Se llevan los retrosexuales
Los metrosexuales pasan el testigo a los galanes maduros y con pinta de interesantes
Quien hace la ley, hace la trampa. Solo uno de esos contundentes refranes de abuela es capaz de explicar c¨®mo al mismo tiempo que el t¨¦rmino metrosexual se convert¨ªa en una de las palabras m¨¢s o¨ªdas en los medios de comunicaci¨®n surg¨ªa, con vocaci¨®n de permanencia, su antagonista perfecto: el retrosexual.
La culpa hay que ech¨¢rsela al periodista brit¨¢nico Mark Simpson. ?l puso a media humanidad sobre la pista del t¨¦rmino metrosexual en 1994 al mencionarlo en un art¨ªculo en The Independent. En 2002 alz¨® a David Beckham como el ejemplo perfecto: un hombre que ha convertido el grooming (aseo, en ingl¨¦s) en religi¨®n y no le importa ser confundido con un homosexual. Poco tiempo dur¨® en el trono: todo h¨¦roe necesita un antih¨¦roe y en 2003 el propio Simpson mir¨® al pasado para encontrarlo. Lo bautiz¨® retrosexual.
Hoy en d¨ªa el ideal del t¨¦rmino es, curiosamente, un personaje de ficci¨®n: Don Draper, protagonista de la serie Mad Men, papel interpretado por Jon Hamm. Un hombre que no es ni demasiado joven ni demasiado guapo, pero tiene una elegancia innata gracias a su forma de vestir y su apurado perfecto (?ojo! no usa el anglicismo grooming). O todo lo contrario. Lo cierto es que no le importa demasiado.
El esp¨ªritu c¨ªclico de la moda vuelve a poner en primera fila a ese prototipo de var¨®n, un poco madurito, que lo mismo se enfunda en un traje cruzado -como en el desfile de Brioni para el pr¨®ximo oto?o- o se pone unas botas de monta?a para sobrevivir a la ¨²ltima cruzada en Petra, como Indiana Jones.
Tambi¨¦n en el sector de la cosm¨¦tica se acusa el cambio: muchos de los protagonistas de las campa?as de publicidad ya no tienen tabletas atl¨¦ticas y sudor en el torso. Hace a?os, quiz¨¢ nos hubi¨¦semos echado las manos a la cabeza al ver al Hugh Laurie protagonizando un anuncio antiedad de L¡¯Or¨¦al Paris, pero ahora no solo parece natural, sino que el fen¨®meno se comprende al instante: ¡°Es el perfecto ejemplo de un hombre moderno: genuino, desinhibido, fuerte y capaz de luchar por sus pasiones hasta el final¡±, dec¨ªa el presidente de la firma, Cyril Chaupie, cuando se anunci¨® su fichaje el pasado verano.
El resto de protagonistas en la lista de embajadores de la casa cosm¨¦tica tampoco deja dudas sobre el regreso del retrosexual y la apuesta de la cosm¨¦tica por ellos. Hagamos recuento: Patrick Dempsey, Matthew Fox, Pierce Brosnan y Gerard Butler. Solo les falta Benicio del Toro en ese c¨®ctel explosivo de testosterona.
Al parecer la principal raz¨®n de este giro de tim¨®n en los iconos varoniles es que las ventas de productos de aseo para hombre han disminuido ventas a nivel internacional, seg¨²n el subsector, entre un 0,5 y un 15%. ?Y c¨®mo reanimar el mercado? Pues dejando un poco de lado la idea de apurado al mil¨ªmetro y abdominales perfectamente definidas en favor de un hombre elegante, pero m¨¢s accesible.
Simpson, germen de todo el embrollo sexual, se niega a aceptar el relevo generacional de sus criaturas. El pasado septiembre public¨® una noticia en su web titulada El metrosexual est¨¢ no-muerto y volv¨ªa a provocar al personal (¡°veo a¨²n m¨¢s mentiras por parte de la industria para seguir vendiendo cosm¨¦tica masculina¡±) definiendo a los retrosexuales como ¡°hombres de mediana edad, de clase media, con pelo en el pecho, barba de tres d¨ªas y un patrocinio de L'Or¨¦al¡±. Solo habr¨¢ que esperar a ver qu¨¦ nuevo t¨¦rmino decide acu?ar con respecto al hombre del futuro.
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