Pintan bastos contra Copas
El Real Madrid se ha negado a ceder el Bernab¨¦u para la final de la Copa del Rey
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Algarab¨ªa de tertulianos deportivos, sordo rumor de centralismo revenido: el Real Madrid ha denegado el Santiago Bernab¨¦u para disputar la final de Copa, que jugar¨¢n dos equipos perif¨¦ricos, uno de las ¡°provincias traidoras¡± (Athletic Club de Bilbao) y el otro humillador reincidente del Real Madrid (el Barcelona). La explicaci¨®n oficial es que el club iniciar¨¢ ¡°obras inaplazables¡± cuando termine la Liga; la oficiosa dice que el Barcelona no quiso ceder el Nou Camp para que el Real Madrid y el Zaragoza jugaran la final de Copa en 2003 y hay que vengarse (aunque la acusaci¨®n sea una invenci¨®n); la comidilla oficiosa sugiere que el presidente del Madrid no va a tolerar que el Barcelona gane un t¨ªtulo en su estadio. La tosquedad de la primera raz¨®n convierte a las dos ¨²ltimas en muy probables. Al fin y al cabo, el Real Madrid, de la mano de Jose (as¨ª, sin tilde, como Aznar) Mourinho, est¨¢ escribiendo una revisi¨®n monumental de los t¨¦rminos se?or¨ªo y deportividad. De la obra est¨¢n ya escritos varios tomos que consagran grandes hallazgos conceptuales.
Por ejemplo, es se?or¨ªo culpar a los ¨¢rbitros de las derrotas, meter el dedo en el ojo a los entrenadores rivales y agredir o pisar al contrario. El ¨²ltimo grito en deportividad consiste en que el entrenador del club se?orial espere al ¨¢rbitro en el aparcamiento, recostado en un veh¨ªculo con aires de matasiete y, cuando aparece el trencilla, lo apostrofe con un ¡°?C¨®mo te gusta joder a los profesionales!¡± expeliendo lumbre por un colmillo. En fin, el ¨²ltimo tomo de esta revisi¨®n enciclop¨¦dica ilustra c¨®mo se puede convertir en principio y gu¨ªa de gesti¨®n deportiva ese resentimiento de barra de bar (¡°?Nos roban!¡± o ¡°?Vienen a silbar y abuchear al himno nacional!¡±), que alientan sin desmayo los tertulianos de extrema derecha. Las sotas de bastos no toleran a los reyes de Copas.
Pero ?a qui¨¦n conmueven la Copa del Rey, la deportividad o las beater¨ªas sobre medios y fines? Lo que importa es que, con Jose Mourinho de m¨¦dium, la direcci¨®n del Madrid ha entrado en uni¨®n m¨ªstica con esa afici¨®n, los entra?ables Ultrasur, que canta ¡°?Pepe, m¨¢talos!¡± y pide que la final se juegue en Chern¨®bil. Sociedad de apoyos mutuos se llama esa figura.
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