Algo m¨¢s que reformas
Los mercados castigan la indecisi¨®n sobre Grecia y esperan pol¨ªticas de reactivaci¨®n
Al mismo tiempo que el Congreso aprobaba por amplia mayor¨ªa la reforma financiera, el mercado de valores registraba una ca¨ªda importante, sobre todo en los valores bancarios, acosado por el empeoramiento notable en varios frentes econ¨®micos. Para empezar, las autoridades europeas siguen sin resolver la crisis griega, a pesar de las innumerables cumbres y negociaciones que han dedicado a la cuesti¨®n y de los ajustes presupuestarios, algunos humillantes, a los que se ha comprometido el pa¨ªs.
Los inversores dan por muy probable que Grecia carece de soluci¨®n y que, de tenerla, ser¨¢ tan onerosa que acabar¨¢ por contagiar a los pa¨ªses perif¨¦ricos (Espa?a entre ellos). Para continuar, el INE confirmaba ayer que durante el ¨²ltimo trimestre de 2011, el PIB espa?ol se contrajo el 0,3%, con perspectivas peores para 2012. Adem¨¢s, Moody¡¯s baj¨® la calificaci¨®n de ocho autonom¨ªas y las cotizaciones de los bancos se desplomaron debido al regreso de las especulaciones a la baja despu¨¦s de la prohibici¨®n.
En este c¨®ctel de noticias entre malas y p¨¦simas brilla la decisi¨®n del PSOE de apoyar la reforma financiera propuesta por el PP, que en resumen es una prolongaci¨®n de la que aprob¨® el anterior Gobierno socialista. Para entender la importancia de esta decisi¨®n pol¨ªtica basta con recordar que la solvencia de un pa¨ªs se mide tambi¨¦n por el grado de acuerdo que se registra entre los partidos mayoritarios acerca de las medidas econ¨®micas aplicadas para enfrentarse a la crisis financiera y la recesi¨®n. Este acuerdo no ha existido en la ¨²ltima legislatura, debido a la estrategia de crispaci¨®n del PP. Si con el PSOE en la oposici¨®n puede desarrollarse de manera razonable ser¨¢ un instrumento eficaz para mantener la solvencia espa?ola.
La reforma financiera no es tan dr¨¢stica como ha tratado de aparentar el ministerio (aproximadamente la mitad de los esfuerzos te¨®ricos exigidos ser¨¢n ajustes contables) y se mantiene el riesgo de que las fusiones concretadas no sean las m¨¢s convenientes. No es ocioso que el Banco Central Europeo (BCE) insista en lo perjudiciales que resultan las fusiones entre entidades d¨¦biles. Es un problema de esta reforma, como lo fue de las anteriores, que no exista apenas control ni criterio sobre la concentraci¨®n financiera, a pesar considerarse la piedra angular de la reforma.
Pero la lecci¨®n que cabe extraer de la jornada de ayer es que no basta con enunciar, anunciar y aprobar cambios normativos; porque si bien las autoridades pol¨ªticas europeas suelen recibirlos con aprobaci¨®n (a veces protocolaria), los inversores no son tan f¨¢ciles de contentar. Esperan resultados y, en el caso de la nueva vuelta de tuerca a la reforma financiera, siguen operando con el criterio de que las nuevas provisiones son insuficientes, que el d¨¦ficit de las autonom¨ªas es una inc¨®gnita que este Gobierno no sabr¨¢ despejar y que Espa?a no tiene todav¨ªa una pol¨ªtica econ¨®mica de reactivaci¨®n que avale su volumen de deuda.
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