Indignados de Barcelona y Madrid ocupan edificios para alojar a desahuciados
El movimiento abre a siete familias un edificio de viviendas abandonado
Dos edificios ocupados, uno en Barcelona y el otro en Madrid, permanecen como herencia de la movilizaci¨®n que el s¨¢bado sac¨® a la calle a decenas de miles de personas convocadas por el Movimiento 15-M. Suena Celia Cruz de fondo; un grupo de j¨®venes sigue el ritmo de la m¨²sica, embri¨®n de la emisora de radio que quieren poner en marcha en el n¨²mero 2 de la calle de Almagro, en Nou Barris, un edificio de 12 viviendas que est¨¢ vac¨ªo desde hace cinco a?os, seg¨²n los concentrados. Son los indignados que, tras la marcha del s¨¢bado, tomaron la l¨ªnea 4 del metro y pasaron de la indignaci¨®n a la acci¨®n.
"No entendemos c¨®mo se permite que haya 3.200 pisos p¨²blicos vac¨ªos y 50.000 familias desahuciadas", explica Salva Torres, portavoz del colectivo que ha gestionado la ocupaci¨®n. Torres es profesor de secundaria en el barrio de la Zona Franca y lleva ya a?os, desde 2006, implicado en asambleas de viviendas de distintos barrios. "Desde que se inici¨® el Movimiento 15-M, quisimos aprovechar la ocasi¨®n para movilizar a m¨¢s gente", a?ade Torres, quien llam¨® "a todas las acampadas a defender este espacio como ejemplo de lo que debe hacer la ciudadan¨ªa encontra la dictadura de las finanzas".
Al bloque han accedido hasta el momento siete familias, no solo personas con problemas hipotecarios, sino todas aquellas que necesitan un techo. Uno de ellos es Emmanuel Osaro Otuomagie, a quien el banco desaloj¨® hace una semana por dejar de pagar las mensualidades completas de su hipoteca. Lleg¨® hace siete a?os a Barcelona con un t¨ªtulo de Econ¨®micas bajo el brazo. En 2009, se qued¨® en paro y contact¨® con Barcelona Activa para mejorar su formaci¨®n. "Obtuve un t¨ªtulo para especializarme en marketing", explica. En mayo de 2010, encontr¨® de nuevo trabajo estable y pidi¨® a la entidad financiera regularizar su situaci¨®n, pero el proceso de desahucio ya estaba en marcha.
En el edificio se han reunido m¨¢s indignados, como Ana y Raquel, dos enfermeras que el s¨¢bado se manifestaron de nuevo por los recortes en sanidad. "Aunque esto no nos afecte directamente, venimos a ayudarles porque es necesario que hagamos pi?a y entre todos nos solidaricemos ante cualquier causa", exclamaron.
En Madrid, cerca de la Puerta del Sol, en un antiguo hotel,a espaldas de la Puerta del Sol, los idignados debat¨ªan ayer qu¨¦ uso dar el edificio: espacio asambleario, refugio provisionalpara desahuciados, vivienda de los disidentes cubanos acampados frente al Ministerio de Exteriores o gran centro social, o todo a la vez. "Debe quedar claro que la ocupaci¨®n es provisional", explicaba con un meg¨¢fono un miembro del de la comisi¨®n de legal del Movimiento15-M. Los indignados con experiencia en ocupar edificios explicaban que las primeras 48 horas tras entrar en una finca son las m¨¢s importantes, porque es cuando la polic¨ªa puede llevar a cabo un desalojo sin autorizaci¨®n judicial.
Las habitaciones del hotel, de cinco plantas, con cafeter¨ªa, sala de juegos, s¨®tano y azotea, estaban ocupadas por indignados que, al asomarse al balc¨®n, ocultaban su rostro. Desde el exterior, les abastec¨ªan de todo cuanto necesitan: a trav¨¦s de las ventanas. Necesitan, seg¨²n un cartel que han colgado en la puerta,estropajos, lavavajillas, pasta, cepillos de dientes, cucharas, tenedores, rotuladores, caf¨¦, fruta, fiambre, queso, wifi... "Y sobre todo gente", se lee en un cartel.
Parad¨®jicamente, los indignados no dejaban acceder no se puede accederal interior con el argumento de defenderse de un posible desalojo forzoso de la polic¨ªa. "No van a pasar", dice Elisabeth, peruana de 45 a?os, en pleno proceso de desahucio de un piso que compr¨® en Coslada en 2007.
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