Cuando acosar al famoso es ¡°divertido¡±
El esc¨¢ndalo de las escuchas telef¨®nicas ilegales destapa los usos de la ¡®prensa basura¡¯ El lunes se dio a conocer el total de ¡®hackeados¡¯: son 829. Incluidas v¨ªctimas mortales Hugh Grant lidera la batalla contra los abusos. Hasta el punto de espiar al esp¨ªa
Paul McMullan es un tipo encorvado y con mirada canalla. Regenta un pub en Dover, pero durante a?os se dedic¨® a perseguir a los famosos. Desde que estall¨® el esc¨¢ndalo de las escuchas ilegales en Reino Unido, ha sido la cara y la voz de los reporteros sin escr¨²pulos, de los que usaron el espionaje de m¨®viles para encontrar trapos sucios que airear. Cuando este exreportero del extinto tabloide News of the World (NOW) compareci¨® a finales de noviembre en la investigaci¨®n independiente sobre las pr¨¢cticas de la prensa que el juez Leveson est¨¢ conduciendo en Londres, dio un aut¨¦ntico recital, se sali¨® del mapa. Declar¨® que el uso de investigadores privados era una pr¨¢ctica generalizada en los tabloides; que ¡°la privacidad es el espacio que la mala gente necesita para hacer el mal¡±; que perseguir en coche a los famosos ¡°era muy divertido¡±; que no ten¨ªa problemas en mirar el historial m¨¦dico de una persona ¡°si el objetivo val¨ªa la pena¡±; que espiar los mensajes de un tel¨¦fono m¨®vil no tiene nada de malo. Y fustig¨® sin miramientos a algunas de las estrellas que han declarado ante Leveson, diciendo que no pueden reclamar una vida privada dedic¨¢ndose a lo que se dedican y ganando el dinero que ganan.
¡°La privacidad es el espacio que la mala gente necesita para hacer el mal¡±, expuso Paul McMullan, exreportero de 'News of the World'
¡°Sienna Miller deber¨ªa darse con un canto en los dientes por tener fot¨®grafos a las puertas de su casa, porque ?qui¨¦n es ella?¡±, espet¨® en la solemne sala de la Corte de Justicia por la que est¨¢n desfilando estrellas, periodistas, polic¨ªas y pol¨ªticos. ¡°Hugh Grant se pone un poco de maquillaje, da unos saltitos frente a la c¨¢mara y luego se queja¡±. Dif¨ªcil encontrar un discurso p¨²blico m¨¢s pol¨ªticamente incorrecto en un caso en el que todos los salpicados intentan hacer como que la cosa no va con ellos.
McMullan, que lleg¨® a ser subdirector de reportajes en NOW a finales de los noventa, es el tipo que ha hablado a las claras y sin tapujos de las pr¨¢cticas de periodismo basura que infectaron al tabloide para el que trabaj¨®, un peri¨®dico con 168 a?os de historia que se vio obligado a cerrar el 7 de julio de 2011 ante las proporciones que iba tomando el esc¨¢ndalo de las escuchas ilegales. Mientras los que fueron sus jefes, Rebekah Brooks, ex mano derecha del magnate Rupert Murdoch, y Andy Coulson, exdirector de comunicaci¨®n del premier Cameron, escurren el bulto, ¨¦l les acusa de haber promovido una cultura period¨ªstica basada en el espionaje.
La investigaci¨®n Leveson ha supuesto un aut¨¦ntico desfile de estrellas contando los atropellos que sufren por parte de la prensa basura, y sus comparecencias se pueden ver en las webs de The Guardian y The Daily Tele?graph. El premier brit¨¢nico, David Cameron, orden¨® la puesta en marcha de esta investigaci¨®n independiente el pasado verano. Se trata de analizar la cultura y las pr¨¢cticas de la prensa en Reino Unido.
829 V?CTIMAS
Fue precisamente el pasado lunes el d¨ªa en que se dio a conocer la cifra de v¨ªctimas del espionaje telef¨®nico: 829 personas. En la comisi¨®n Leveson siguen en estos d¨ªas las comparecencias de famosos y directores de medios. El jueves declar¨® Heather Mills, la exmujer de Paul McCartney. Asegur¨® que nunca hizo escuchar al columnista Piers Morgan mensajes de m¨®vil en los que el exbeatle le ped¨ªa perd¨®n, tal y como se hab¨ªa publicado. La exmodelo y su hermana tuvieron el m¨®vil ?hackeado durante seis a?os.
