El segundo desahucio en 24 horas en Torrej¨®n, aplazado
Un detenido entre el grupo de personas concentradas para evitar que Luis, un inmigrante de Guinea-Bissau en paro se quedara sin casa.- La polic¨ªa los desaloja a rastras
Entre 60 y 70 personas han logrado hoy impedir que una segunda familia se quede sin casa en 24 horas en la misma calle de la localidad madrile?a de Torrej¨®n de Ardoz. El afectado, Luis Mendes, un inmigrante de Guinea-Bissau en paro, tendr¨¢ hasta el d¨ªa 10 de enero para buscar una soluci¨®n al problema o un techo donde cobijarse. Al igual que ayer, un fuerte dispositivo policial, el de hoy compuesto por una treintena de antidisturbios, ha intervenido para garantizar que la comisi¨®n judicial hiciera su trabajo. Durante la concentraci¨®n de apoyo, un joven ha sido detenido y varios han sido desalojados a rastras del portal del n¨²mero 7 de la calle Soria, donde vive Luis, de 40 a?os y con ocho hijos en su pa¨ªs.
La polic¨ªa ha hecho acto de presencia a las ocho de la ma?ana, a sabiendas de que iban a concentrarse en la puerta. Dos horas antes, ha acudido un grupo peque?o, a los que se han ido sumando m¨¢s. Hay un ambiente de mucha tensi¨®n y nerviosismo. La comisi¨®n judicial ten¨ªa previsto acudir a comunicar la medida sobre las once de la ma?ana. Un cuarto de hora despu¨¦s, han llegado al portal, donde han sido recibido al grito de "?verg¨¹enza!". "?D¨®nde est¨¢ el alcalde, que no est¨¢ con los ciudadanos?", han gritado tambi¨¦n. Una chica de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, que llevaba a la protesta junto al 15-M, ha hecho una se?al de victoria desde la ventana. Tras ella, ha salido el propio Luis, compungido, a explicar que ha logrado un aplazamiento hasta el 10 de enero. Una chica ha contado el triunfo por tel¨¦fono a una amiga: "?T¨ªa, lo hemos logrado, se ha parado el desahucio hasta enero!".
El afectado firm¨® en 2002 una hipoteca de 118.000 euros por su piso, que tambi¨¦n figura a nombre de un amigo ("si no, no me la daban"). Hasta 2010, trabajaba en la construcci¨®n, ingresaba una media de 1.800 euros y mandaba 250 euros mensuales a su mujer. Desde entonces, est¨¢ desempleado. Hace unos meses se le acab¨® el paro. No sabe cu¨¢nto dinero le sigue reclamando el banco ni qu¨¦ har¨¢ cuando le echen de su casa, pero todo apunta a que Luis va a correr la misma suerte que Consuelo, desalojada ayer de su casa en esa misma calle, un destino que espera a otros dos vecinos de la misma calle.
Ayer, unos 20 antidisturbios evitaron que unas 60 personas paralizaran por segunda vez el desahucio de Consuelo, una inmigrante ecuatoriana que debe dos a?os de hipoteca. Su marido est¨¢ en el paro y ella trabaja por horas en una empresa de limpieza por 370 euros al mes. El banco le sigue reclamando 183.000 euros. Consuelo tiene tres hijos que ha mandado de regreso a Ecuador. Ella tambi¨¦n se ir¨ªa si no fuera porque entre sus avalistas figura su hermana, que heredar¨ªa su deuda si ella se esfumara.
Los siguientes desahucios afectar¨¢n al n¨²mero 8, donde vive una familia de Filipinas que debe muchas cuotas de su alquiler. ?l (no quiere dar su nombre) era cocinero hasta hace cuatro a?os. Ella trabaja como interna en una casa y no ingresa lo suficiente para pagar la renta y sus gastos. Y tambi¨¦n al n¨²mero 7, donde reside la familia de Nelly Moreira, ecuatoriana, que debe dos a?os de hipoteca y ya ha recibido las primeras notificaciones del desahucio. Trabajaba en una f¨¢brica de cosm¨¦tica. Ahora limpia por horas sueltas. "Hoy me han salido 25 euros por tres horas", explica al tel¨¦fono. "Pero tengo que restarle los siete euros del transporte".
David Mu?oz, socio de la inmobiliaria Arag¨®n, que hace esquina en uno de los extremos de esta calle, resume en un momento la crisis: "En 2007, un piso medio de esta calle costaba 210.000 euros. Ahora, tenemos varios por 60.000 y no los vendemos".
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