El ajuste va en serio
La reforma laboral aprobada por el Gobierno transmite la voluntad de cumplir con Europa
El Gobierno, a trav¨¦s del ministro de Econom¨ªa, prometi¨® una reforma laboral ¡°extremadamente agresiva¡±. En ingl¨¦s, el idioma en el que se expres¨® Guindos, se dice tambi¨¦n de algo que se hace de forma decidida, con determinaci¨®n. Pues bien, en sus grandes directrices, el que aprob¨® ayer el Consejo de Ministros parece un mensaje contundente a los mercados y a las autoridades europeas de la voluntad de ajuste en Espa?a. Los pilares de este cambio laboral son la generalizaci¨®n del contrato con una indemnizaci¨®n por despido de 33 d¨ªas y un tope de 24 mensualidades, m¨¢xima flexibilidad para que las empresas puedan acogerse a la v¨ªa del despido procedente (20 d¨ªas por a?o trabajado de indemnizaci¨®n), puesto que se suprime la autorizaci¨®n administrativa en los expedientes de regulaci¨®n de empleo (ERE), y la creaci¨®n de un nuevo contrato indefinido para pymes orientado a aumentar la contrataci¨®n de j¨®venes.
La reforma apunta adem¨¢s una nueva cultura de la negociaci¨®n colectiva. Las empresas y los trabajadores tendr¨¢n m¨¢s margen para negociar los horarios, la jornada laboral y los salarios, y los convenios acordados en ese marco tendr¨¢n prioridad sobre los sectoriales. A falta de conocer el texto exacto del decreto ley, se vislumbra que la posibilidad de descuelgue de los convenios sectoriales o territoriales puede permitir a las empresas y a los trabajadores intercambiar salario por empleo; la destrucci¨®n de empleo, el primer problema del ruinoso mercado de trabajo espa?ol, podr¨ªa cauterizarse as¨ª con eficacia.
Donde tambi¨¦n ha avanzado esta reforma es en precisar las causas objetivas del despido. Encadenar tres trimestres de ca¨ªda en las ventas permitir¨¢ poner en marcha el mecanismo de ajuste del empleo. Tambi¨¦n reviste cierto inter¨¦s el condicionar las prestaciones de paro a la prestaci¨®n de servicios a la comunidad.
Una buena parte de la contrataci¨®n que propone el Gobierno es bienintencionada, pero necesita de un enfoque m¨¢s n¨ªtido. De entrada, porque donde parec¨ªa conveniente simplificar el n¨²mero de contratos, el Gobierno ha terciado creando uno nuevo. Eso s¨ª, este es tan ventajoso que resulta probable que acabe desplazando a los dem¨¢s. Ese ¡°contrato indefinido estable¡±, pensado para empresas de menos de 50 trabajadores y con ayudas de 3.000 euros en el primer contrato para un menor de 30 a?os, implica que, por primera vez en Espa?a, se puede compatibilizar el sueldo con la prestaci¨®n y deducir hasta el 50% la prestaci¨®n de las cuotas a la Seguridad Social.
Tambi¨¦n habr¨ªa sido ¨²til asociar la compatibilidad del salario con la prestaci¨®n por desempleo en el contrato estable a tiempo parcial de los j¨®venes porque, de esa manera, la empresa contratar¨ªa solo al trabajador que necesita y habr¨ªa un ahorro importante en est¨ªmulos p¨²blicos.
Lo que no resulta muy convincente es la receta para acabar con la dualidad en el mercado de trabajo. B¨¢?ez cree que prohibiendo el encadenamiento de contratos temporales a partir del 31 de diciembre de este a?o acabar¨¢ con el problema. No es cierto. Es un argumento similar a prohibir las subidas de precios para acabar con la inflaci¨®n.
En s¨ªntesis, la reforma es profunda y significativa en el aspecto de las indemnizaciones y en la precisi¨®n de las causas objetivas de despido, aunque deber¨ªa reformular mejor c¨®mo y d¨®nde deben aplicarse los est¨ªmulos a la creaci¨®n de puestos. De esa forma, adem¨¢s de convencer a las autoridades europeas de la voluntad de realizar reformas econ¨®micas, se conseguir¨¢ optimizar la creaci¨®n de empleo cuando se produzca la reactivaci¨®n de la econom¨ªa.
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