Una investigaci¨®n in¨²til

No me ha sorprendido en absoluto que una de las primeras medidas ¡ªdebo reconocer que s¨®lo tengo constancia de ¨¦sta¡ª que ha tomado el nuevo fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, haya sido investigar los restos de uno de los trenes, la chatarra de uno de los vagones de los atentados del 11-M.

?Por qu¨¦ ese inter¨¦s, casi enfermizo, en revolver un asunto tan triste como juzgado y esclarecido? Muy sencillo. El poder puede perderse y volver a recuperarse, pero otras cosas, no. La conciencia colectiva de parte de la derecha de este pa¨ªs, encarnada y representada por Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, que apoy¨® la guerra de Irak, sabe que los atentados del 11 de marzo de 2004 fueron una nefasta consecuencia m¨¢s de aquella decisi¨®n.

Lo saben ellos, como lo sabemos todos, aunque no pueda demostrarse, que posiblemente, s¨ª. No fue ETA, pero todav¨ªa queda quien se agarra a cualquier clavo ardiendo, a cualquier chatarra, para quitarse de encima aquellos muertos.

No es f¨¢cil acallar la conciencia. Pasar¨¢n a?os y es muy posible que haya alg¨²n fiscal que, como Torres-Dulce, mande investigar una colilla o un mondadientes recogido en uno de los andenes de aquel tr¨¢gico accidente, pero seguir¨¢ siendo una b¨²squeda in¨²til para intentar justificar una decisi¨®n desastrosa como fue la guerra de Irak.¡ª Jos¨¦ Mar¨ªa Andr¨¦s Sierra.