La cultura del miedo
Que el sistema capitalista es ampliamente aceptado por la mayor¨ªa de la sociedad es un hecho conocido, para muchos es, adem¨¢s, el mejor y ¨²nico sistema v¨¢lido para lograr una sociedad desarrollada y con unos niveles de bienestar adecuados a los deseos ciudadanos. Pero lo que no estaba tan claro era el grado de interiorizaci¨®n de dicha aceptaci¨®n. ?Qu¨¦ nos pasa? Estamos tan sumamente subyugados por los cantos de sirena de los poderosos sobre las bondades del modelo, que asistimos con normalidad patol¨®gica al desmantelamiento y liquidaci¨®n de un pa¨ªs moderno, desarrollado e integrado en la Uni¨®n Europea como es Grecia; nuestra pasividad es m¨¢s grave si tenemos en cuenta que muchos de nosotros lo vemos como algo en el que el ¨²nico culpable es el pa¨ªs heleno y que el sistema es poco menos que perfecto y solo se limita a ajustar los desaguisados de los pa¨ªses. Viendo el grado de aceptaci¨®n, los principales beneficiarios de las ¡°bondades del sistema¡± han dado un paso m¨¢s y, a trav¨¦s del p¨¢nico provocado por una grav¨ªsima crisis, se han propuesto desmantelar el Estado de bienestar y redireccionar toda esa ingente cantidad de dinero p¨²blico hacia sus corporaciones, quedando desprotegidos la mayor¨ªa de los ciudadanos.
Ahora hay varios pa¨ªses al borde del precipicio, entre ellos Espa?a. ?Vamos a seguir creyendo en el modelo como un dogma de fe y permitir la ca¨ªda de esos pa¨ªses? ?Permaneceremos imp¨¢vidos o nos debemos plantear que es posible otra alternativa? Lo creamos o no, en nosotros est¨¢.¡ª Miguel Romano Romero.
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