Viaje de vuelta: destino Ben¨ªn
Autora invitada: Aurora M. Alcojor (autora del blog Por f¨ªn en ?frica)
Alphonse Zannou debi¨® de ser uno de los primeros africanos en instalarse en Espa?a. Corr¨ªa el a?o 1968 cuando este pintor benin¨¦s recal¨® en nuestro pa¨ªs tras pasar por Francia, adonde hab¨ªa llegado atra¨ªdo por esa Europa en la que, cre¨ªa, todos eran ricos. Era el m¨¢s peque?o de una familia de seis hermanos y prometi¨® a su madre, viuda, que pronto volver¨ªa. Pero entre unas cosas y otras, las dificultades econ¨®micas, los hijos, el trabajo¡ los a?os pasaron y ha tardado casi cuatro d¨¦cadas en volver a pisar su pa¨ªs de origen. Este es el punto de partida, tomado de la vida real, de La puerta de no retorno, la cinta en la que Santiago Zannou, ganador de tres Goyas por El truco del Manco, enfrenta a su padre con su pasado y nos ofrece a los espectadores un poco de esa ?frica real que a veces es tan dif¨ªcil ver.
Fueron 25 d¨ªas de rodaje en Ben¨ªn, con actores no profesionales y en distintos idiomas ¡ªfon, hausa y franc¨¦s¡ª que transcurrieron sin dificultad ninguna, probablemente porque contaban con una ventaja: las situaciones que muestra la pel¨ªcula reflejan fielmente la realidad que viven en su d¨ªa a d¨ªa estos improvisados actores. ¡°Lo importante es lograr que se sientan c¨®modos y creo que lo conseguimos. Por un lado, trabajaban sobre situaciones reales y, por otro, el equipo estaba muy unido, y eso les dio confianza y tranquilidad. Los actores de la pel¨ªcula son mi t¨ªa, mis primos, los vecinos¡ Se adaptaron rapid¨ªsimamente y fue muy f¨¢cil trabajar con ellos¡±. Adem¨¢s, contaron con el apoyo local, especialmente desde que vieron que esta vez no era un blanco quien iba a hablar de ellos, sino que los africanos se convert¨ªan en los protagonistas de su propia historia.
Imagen tomada durante el rodaje, en Ben¨ªn.
As¨ª, con actores locales, grabando sobre el terreno (muy recomendable su diario de rodaje) y trabajando siempre con mucho respeto, el director ha conseguido uno de sus objetivos, que es mostrar el pa¨ªs de su padre tal cual es, alej¨¢ndose de los t¨®picos establecidos sobre el continente. ¡°Es una forma de mostrar esa ?frica viva, con esperanza, una ?frica joven, con sus posibilidades y sus problemas¡±, afirma.
Fotograma de la pel¨ªcula. El protagonista, Alphonse Zannou, junto a su hermana, durante el viaje a la tierra de su madre, para conocer a sus antepasados y poder despedirse.
Y as¨ª nos encontramos en la gran pantalla con Ben¨ªn, un peque?o pa¨ªs (con una superficie cuatro veces menor que Espa?a, y nueve millones de habitantes) situado en la costa occidental africana. Vecino de la enorme Nigeria ¡ªcon la que comparte frontera de unos 600 kil¨®metros¡ª, de Togo, Burkina Faso y N¨ªger, Ben¨ªn disfruta desde 1991 de una democracia estable y en los ¨²ltimos a?os ha vivido un cierto crecimiento econ¨®mico que se aprecia en sus calles, principalmente en las grandes ciudades, como Cotonou y Porto Novo, y en la zona costera. Distinta es la situaci¨®n en las zonas rurales, donde todav¨ªa se suceden las escenas de pobreza ¡ªBen¨ªn se encuentra en el puesto 134 seg¨²n el ?ndice de Desarrollo Humano (2010)¡ª y donde autoridades y ONGs siguen luchando contra el tr¨¢fico de menores, generalmente utilizados para trabajar en las plantaciones de cacao de Costa de Marfil.
Benin destaca tambi¨¦n por la convivencia pac¨ªfica entre las tres religiones mayoritarias: la cristiana, la musulmana y el vud¨², originario de este pa¨ªs. Un vud¨², por cierto, muy alejado de los mu?ecos atravesados por agujas que nos muestran algunas pel¨ªculas. Todo lo contrario. Como vemos en la pel¨ªcula, el vud¨² es simplemente la religi¨®n a la que recurre el protagonista para buscar el perd¨®n de su madre, a quien no pudo visitar antes de que muriera. Lo explica el director, Santiago Zannu: ¡°Lo que hemos hecho es mostrar un verdadero ritual de vud¨², una celebraci¨®n que no tiene nada que ver con hechizos ni magia, sino que sirve para guiar a un hijo hacia el perd¨®n materno. Y s¨ª, hay un sacrificio de animales, pero es que luego estos se utilizan para comer¡±.
Y aunque las tradiciones ¡ªel clan familiar, los c¨¢nticos, el respeto a los mayores¡ª persisten, lo cierto es que hoy en d¨ªa Ben¨ªn se parece poco a aquel pa¨ªs que Alphonse dej¨® a finales de los a?os sesenta. ¡°Muchas cosas han cambiado, el pa¨ªs es ahora totalmente diferente¡±, cuenta el actor. Y explica lo mucho que le ha sorprendido encontrarse las calles repletas de veh¨ªculos y ver que la gasolina se vende por todos lados, en puestos ambulantes: ¡°Cuando yo era joven se utilizaban los transportes compartidos y la gasolina se encontraba solo en las estaciones de servicio¡±. Hoy, en cambio, las principales ciudades se encuentran ocupadas por motos y coches que se mueven en un fren¨¦tico ir y venir, s¨ªmbolo del progreso de los ¨²ltimos a?os pero tambi¨¦n del crecimiento desordenado de los grandes n¨²cleos de poblaci¨®n.
Este viernes, 25 de noviembre, se estrena en Espa?a Puerta de no Retorno, una pel¨ªcula con trazos de documental que sirve para acercarnos a este peque?o pa¨ªs, Ben¨ªn, a trav¨¦s de la historia de un inmigrante que regresa su casa despu¨¦s de 40 largos a?os de ausencia.
Comentarios
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.