El CNI pide al Polisario que no ponga en peligro la vida de los rehenes espa?oles

El Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el principal servicio secreto espa?ol, ha pedido al Frente Polisario prudencia en sus incursiones en el norte de Mal¨ª en busca de los terroristas que apresaron en Rabuni, la sede administrativa del movimiento independentista, a tres cooperantes, dos de ellos espa?oles, seg¨²n fuentes locales conocedoras del secuestro. Se trata de no poner en peligro la vida de los rehenes espa?oles.

Los espa?oles Ainhoa Fern¨¢ndez de Rinc¨®n, Enric Gonyalons y la italiana Rosella Urru fueron capturados el 23 de octubre cerca de los campamentos de refugiados saharauis, en el suroeste de Argelia. La rama magreb¨ª de Al Qaeda (AQMI) desminti¨®, el 8 de diciembre, en un comunicado enviado a EL PA?S, ser la autora del triple secuestro, que dos d¨ªas despu¨¦s reivindic¨® en un escueto comunicado un grupo terrorista desconocido: el Movimiento para la Unidad del Yihad en el Oeste de ?frica. Poco despu¨¦s hizo llegar al Gobierno espa?ol una prueba de vida de los rehenes.

La operaci¨®n fue una afrenta para el Polisario y para Argelia, que le acoge en su territorio. De ah¨ª que hayan puesto todo el empe?o en tratar de localizar a los que la llevaron a cabo y a los que la encargaron. Las patrullas del Polisario han surcado, con apoyo log¨ªstico argelino, el noreste de Mauritania y el norte de Mali.

Durante una de esas operaciones de rastreo, los Gendarmes saharauis se toparon, el 8 de diciembre, con un grupo de una decena de contrabandistas a los que se enfrentaron. Mataron a su jefe, un c¨¦lebre traficante, y detuvieron a diez hombres malienses y saharauis a los que se a?adi¨® uno m¨¢s d¨ªas despu¨¦s. Les trasladaron a Rabuni para interrogarles y uno confes¨® haber ayudado a la preparaci¨®n del secuestro, seg¨²n fuentes saharauis.

El responsable de la Defensa del Polisario, Mohamed el Bouhali, indic¨® el 17 de diciembre, de manera un tanto confusa, que el grupo interceptado estaba "tratando de vender a los tres rehenes" despu¨¦s de haber intentado en vano traspas¨¢rselos a la rama de Al Qaeda en el Magreb.

Las incursiones del Polisario en Mali son aparentemente legales. Una nota enviada por el Gobierno de este pa¨ªs a los saharauis se?ala que "en el marco de la lucha contra el terrorismo y la delincuencia transfronteriza la Rep¨²blica de Mali otorga a la Rep¨²blica ?rabe Saharaui Democr¨¢tica (RASD) el derecho de persecuci¨®n en su territorio (...)".

No solo las patrullas del Polisario se adentran en Mali. Tambi¨¦n lo hacen las Fuerzas Armadas argelinas. La agencia francesa AFP revel¨® el 20 de diciembre que militares argelinos estaban en el norte de Mali para ayudar a su Ej¨¦rcito en la lucha "contra la inseguridad y el terrorismo". Argel no confirm¨® ni desminti¨® esta noticia.

El objetivo del Polisario es echar el guante a Hamada Ould Mohamed Kheirou, un mauritano del que sospechan es el autor intelectual del secuestro. Kheirou estuvo un tiempo a las ¨®rdenes de Mokhtar Belmokhtar, apodado "El tuerto", uno de los jefes de Al Qaeda en el Sahel, hasta que se separ¨® de ¨¦l por motivos desconocidos.

No deja de ser extra?o que, pudiendo llevar f¨¢cilmente a cabo un secuestro de europeos en un hotel de Tombuct¨² (Mali), Kheirou optase por hacerlo en el feudo del Polisario. Para efectuar la operaci¨®n tuvo que contar con la ayuda de contrabandistas saharauis que conoc¨ªan Rabuni y los campamentos como la palma de su mano.

Un juez instructor mauritano lanz¨®, el mi¨¦rcoles pasado, una orden de detenci¨®n contra Kheirou y dos de sus supuestos c¨®mplices. Curiosamente, en la misma orden figura tambi¨¦n Mustaf¨¢ Ould Liman Chafi, un influyente mauritano, consejero del presidente de Burkina Faso y mediador en numerosos secuestros de rehenes occidentales (incluido el de los tres catalanes) y en el conflicto de Costa de Marfil.

Chafi, un personaje muy cr¨ªtico con el presidente mauritano, Mohamed Ould Abdelaziz, considera que la orden parti¨® de este ¨²ltimo y obedece a razones pol¨ªticas. Tiene la intenci¨®n de denunciarle por difamaci¨®n. El conjunto de la oposici¨®n pol¨ªtica mauritana le apoya frente al jefe del Estado.