As¨ª es como Mecano esquiva su leyenda
Los rumores sobre la reuni¨®n del grupo m¨¢s exitoso del pop espa?ol no acaban de fraguar Ana Torroja s¨ª ha anunciado una gira para marzo, pero en solitario ?En qu¨¦ andan metidos los hermanos Jose Mar¨ªa y Nacho cano?
Treinta y un a?os despu¨¦s de su primer ¨¦xito con Mecano, Jos¨¦ Mar¨ªa Cano (Madrid, 1959) anda buscando los guiones y tablaturas de sus canciones en sus lujosas mansiones de Londres y Madrid. Hace tiempo que dej¨® de tocar y necesitar¨¢ practicar a fondo si los rumores sobre la reuni¨®n del tr¨ªo acaban por fraguar. Los fracasos de Luna, su intento oper¨ªstico de 1997, su sello discogr¨¢fico y su ¨¢lbum en solitario le han mantenido apartado de la m¨²sica y centrado en sus pinceles, con los que ha conseguido mejor aceptaci¨®n.
Su hermano menor, Nacho (Madrid, 1963), se dedica ahora al bikram, una modalidad del yoga que se practica a 40 grados y le ha servido para poner los pies en tierra. Ha fundado un centro en Miami y se entrega a su promoci¨®n con entusiasmo. El precio, 50 d¨®lares por semana. Nicol¨¢s Vallejo-N¨¢jera y Paulina Rubio ayudan asistiendo a la apertura.
Detr¨¢s de la voz electr¨®nicamente tratada de Ana Torroja (Madrid, 1959) existe una mujer celosa de su intimidad que vive en Tarifa y est¨¢ en paz consigo misma y su pasado musical. Ha anunciado que retomar¨¢ la carretera en marzo. Ocho ciudades, en peque?o formato. Y en solitario. Entonces, ?en qu¨¦ qued¨® la noticia sobre la reuni¨®n del tr¨ªo disparada en noviembre?
Lo mejor es un telefonazo a la oficina de RLM, m¨¢nager del grupo. ¡°Buenos d¨ªas, quisiera informaci¨®n sobre la gira de Mecano¡±. Telefonista: ¡°?Qu¨¦ gira?¡±. En la web oficial, zonamecano.com, sin embargo, figura un enlace a un perfil en Twitter llamado @quevuelvamecano. Tiene 450 seguidores y 64 tuits.
La persona que m¨¢s sabe del grupo es Javier Adrados, promotor discogr¨¢fico y autor de Los tesoros de Mecano, editado por Planeta. Su colecci¨®n de memorabilia y fetiches es asombrosa. ¡°Es secreto de Estado¡±, dice respecto a la posible reaparici¨®n. Ha trabajado para Jos¨¦, Ana y Nacho, y cuenta con la promesa impl¨ªcita de que va a ocuparse de la promoci¨®n cuando la reuni¨®n tenga lugar. ¡°Considero que nos deben una gira¡±, concede.
EL T?NEL DEL TIEMPO
Corre el final de los setenta. Jos¨¦ Mar¨ªa ha deseado ser m¨²sico toda la vida, pero sus padres le obligan a matricularse en la Universidad y empieza arquitectura en Valencia. Se le da bien el dibujo, pero solo aguanta dos cursos. Sus lamentos y quejas son constantes, lo suyo es verdadera vocaci¨®n musical. A los estudiantes aplicados su cantilena les resulta un poco desalentadora, y todos se acordar¨¢n de ¨¦l cuando, tres a?os despu¨¦s, comienzan a verle en TVE.
De vuelta a Madrid, y junto a Ana, novieta de la adolescencia, canta en colegios, fiestas y pubs. Se presenta a un concurso televisivo entre orquestas de verbena y tonadilleras. Con peloafroy poca voz, canta, con toda su alma, Al alba, de Aute. Quiere ser cantautor. Le acompa?an Ana, con melenita, y Nacho, a la guitarra.
