La idea de Urkullu sobre qui¨¦nes son vascos abre otra fisura con el Gobierno

Gobierno vasco y PNV transitan por sensibilidades muy diferentes y, sobre todo, se puede asegurar que as¨ª continuar¨¢n hasta el final de esta legislatura, alargando una p¨¦sima relaci¨®n institucional que tom¨® cuerpo desde el mismo d¨ªa que el PSE-EE se decidi¨® a convertir a Patxi L¨®pez en lehendakari, con el apoyo parlamentario del PP y en contra de la mayor¨ªa relativa de los nacionalistas.

A las sucesivas diatribas dial¨¦cticas desde 2009 entre una y otra parte se ha unidohoy la valoraci¨®n que el Ejecutivo socialista realiza sobre el discurso de I?igo Urkullu tras su reelecci¨®n como presidente del PNV. Y es que desde los acuerdos de Lizarra-Garazi, al PSE-EE le irrita sobremanera que los nacionalistas no sean capaces de construir un discurso menos excluyente cuando se dirigen al conjunto de "los vascos". Por eso, cuando Urkullu asegur¨® que "Euskadi se merece otro Gobierno", diferente al formado ahora por los socialistas, que sea, como dijo, "un Gobierno vasco de verdad, un Gobierno del PNV", en el entorno de Patxi L¨®pez ven un "tono excluyente" sobre el concepto de la pluralidad vasca.

En el fondo, la principal indignaci¨®n en el PSE-EE radica en la permanente descalificaci¨®n que el PNV realiza sobre la val¨ªa del actual Gobierno, que consideran "deslegitimaci¨®n". En el seno del Ejecutivo tambi¨¦n hacen mella estas desconsideraciones. La consejera de Empleo y Asuntos Sociales, Gemma Zabaleta, le record¨® a Urkullu que "el PNV son aspirantes al Gobierno vasco y que el Gobierno de verdad en Euskadi es el que est¨¢ ahora gobernando".

En Lehendakaritza est¨¢n hartos del permanente hostigamiento que sufren desde el PNV sobre la "legimitidad". A su juicio, esta presi¨®n nacionalista "no solo trata de denigrar la representatividad y plena legimitidad del Gobierno actual", sino que "sale a la superficie", creen, "el resorte excluyente del que el PNV todav¨ªa no ha logrado desprenderse", a?aden.

En el PSE-EE est¨¢n convencidos de que los nacionalistas siguen sin digerir su salida del Gobierno vasco, en el que permanecieron tres d¨¦cadas hasta la marcha de Juan Jos¨¦ Ibarretxe. Es por ello que en cada oportunidad que se les brinda aprovechen para recordar que han fallado los malos augurios que preve¨ªan una hecatombe bajo el mando socialista. Patxi L¨®pez lo volvi¨® a decir la pasada semana en su encuentro con los altos cargos de su Ejecutivo.

En concreto, el an¨¢lisis socialista concluye que para el nacionalismo "solo es concebible y aceptable un Ejecutivo que est¨¦ bajo el control del PNV y lo que es m¨¢s preocupante, sigue considerando en el siglo XXI que vascos 'de verdad' son ¨²nica y exclusivamente los vascos nacionalistas", reflexionan cr¨ªticamente.

Adem¨¢s, en este clima de enfrentamiento dial¨¦ctico entre estos dos partidos mayoritarios, la apuesta soberanista de la que Urkullu hizo gala en su discurso del pasado domingo tambi¨¦n abona el debate. Para los socialistas, este tipo de invocaciones como la de la autodeterminaci¨®n "siguiendo la pauta del ibarretxismo", apuntan, se contradicen frontalmente con la apuesta del PNV por ocupar la centralidad de la sociedad vasca. Como aguij¨®n final, desde el Gobierno vasco entienden "preocupante" que el PNV parezca desconocer que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado no desempe?an en Euskadi solo tareas anteterritoristas sino unas funciones establecidas expresamente en la Constituci¨®n y en el Estatuto de Gernika. Cabe recordar que Urkullu reclam¨® el domingo poner fin "a la excepcionalidad legal" a la presencia de "cuerpos ajenos" en Euskadi.