El martes fue el turno de Dominic Monahan, director de The Sun, que dej¨® alguna que otra perla a su paso: sostuvo que las chicas en top less de la p¨¢gina 3 del peri¨®dico que dirige son una ¡°instituci¨®n¡±. Cuatro de sus reporteros fueron detenidos a finales de enero por presuntos sobornos a la polic¨ªa a cambio de informaci¨®n. Si algo est¨¢n poniendo de manifiesto las comparecencias es que las pr¨¢cticas tramposas no se ce?¨ªan o ci?en al tabloide NOW. El editor de The Mail on Sunday, Peter ?Wright, confirmaba el 11 de enero que su tabloide pag¨® 20.000 libras (24.000 euros) al investigador privado Steve Whittamore para conseguir informaci¨®n.
Y todo empez¨® por la rodilla del pr¨ªncipe Guillermo
6 de noviembre de 2005. El reportero de NOW Clive Good?man publica una columnita aparentemente inofensiva sobre una lesi¨®n de rodilla del pr¨ªncipe Guillermo. El texto desencadena una protesta de la corona, que alega que un mensaje de tel¨¦fono ha tenido que ser interceptado para conocer esa informaci¨®n. En agosto de 2006, la polic¨ªa detiene al columnista Goodman y al investigador privado Glenn Mulcaire, a los que acusa de interceptar tel¨¦fonos m¨®viles de la casa real. El esc¨¢ndalo se intenta tapar con el encarcelamiento de dos peones.
8 de julio de 2009. El reportero de investigaci¨®n de 'The Guardian' Nick Davies reabre el mel¨®n al publicar que el grupo de Murdoch ha gastado m¨¢s de un mill¨®n de libras en acuerdos con personas que les han querido llevar a los tribunales. Sienna Miller emprende acciones legales. El n¨²mero de afectados crece: el actor Leslie Ash; el c¨®mico y actor Steve Cougan; Heather Mills, ex de sir Paul McCartney; el parlamentario Chris Bryant.
4 de julio de 2011. 'The Guardian' da la estocada a Murdoch con la publicaci¨®n de la historia de Milly Dowler, una adolescente de 13 a?os desa?parecida en 2002 cuyo m¨®vil tambi¨¦n fue interceptado. En dos semanas cae 'News of the World', el peri¨®dico m¨¢s vendido, con 168 a?os de historia a sus espaldas; dimite la mano derecha de Murdoch en Reino Unido, la ambiciosa Rebekah Brooks; y dos altos cargos de Scotland Yard, Paul Stephenson y John Yates, entregan la placa. Ante la avalancha, a David Cameron no le queda m¨¢s remedio que ordenar la apertura de una investigaci¨®n independiente, la que est¨¢ llevando a cabo en estos d¨ªas en Londres el juez Brian Leveson.
Ante el juez ya han desfilado, entre otros, J. K. Rowling, la autora de la saga de Harry Potter; Sienna Miller, expareja de Jude Law; Max Mosley, expresidente de la Federaci¨®n Internacional de Automovilismo (FIA), por su supuesta participaci¨®n en una org¨ªa con simbolog¨ªa nazi; los padres de Madeleine McCann, la ni?a desaparecida en Portugal; los padres de Milly Dowler, adolescente desaparecida en 2002; el c¨®mico Steve Coogan, y, por supuesto, la cabeza m¨¢s visible en esta lucha contra la prensa basura, el actor Hugh Grant.
A sus 51 a?os, el actor brit¨¢nico emprendi¨® el a?o pasado una campa?a para promover una investigaci¨®n como la que est¨¢ llevando a cabo el juez Leveson. No ha escatimado comparecencias ante los medios y en todos los foros posibles. De hecho, el oto?o pasado realiz¨® una tourn¨¦e para concienciar a toda la clase pol¨ªtica de la necesidad de acabar con las malas pr¨¢cticas de los tabloides. Como cabeza visible de la plataforma Hacked Off,que re¨²ne a las v¨ªctimas de las escuchas y dem¨¢s simpatizantes de la causa, recorri¨® las convenciones de laboristas, tories y liberaldem¨®cratas para llevar su mensaje a todo el espectro pol¨ªtico de Reino Unido.
EL CAZADOR CAZADO
Tal ha sido su celo en la batalla que incluso lleg¨® a hacerle trampas al tramposo, a espiar al esp¨ªa. Sucedi¨® en abril del a?o pasado, tras un episodio previo en las Navidades de 2010.
Estaba Hugh Grant en el arc¨¦n de una remota carretera del condado de Kent, en fechas navide?as, junto a su coche, que le hab¨ªa dejado tirado, cuando vio c¨®mo una furgoneta se deten¨ªa a lo lejos. Por fin alguien que acud¨ªa en su ayuda, pens¨®. No. Del veh¨ªculo baj¨® un tipo con una c¨¢mara y un tremendo teleobjetivo. Empez¨® a disparar. Ni corto ni perezoso, se fue acercando a Grant para tomar im¨¢genes m¨¢s cercanas mientras este le regalaba una colecci¨®n de improperios. Result¨® ser Paul McMullan, el exreportero de NOW que habla sin tapujos, el que tiene un pub en Dover. MacMullan sigue haciendo trabajos ocasionales como freelance, tiene alma de paparazi, siempre lleva una c¨¢mara por si acaso.