La cr¨ªtica especializada lider¨® con ¨¦xito un boicot para evitar que la ¨®pera de Jos¨¦ Mar¨ªa, 'Luna', se estrenara en el Teatro Real de Madrid
El menor de los hermanos est¨¢ igualmente obsesionado con la m¨²sica. Formar¨¢ el grupo Prisma con otras dos promesas de la m¨²sica espa?ola, Toti ?rboles y Eduardo Benavente, que fallecer¨¢n prematuramente.
Al tiempo, tres j¨®venes muy maquillados y disfrazados posan en un decorado grecorromano de escayola. Un adinerado hombre del negocio textil, padre de los dos chicos de la foto, compra un lote de discos para promocionar al grupo. La discogr¨¢fica se cree que el centenar de copias salido de sus almacenes en un solo d¨ªa son ventas reales y se vuelca en apoyar al tr¨ªo. Los Cano hab¨ªan visitado todas las compa?¨ªas diciendo que estaban a punto de fichar con la competencia. CBS pica el anzuelo, pero les contrata por un solo sencillo. Hoy no me puedo levantar, escrito por Nacho, un muchacho de 17 a?os, sorprende a propios y extra?os. Con todo, publicar un segundo es toda una haza?a en 1981.
Se visten en Ararat, una tienda de la calle del Almirante, hasta la llegada a Madrid del dise?ador Antonio Alvarado, que colabora en su estudiada imagen hasta ¡°un pel¨ªn antes de Barco a Venus¡±. ¡°Luego les dio por elegir la ropa a ellos¡±, aclara. ¡°El m¨¢s atrevido era Nacho, Jos¨¦ era m¨¢s conservador, y Ana era la que m¨¢s se dejaba aconsejar. Una figura muy proporcionada, nunca ha tenido problemas con la ropa¡±.
En el v¨ªdeo de Me col¨¦ en una fiesta, Jos¨¦ y Nacho llevan unos trajes retro, copiados de las ¨²ltimas fotos de Spandau Ballet, que encargaron a una sastrer¨ªa del espect¨¢cu?lo de la plaza de Tirso de Molina. Van adquiriendo osad¨ªa con el ¨¦xito. La compa?¨ªa y las emisoras se vuelcan. Los hermanos deciden quedarse en la casa de sus padres en la madrile?a calle de R¨ªos Rosas cuando estos se mudan a un chalet. Alvarado les visita. ¡°Su madre era encantadora¡±, rememora. ¡°?Y la familia de Ana? ?Qu¨¦ te puedo contar? Son de clase alta, pero muy liberales¡±. El padre de la cantante, entonces director de la Escuela de Caminos, concede permiso para celebrar all¨ª conciertos de pop y rock que apuntalar¨¢n la movida madrile?a.
Su hom¨®nimo ¨¢lbum de debut es bien recibido y el gran reto ahora es el directo. Calientan motores en la periferia y dejan Madrid y Barcelona para diciembre de 1982. Para esa ¨²ltima cita, Torroja elige un vestido rosa entre bailarina de tut¨² y Pap¨¢ Noel con algo que el comentarista de EL PA?S describe como ¡°orlas de pielecilla¡±. ¡°Era marab¨²¡±, puntualiza Alvarado, creador del dise?o. El tr¨ªo se juega mucho y contrata a Trident, la mejor empresa de la ¨¦poca para luces, llamas, plataformas y rayos l¨¢ser, pero el sonido, seg¨²n las cr¨®nicas, deja todav¨ªa mucho que desear.
