Casada ni?a, embarazada a los 11 a?os
Por BLANCA L?PEZ ARANG?ENA en Estambul
Hace dos semanas Turqu¨ªa se enfrent¨® con una de esas noticias que hace sentir inc¨®modo a todo el mundo. Z.?, una ni?a supuestamente de 11 a?os de la que solo se conocen sus iniciales, ingresaba en el hospital materno de la ciudad de Bolu en avanzado estado de gestaci¨®n. La peque?a se quejaba de fuertes dolores y fue inmediatamente trasladada a la unidad de parto que las secciones infantiles de los hospitales en este pa¨ªs poseen. Tras un par de horas en observaci¨®n, se le dio el alta y volvi¨® junto a su marido, 15 a?os mayor que ella, todav¨ªa embarazada y sin que las autoridades movieran un dedo, seg¨²n el relato m¨¢s extendido en los medios turcos de una confusa historia sembrada de dudas.
El embarazo de ni?as no es algo raro en Turqu¨ªa, como tampoco lo es en otros pa¨ªses. Un repaso a la hemeroteca muestra que uno de los lugares con m¨¢s casos de ni?as-madre registrados es EE UU, con casi 50 madres menores de 12 a?os en las ¨²ltimas cinco d¨¦cadas. Sin embargo, a diferencia de Norteam¨¦rica, donde estos embarazos suelen ser fruto de violaciones, en Turqu¨ªa las ni?as-madres los son tras convertirse en ni?as-esposas.
El matrimonio entre menores es una tradici¨®n relativamente com¨²n en las zonas m¨¢s pobres de Turqu¨ªa seg¨²n la asociaci¨®n Flying Broom, que trabaja para sensibilizar a la sociedad y al gobierno sobre esta lacra. Seg¨²n un informe de la organizaci¨®n, existen 5,5 millones de ni?as turcas a la que se les ha forzado a contraer matrimonio antes de los 18 a?os. Esto supondr¨ªa casi la mitad de los matrimonios totales en algunas regiones del pa¨ªs.
Los motivos son principalmente econ¨®micos, ya que el novio suele pagar a las familias por su hija. Una especie de dote invertida. Esto conviene a las familias m¨¢s pobres, que adem¨¢s ven en el matrimonio la f¨®rmula ideal para asegurar el honor -l¨¦ase virginidad- de la joven. A pesar de que el c¨®digo civil turco prohibe los matrimonios entre menores, a veces se admiten excepciones hasta los 16 a?os si hay consentimiento paterno. En caso de que no se pudiera realizar el matrimonio por v¨ªas legales, muchas familias acuden al im¨¢n para que bendiga la uni¨®n, como en el caso de Z.?.
El embarazo de la ni?a fue primera plana durante varios d¨ªas, se?al de que Turqu¨ªa comienza a sensibilizarse. En parte gracias a la incansable labor de las ONG, pero sobretodo al auge de las telenovelas que han contribuido a poner el asunto dentro de la agenda del gobierno.
Lamentablemente la historia no es desconocida para Turqu¨ªa. Pero lo que sorprendi¨® a los directivos de la cadena que lo emiti¨® fue el elevad¨ªsimo rating de audiencia del cap¨ªtulo en el que Fatmag¨¹l es violada. Desde entonces, las cadenas de televisi¨®n anuncian a bombo y platillo las escenas m¨¢s violentas de sus tele series.
As¨ª ocurri¨® hace poco m¨¢s de un mes con el inicio de la telenovela Hayat Devam Ediyor (La vida sigue), en la que una ni?a de 15 a?os- Hayat- es obligada a desposarse con un anciano de 70. Los dos primeros cap¨ªtulo de la serie fueron todo un acontecimiento en Turqu¨ªa. Las dos horas que duraron, fueron un compendio de los dramas a los que se enfrentan las mujeres, especialmente en las zonas kurdas del pa¨ªs. Despu¨¦s de casi morir a manos de su hermano por manchar el honor familiar al haber perdido la virginidad con su novio, Hayat, se convierte en la segunda esposa de Abbas Altindga, un rico hombre de negocios y que la obliga a dejar el colegio para ocuparse de la casa.
Algunas organizaciones, como Flying Groom, fueron contactadas por el director de la serie para hacer las escenas m¨¢s realistas. Seg¨²n esta organizaci¨®n ¡°si el tema es tratado con seriedad puede ser un modo para que nuestro mensaje llegue al p¨²blico¡±. Lo que las organizaciones como Flying Groom reclaman es que la violencia no se use como un mero reclamo para la audiencia, lo que contribuir¨ªa a su normalizaci¨®n entre una sociedad donde un tercio de las mujeres ya confiesan haber sufrido alg¨²n tipo de maltrato. Seg¨²n la organizaci¨®n Hayat Devam Ediyor, puede ser una oportunidad para presentar a la mujer como due?a de su destino. Una mujer que pueda enfrentarse a las tradiciones familiares y recibir ayuda de la sociedad y del Estado.
Pero no es tan sencillo. Como confes¨® recientemente la ministra de Familia, Fatma Sahin, la legislaci¨®n turca es muy confusa a este respecto. ¡°El c¨®digo civil define a los ni?os como aquellos menores de 17 a?os, el c¨®digo de protecci¨®n del menor pone el l¨ªmite en 18 y el c¨®digo penal en 15.¡± explic¨®.
Esta semana, la propia ministra Sahin, acorralada por las cr¨ªticas en el caso de Z.?, aument¨® la confusi¨®n sobre la postura del Gobierno en relaci¨®n a los matrimonios de ni?as.Tras ver fotos de Z.? y telefonear a su madre, pruebas sin duda concluyentes para un caso tan delicado, la ministra asegur¨® que la joven no ten¨ªa 11, sino 17 a?os. En sus declaraciones a los medios, prometi¨® que el Gobierno ¡°intentar¨¢ que los tr¨¢mites se agilicen para legalizar su matrimonio antes de que el beb¨¦ nazca¡±. Ni rastro de cr¨ªtica a los padres de la joven. Ning¨²n expediente al im¨¢m, en Turqu¨ªa un funcionario del Estado, que bendijo la uni¨®n o a los m¨¦dicos que no dieron parte a las autoridades.
Tras hablar la ministra, nadie ha querido indagar m¨¢s en el asunto. Los responsables del hospital se han negado a hacer declaraciones sobre la verdadera edad de la ni?a, pero los periodistas que han cubierto la noticia aseguran que su edad no supera los 13. Sea como fuere, el baile de cifras dentro de la ley no es lo ¨²nico que frena a las autoridades. La falta de voluntad pol¨ªtica hace que las secciones infantiles en los hospitales de Turqu¨ªa sigan necesitando unidades de parto.
Im¨¢genes de las telenovelas Hayat Devam Ediyor y Fatmag¨¹l?¨¹n Su?u ne?
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