El caso es que, a pesar del encontronazo, McMullan se ofreci¨® a llevar a Hugh Grant al pueblo m¨¢s cercano, y a este no le qued¨® m¨¢s remedio que aceptar. En el coche, el actor supo que McMullan era uno de los pocos exreporteros de NOW que hab¨ªan hablado de las escuchas. Al final de la jornada, ?McMullan le dijo a Grant que volviera por su pub cuando quisiera.
Sienna Miller estaba convencida de que sus seres queridos la traicionaban. No pod¨ªa explicarse de otro modo que lo que relataba en sus conversaciones telef¨®nicas acabara en los tabloides
Meses m¨¢s tarde, en abril, el actor retorn¨®. Pero con un micr¨®fono oculto. Hizo todo tipo de preguntas a McMullan, que le cont¨® c¨®mo los tabloides empezaron utilizando esc¨¢neres digitales para escuchar conversaciones, hasta que estos fueron prohibidos. Entonces empezaron a pinchar los tel¨¦fonos. Le cont¨® c¨®mo Andy Coulson y Rebe?kah Brooks estaban al tanto de todo. Grant public¨® la conversaci¨®n con McMullan en el semanal New Statesman.
En su comparecencia ante el juez Leveson, el actor aport¨® detalles sobre sus sospechas de espionaje por parte de The Mail on Sunday, el dominical del Daily Mail. Cont¨® que este medio public¨® en febrero de 2007 una informaci¨®n diciendo que su relaci¨®n con Jemina Kahn estaba congelada y vinculando el enfriamiento con las llamadas que el actor recib¨ªa de una mujer con voz melosa desde Los ?ngeles. Grant cay¨® en la cuenta de que escuchando los mensajes que le dejaba una mujer inglesa que trabaja para Warner Brothers en Los ?ngeles, los reporteros se hab¨ªan montado una pel¨ªcula ¨Cel jueves pasado, Paul Dacre, director del Daily Mail, rechaz¨® de plano estas acusaciones. Con gesto visiblemente cabreado, denunci¨® que la prensa accediera a su historial m¨¦dico y se quej¨® de la persecuci¨®n de que ha sido objeto Tinglan Hong, la madre de su hija.
La actriz brit¨¢nica Sienna Miller, expareja de Jude Law, es otra de las v¨ªctimas que ha aportado su testimonio ante Leveson. Cont¨® c¨®mo un d¨ªa reuni¨® a su madre, su hermana, su mejor amiga y a su entonces pareja, Jude Law, y les dijo: ¡°Alguien en esta sala est¨¢ mintiendo y est¨¢ vendiendo historias; uno de vosotros tiene que admitirlo¡±. Estaba convencida de que alguno de sus seres m¨¢s queridos la estaba traicionando. No pod¨ªa explicarse de otro modo que al menos 11 art¨ªculos publicados por los tabloides revelaran historias que solo hab¨ªa contado por tel¨¦fono a sus m¨¢s queridos o hab¨ªa esbozado en mensajes SMS. Durante tres meses, cambi¨® varias veces de tel¨¦fono, dej¨® mensajes falsos en buzones de los que la rodeaban para ver qu¨¦ aparec¨ªa publicado en prensa. En 2008 descubri¨® que hab¨ªa sido hackeada.
¡°Tuvo un efecto muy perjudicial en mi vida y en la de mis amigos¡±, declar¨® en el curso de su comparecencia. ¡°Hac¨ªa que me resultara complicado salir de casa¡ Me sent¨ªa asustada constantemente e intensamente paranoica¡±.
Miller fue la primera celebrity que opt¨® por llevar a NOW a los tribunales. Consigui¨® llegar a un acuerdo con el imperio de Murdoch y le indemnizaron con 100.000 libras (unos 120.000 euros) por los da?os causados y para cubrir costes legales ¨CJude Law, seg¨²n se supo el 19 de enero pasado, es la v¨ªctima que ha recibido la mayor indemnizaci¨®n hasta la fecha: 130.000 libras (unos 156.000 euros)¨C. Las investigaciones derivadas del caso de Miller permitieron dejar claro que el asunto de la intercepci¨®n de mensajes de m¨®vil no era algo exclusivo del reportero de la casa real Clive Goodman. Porque as¨ª es como comenz¨® todo este embrollo de las escuchas: con un reportero de NOW acusado de espiar a la familia real, de interceptar mensajes del pr¨ªncipe Guillermo.