ALTOS Y BAJOS
La fiebre Mecano se dispara. En 1983, un anuncio de las oficinas espa?olas de turismo en Europa usa Barco a Venus sin percatarse de que su letra habla de un drogadicto. Nacho se ve due?o de una peque?a fortuna que gasta en un ostentoso Alfa Romeo con el que lleva a las periodistas a Rock-Ola, aunque ¨¦l no acaba de decidirse a entrar en la c¨¦lebre sala de conciertos. A diferencia de otras estrellas comerciales de la ¨¦poca, como Antonio Flores, los miembros de Mecano no se acercan a ver a otros grupos. No se les ve compadrear en los locales de ensayo ni en los bares musicales. Quiz¨¢ por ello, y a pesar de sus esfuerzos desesperados, nunca ser¨¢n aceptados por la modernidad.
A imitaci¨®n de Alaska, que presume de ser bodybuilder, se apuntan a un gimnasio. Los Cano se ponen enormes. Ya no volver¨¢n a llevar camisas para actuar, y mucho menos mangas. A su vez, empieza la carrera por la desnudez de Ana Torroja. ¡°Un cuerpo bonito es mejor que un cuerpo feo, sobre todo si tienes que ense?arlo¡±, declara. En un show de variedades de TVE bromea present¨¢ndose a s¨ª misma: ¡°La cantante es guap¨ªsima y¡ ?tiene unas piernas!¡± (Alvarado revela ahora que a Torroja nunca le gustaron sus tobillos y que por ello siempre calza botitas tobilleras). En otra ocasi¨®n, una c¨¢mara capta el cambio de expresi¨®n de la cantante cuando el presentador la define como ¡°modosita¡±. Todo su exhibicionismo no consigue convertirla en una mujer dura y depravada a la moda de la ¨¦poca.
Celoso de los bombazos comerciales que factura Nacho, Jos¨¦ Mar¨ªa comienza a colaborar con Joan Albert Amarg¨®s, compositor de una importante obra cl¨¢sica. ¡°[Jos¨¦ Mar¨ªa] Te va diciendo: ¡®Prueba esto, prueba lo otro¡¯, y t¨² vas ense?¨¢ndole una paleta, como un pintor. Expones varias l¨ªneas y muchas veces acabas decidiendo t¨²¡±, recuerda hoy el pianista y arreglista catal¨¢n de las sesiones de trabajo con el mayor de los Cano. Una simbiosis habitual en esta industria que resta sentido a las sospechas que despert¨® el s¨²bito salto cualitativo de sus composiciones. ¡°Existen cuestiones t¨¦cnicas que Jos¨¦ Mar¨ªa no pod¨ªa subsanar y eligi¨® rodearse de gente con experiencia. Este oficio no se aprende en dos cursillos¡±, le disculpa Amarg¨®s. Nadie cree tampoco que Nacho fuera capaz de reproducir en directo los virtuosos toques flamencos de Tomatito en Por la cara, uno de los cortes del posterior Descanso dominical (1988), pero en el v¨ªdeo lo parece, y adem¨¢s da igual.
En el ¨¢lbum Entre el cielo y el suelo (1986), Jos¨¦ Mar¨ªa empieza a componer preciosidades. Todos los singles menos uno son suyos. La industria se da cuenta de que Nacho ha perdido la exclusiva de la f¨®rmula vendedora. Wikipedia recoge hasta 30 versiones internacionales de Hijo de la luna, escrita por su hermano mayor. Con Descanso dominical y Aidalai (1991), recorren Espa?a y Latinoam¨¦rica en loor de multitudes. Sudorosos y convulsos, los Cano flanquean desde sus enormes torres a una Torroja que recorre las tablas con los pasitos bien aprendidos de su core¨®grafo, Giorgio Aresu, del Ballet Zoom de TVE. Si no hace el mono en escena, declara, se aburre. En Castell¨®n, la cantante se cae de un escenario de dos metros y medio de altura. Con una fisura de coxis, termina la gira cantando sobre un coj¨ªn. Cada vez lleva menos ropa.
