Bodega a capas
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FOTOS: Sala Ferusic, arquitectos
Hace menos de tres a?os que Carles Sala (Barcelona, 1980) y Relja Ferusic (Sarajevo, 1980) terminaron sus estudios de arquitectura en Barcelona y montaron estudio. No digo estudio de arquitectura porque los nuevos arquitectos ya no montan estudio de arquitectura, ponen en marcha una oficina desde la que trabajan haciendo montajes, interiores, reformas, edificios, comunicaci¨®n, colaboraciones, dise?o y muchas cosas m¨¢s. Carles Sala, por ejemplo, forma parte del colectivo The Wild Salm¨®n, que realiza acciones para democratizar el dise?o. Tambi¨¦n ha filmado documentales. De hecho, Sala y Ferusic se presentan as¨ª en su web, con una identidad amplia. Y lo cierto es que, en su secci¨®n de proyectos, muestran tanto obras concluidas como el audiovisual sobre Chicago On Time, del que son autores.
Como arquitectos a la antigua usanza, m¨¢s all¨¢ de dar clase en la ETSAM y en la ETH de Zurich, respectivamente, en estos tres a?os Sala y Ferusic han participado en multitud de concursos y han rozado el primer premio (Plaza del Repartidor de Hospitalet), pero, de momento, solo tienen tres obras construidas. La primera fue un interiorismo blanco g¨¦lido para la sede de la productora Articfilms en Barcelona. Las segundas tienen que ver con el vino, con los presupuestos bajos y con trabajar a capas lidiando con la historia, la tecnolog¨ªa, el lugar y el futuro.
As¨ª, si en la bodega Lagravera trabajaron a partir de unas naves de los a?os cincuenta exprimiendo el dise?o lowcost (300€/m2) en un proyecto que pas¨® de definitivo a provisional (por falta de presupuesto) y de temporal a definitivo (tras el entusiasmo del cliente y sin variar el presupuesto) , en la bodega Mas Rod¨® (700€/m2) el trabajo se arraig¨® en una nave agr¨ªcola levantada en el Pened¨¦s en los a?os setenta y que hab¨ªa sido una Mas¨ªa en el siglo XVII. Aqu¨ª, Salas y Ferusic apenas tocaron la estructura, colocaron sobre el z¨®calo original de mamposter¨ªa, una nueva fachada de madera de ip¨¦ y acero cort¨¦n. Esa doble piel a¨ªsla el edificio de las condiciones climatol¨®gicas externas. Para racionalizar y economizar la intervenci¨®n aseguran que fue importante darse cuenta de que al antiguo muro ya cumpl¨ªa esa funci¨®n de conservaci¨®n y ahorro energ¨¦tico que protege la maduraci¨®n del vino sin necesidad de realizar actuaciones con la etiqueta de la sostenibilidad. Es decir: lo m¨¢s sostenible era aprovechar lo existente. Por eso, m¨¢s all¨¢ de restaurar y remodelar (para cambiar el uso) el edificio original, los arquitectos buscaron la manera de llevar luz al interior de un inmueble cuyo programa obliga a estar forzosamente cerrado al exterior.
?C¨®mo conectar las barricas con las vides del exterior? El m¨¦todo parar trabajar con un lenguaje actual en un lugar fuera del tiempo consisti¨® en recurrir a los trabajos en seco para colocar dos cuerpos ¨Cun porche y una sala de catas que se apoya sobre un voladizo de hormig¨®n- sobre el antiguo inmueble abri¨¦ndolo al exterior para llevar luz hasta el interior. As¨ª, estos dos elementos revestidos de acero cort¨¦n y pintados de color pantone 375c tienden un puente entre la vid y el vino. Con estructura met¨¢lica, pavimentados con poliuretano y forrados interiormente de paneles de OSB, contribuyen a construir una bodega a capas de paisaje, usos, referencias, edificios y colores.
¡°Pudimos ser atrevidos en ambos proyectos porque nos ganamos la confianza de nuestros clientes, pero tambi¨¦n porque trabaj¨¢bamos desde cero buscando una imagen contempor¨¢nea y con car¨¢cter para dos bodegas que empezaban¡±, cuentan los arquitectos. Fue precisamente arrancando desde cero como tom¨® protagonismo el color: ¡°Un material bastante econ¨®mico que ayuda a que un espacio funcione: ilumin¨¢ndolo, d¨¢ndole car¨¢cter, frescura o fuerza¡±. En la remodelaci¨®n de la bodega Mas Rod¨®, la hoja de la vi?a retroiluminada es el verde luminoso que conecta vid y vino.
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