Huelga a los 100 d¨ªas

Al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, los sindicatos le han convocado la huelga general que ¨¦ste ten¨ªa ya descontada desde enero. Sin discutir la legitimidad de la mayor¨ªa parlamentaria para tomar decisiones, Comisiones Obreras y UGT han fijado el 29 de marzo como fecha del paro general contra una reforma laboral que califican de ¡°imprudente¡± y de una ¡°brutalidad sin precedentes¡±. La presi¨®n le llega a Rajoy a los 100 d¨ªas de la jura del cargo, y ser¨¢ justo en v¨ªsperas de presentar unos Presupuestos del Estado que deber¨ªan resultar convincentes para las instituciones europeas. Lo cual puede permitirle cargarse de raz¨®n contra los que dudan de la sinceridad de su plan de ajuste, tras negarse a cumplir el objetivo de d¨¦ficit fijado por la UE.

La econom¨ªa espa?ola, sin embargo, no necesita una huelga general. El hecho de que haya sido convocada augura un empeoramiento del clima pol¨ªtico y social. Si fracasan en su demostraci¨®n contra la reforma laboral, los sindicatos se habr¨¢n disparado un tiro en el pie, frente a un partido mayoritario que nunca ha compartido sus tesis, por m¨¢s que se proclamara el defensor de los trabajadores cuando estaba en la oposici¨®n. Y si la huelga triunfa, nada garantiza que Rajoy disponga de margen para volver grupas: m¨¢s bien al contrario.

Los sindicatos han reaccionado como quien est¨¢ acorralado. Se quejan de haber dado muestras de moderaci¨®n, en referencia al acuerdo de contenci¨®n de salarios pactado recientemente con CEOE y Cepyme, y de haber sido correspondidos por el Gobierno con una reforma unilateral y dr¨¢stica. Argumentos comprensibles, lo mismo que nadie discute su derecho constitucional a recurrir al paro general. Pero hay que tener en cuenta la frialdad ciudadana: existe una brecha entre el rechazo a la reforma y la confianza en una huelga. Para m¨¢s de dos tercios de los espa?oles, esta no solucionar¨ªa nada y empeorar¨ªa m¨¢s la situaci¨®n econ¨®mica, seg¨²n la encuesta de Metroscopia publicada por este peri¨®dico el domingo pasado.

Las huelgas generales de 1988, 2002 y 2010 contra Felipe Gonz¨¢lez, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, respectivamente, se produjeron cuando estos jefes de Gobierno llevaban varios a?os de mandato; por el contrario, el Ejecutivo de Rajoy cuenta con la ventaja de que apenas ha tenido tiempo de desgastarse. Lo cual tampoco garantiza un respaldo sin fisuras, que solo vendr¨ªa de una mejor¨ªa real en la situaci¨®n del empleo.

Las manifestaciones sindicales convocadas para ma?ana ser¨¢n la primera prueba de la reacci¨®n suscitada por la convocatoria de huelga. Antes de que las cosas lleguen a mayores se deber¨ªa conceder una nueva oportunidad al di¨¢logo. La tramitaci¨®n como proyecto de ley del decreto-ley en vigor invita a ello. De lo contrario, la continuidad de la prueba de fuerza en curso asegurar¨ªa una mayor radicalizaci¨®n y a?adir¨ªa incertidumbre al clima general de pesimismo y recesi¨®n.