Cardenales estre?idos y artistas que nunca comen en casa

Si se dan un garbeo por Londres y cogen el metro por la tarde, no dejen de echar un vistazo al Evening Standard. No les costar¨¢ un penique, porque este diario antes de pago ahora se reparte by the face, y le servir¨¢ para salirse un poco del raca-raca con la crisis en la que estamos medi¨¢ticamente inmersos en Espa?a. Una de las historias del ejemplar que cay¨® en mis manos esta semana hablaba del jefe de la Iglesia cat¨®lica en Escocia, envuelto en una fuerte pol¨¦mica tras calificar de ¡°aberraci¨®n¡± el matrimonio gay y comparar su legalizaci¨®n con la de la esclavitud. Por un lado me alegr¨® comprobar que la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica brit¨¢nica se alimenta con la misma dieta pobre en fibra que la espa?ola, a la vista del estre?imiento cr¨®nico reflejado en sus declaraciones. Por otro, como me hizo notar un amigo con mucha retranca, en toda relaci¨®n formalizada hay algo de esclavitud, por lo que lo del cardenal O¡¯Brien podr¨ªa ser una iluminaci¨®n.

El otro art¨ªculo que me encant¨® fue una entrevista con Gilbert & George. A punto de estrenar su nueva exposici¨®n en varias capitales del mundo de forma simult¨¢nea, la extra?a pareja del arte brit¨¢nico regalaba a la periodista un rosario de perlas. ?Qu¨¦ os parece la ¨²ltima exposici¨®n de la Tate Britain, con artistas nacidos fuera, pero que trabajan en Reino Unido? ¡°Racista en extremo¡±. ?Vais a museos y galer¨ªas? ¡°Jam¨¢s, no queremos ser contaminados por otro arte¡±. ?Qu¨¦ os parecen las protestas de St Paul (el equivalente local al 15-M)? ¡°Son unos hippies y unos idiotas. Preferimos estar del lado de los banqueros que del de unos mocosos veganos que viven de los subsidios¡±.

Quiz¨¢ la explicaci¨®n a este festival verbal la encontremos tambi¨¦n en la nutrici¨®n. Gilbert & George no comen jam¨¢s en su casa: ni siquiera una galletita con un t¨¦ a media tarde. Prefieren tomar raciones a medias en restaurantes de su barrio, Hackney (mit¨®manos, visiten el Mangal 2, un turco en el que, seg¨²n me cont¨® una residente en la zona, suelen estar como clavos a las ocho de la tarde). ?Se imaginan ustedes los efectos en el organismo de semejante pr¨¢ctica? Yo lo hago un mes y me entierran con el es¨®fago calcinado por la acidez. As¨ª que no me extra?a nada que G&G tengan arrestos para decir lo que dicen. O igual es que son geniales y han venido al mundo para divertirnos, como los obispos.