Las tensiones internas del grupo son tan aparentes que el p¨²blico empieza a fantasear y circulan todo tipo de rumores: los Cano se odian, su competici¨®n por lograr el mayor ¨¦xito ha dejado de ser fraternal y andan a tortas. Tras la disoluci¨®n del tr¨ªo en 1993 y ante el escepticismo inicial de muchos, Ana Torroja consigue labrarse una carrera en solitario de nueve ¨¢lbumes. Desde siempre, mantiene una relaci¨®n especial con sus fans y llama por su nombre de pila a muchos de ellos. Cuando, ya entrada la d¨¦cada de los 2000, se entera de que uno de ellos es seropositivo, se presenta en el centro m¨¦dico donde le est¨¢n tratando para actuar gratis ante todos los internos. Empieza tambi¨¦n a aparecer en los medios por motivos extramusicales. En 2009, la Agencia Tributaria atribuye a la cantante, que aduce residencia fiscal en Reino Unido, una deuda fiscal de m¨¢s de 600.000 euros. Con su habitual discreci¨®n, Torroja declina hacer declaraciones.
El padre de los? Cano compr¨® un lote de copias de su ¡®single¡¯ de debut. el sello crey¨® que eran ventas reales y se volc¨® en apoyar al tr¨ªo
Adem¨¢s de firmar cuatro ¨¢lbumes en solitario y cosechar un ¨¦xito considerable con los sencillos Vivimos siempre juntos y El amargo del pomelo, Nacho triunfa en 2005 como director de una comedia musical basada en las canciones de Mecano, Hoy no me puedo levantar. Dos a?os despu¨¦s, un cambio en la productora y las diferencias con ella aireadas por el propio m¨²sico acaban en su destituci¨®n. Lo vuelve a intentar con dos nuevos espect¨¢culos, A y Mecadance. Conmocionado por la figura de la Madre Teresa de Calcuta, los temas espirituales entran definitivamente a formar parte de su vida. Hoy sigue tremendamente en forma a pesar de algunos achaques. No se ha metido en ning¨²n l¨ªo desagradable que se sepa y sigue siendo budista y vegetariano.
Jos¨¦ Mar¨ªa tambi¨¦n atraviesa una etapa m¨ªstica. En 1997 bautiza con el nombre de Santa Teresa su editorial de canciones. Compone para Fran?oise Hardy y el Real Madrid, que le encarga el himno de su centenario. Con su proyecto oper¨ªstico pierde 40 millones de las antiguas pesetas. La cr¨ªtica especializada se ensa?a y lidera con ¨¦xito el boicot para evitar que Luna se estrene en el Teatro Real de Madrid. El autor del verso ¡°magdalenas de sexo convexo¡± se refugia en la pintura, que le reporta muchas satisfacciones. Emplea t¨¦cnicas complicadas y firma Cano de Andr¨¦s. Seg¨²n el Times de Londres, la ¡°profundidad transl¨²cida¡± de su obra ¡°le da un aspecto de escultura m¨¢s que de pintura¡±. Una colaboradora trata de aguar la fiesta contando a la prensa sensacionalista que es ella quien hace todo. Nadie hace caso.
La historia de su divorcio ha hecho correr mucha tinta. Jos¨¦ conoce a una azafata en un vuelo que termina quedando embarazada. Deciden casarse y nace un hijo, Daniel, pero el matrimonio hace agua. La mujer acusa a Jos¨¦ de malos tratos, cuenta al juez historias truculentas y pide much¨ªsimo dinero. El m¨²sico consigue finalmente la custodia compartida del ni?o, pero queda muy afectado. Recientemente ha sido fotografiado con una modelo.
?Volver¨¢ Mecano a recorrer los escenarios a lomos de sus estribillos juguetones? ?Repetir¨¢ sus montajes espectaculares o preferir¨¢ la cercan¨ªa del p¨²blico en tiempos de crisis? Poco importa: en la memoria colectiva de la Espa?a contempor¨¢nea siempre habr¨¢ un rinconcito para ellos.
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