos Manuel, Sim¨®n y Antonio.

Los 11 acusados por delitos contra la salud p¨²blica, dep¨®sito de armas y receptaci¨®n apenas necesitaron una hora para explicarse ante el tribunal, que les juzga hasta el viernes en medio de extraordinarias medidas de seguridad. Los Jodorovich dieron respuestas breves y estudiadas en las que se limitaron a negar los hechos y a aclarar que su fortuna no procede de la delincuencia. Todos ellos se negaron a contestar a las preguntas del fiscal, Gerardo Cavero, y ¨²nicamente respondieron a sus abogados.

Mientras los agentes custodiaban los pasillos de la Audiencia de Barcelona armados con subfusiles, el jefe del clan intentaba aclarar desde el banquillo de los acusados c¨®mo se ganaba la vida. Aquilino, en prisi¨®n desde que fue detenido por el Cuerpo Nacional de Polic¨ªa en 2008, se present¨® como un prestamista exitoso en los negocios del transporte, el comercio y el sector inmobiliario. El patriarca afirm¨® que posee cinco camiones y que es due?o, adem¨¢s, de dos bares y una carnicer¨ªa en la Zona Franca, el barrio desde el que, seg¨²n los investigadores, controlaban el tr¨¢fico de drogas de Barcelona.

Durante los registros en pisos y locales propiedad de los acusados, la polic¨ªa se incaut¨® de grandes sumas de dinero, de algunas cantidades de droga —coca¨ªna y hach¨ªs— y, sobre todo, de un arsenal que incluye rifles Kalashnikov. Preguntados por esos hallazgos, los Jodorovich negaron la mayor. Uno de los hijos especific¨® que tiene permiso de armas, que un compa?ero de tiro de Montju?c se olvid¨® una bolsa de munici¨®n y que ¨¦l solo la recogi¨® y la guard¨®. Otro admiti¨® que ten¨ªa una balanza de precisi¨®n en el trastero, pero afirm¨® que no lo usaba para preparar drogas, sino solo "para electrodom¨¦sticos".