CONSECUENCIAS FATALES
Las historias que las v¨ªctimas del espionaje telef¨®nico han ido contando al juez Leveson ponen los pelos de punta. J. K. Rowling, la autora de Harry ?Potter, denunci¨® que un reportero le hizo llegar una nota coloc¨¢ndola en la mochila del colegio de su hija de cinco a?os. Charlotte Church relat¨® que le ofrecieron 100.000 libras por cantar en la boda de Rupert Murdoch con Wendi Deng en 1999: eso s¨ª, si rebajaba su cach¨¦, le garantizaban una cobertura favorable en los medios de Murdoch. El excapo de la f¨®rmula 1 Max Mosley cont¨® que su vida qued¨® arruinada tras la publicaci¨®n de im¨¢genes de su participaci¨®n en una org¨ªa con simbolog¨ªa nazi. Instruy¨® a los all¨ª presentes sobre el efecto que el episodio produjo en sus hijos, amigos y esposa. Proclam¨® que la actividad sexual de cada cual no interesa a nadie mientras no genere da?os y se produzca entre adultos que consienten, algo que al otro lado del canal de la Mancha no parece estar tan claro.
¡°Etica. No s¨¦ qu¨¦ significa eso¡±, declar¨® ante el juez el due?o del tabloide ¡®Daily star¡¯
El espionaje no se ci?¨® a famosos. Cualquier familia en la que se produjese un suceso se convert¨ªa en potencial objetivo de los voraces tabloides. Algunas de las v¨ªctimas del espionaje sostuvieron que la irresponsabilidad de la prensa sensacionalista, en ocasiones, condujo a la muerte de alguno de sus seres queridos. El exfutbolista Garry Flitcroft relat¨® que las informaciones sobre su aventura extramarital contribuyeron al suicidio de su padre, que sufr¨ªa depresi¨®n. Margaret Watson, cuya hija Dianne fue asesinada por una compa?era de clase en 1991, dijo que su hijo Alan fue encontrado muerto con art¨ªculos de prensa que desfiguraban la historia de la muerte de su hermana.
'News of the World' y el drama de la confidente de Elle MacPherson
Mary-Ellen Field, m¨¢nager de Elle Macpherson, fue fulminantemente despedida por su jefa al publicarse en NOW la historia de la separaci¨®n de la modelo del financiero suizo Arpad Busson. Field trabaj¨® para Macpherson dos a?os y se convirti¨® en su confidente. Cuestiones sobre la vida privada de la modelo que comentaron por tel¨¦fono empezaron a publicarse en NOW. Despedida. Enferm¨®, pas¨® por apuros financieros, estuvo a punto de perder su casa. En una entrevista que concedi¨® a ¡®Hacked off¡¯ declar¨®: ¡°Fui acusada de cosas horribles. Perd¨ª la confianza en m¨ª misma. Han sido seis a?os, y ahora empiezo a ser capaz de contar mi historia¡±. En agosto de 2006, cuando fue arrestado el reportero de la casa real de NOW Clive Goodman y el investigador privado Glenn Mulcaire, se supo que el tel¨¦fono de Macpherson pod¨ªa estar entre los ¡®hackeados¡¯. Field se puso en contacto con la modelo para decirle que no era su culpa. Pero Macpherson no la escuch¨®.
La comparecencia de los responsables de algunos medios no ha resultado excesivamente tranquilizadora. El ejecutivo Richard Desmond, propietario de los tabloides Daily Express y del Daily Star, declar¨® el jueves 12 de enero sobre el caso Madeleine McCann. Sus medios atacaron ferozmente a los padres, Kate y Gerry McCann, present¨¢ndolos como responsables de la muerte de la ni?a desaparecida en el Algarve portugu¨¦s. ¡°S¨ª, nos equivocamos en 38 art¨ªculos sobre Madeleine¡±, declar¨® ni corto ni perezoso, ¡°?pero qu¨¦ pasa con los 65 en que acertamos?¡±. Preguntado por su acercamiento a la ¨¦tica y la moral, respondi¨®, con un par: ¡°?tica. No s¨¦ lo que significa esa palabra, tal vez me puedan ustedes explicar lo que significa¡±.
Algunos comentaristas se muestran preocupados por las conclusiones a las que pueda llegar el juez Leveson, por las consecuencias que puedan tener en t¨¦rminos de recortes a la libertad de prensa en Reino Unido. Pero si la prensa no se autorregula eficazmente, de alg¨²n modo habr¨¢ que frenar seg¨²n qu¨¦ atropellos.
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