La fuga de capitales es una hemorragia para ?frica
Esta entrada ha sido escrita por Alex Prats desde Londres.
El expresidente del Zaire, Mobutu Sese Seko (a la derecha) fue uno de los clept¨®cratas m¨¢s celebres de ?frica.
Hace unos d¨ªas publicaba en este blog una entrada pregunt¨¢ndome si se deb¨ªa doblar la ayuda al desarrollo (AOD) o reducirla a la mitad. Lo ideal ser¨ªa hacer lo segundo, pero eso solo es posible si se producen avances tangibles en otros ¨¢mbitos de la financiaci¨®n del desarrollo. Hoy les voy a hablar de uno de los principales: reducirlos flujos financieros ilegales.
De acuerdo con la investigaci¨®n publicada por Global Financial Integrity, 854.000 millones de d¨®lares salieron de ?frica subsahariana de forma ilegal entre los a?os 1970 y 2008. Esta cifra es el doble de la AOD recibida por esta regi¨®n en el mismo per¨ªodo; cuatro veces la deuda que acumulaba a finales del 2008; y el 82% de su PIB en ese mismo a?o. Durante el per¨ªodo analizado, los flujos financieros ilegales crecieron cada a?o una media del 11,9%. La realidad es esta: ?frica se desangra.
Si la cifra les sorprende, tengan en cuenta que se trata de la estimaci¨®n m¨¢s conservadora. Realizando algunos ajustes, la estimaci¨®n de Global Financial Integrity alcanza la friolera de 1,8 billones de d¨®lares. Y esta cifra todav¨ªa excluir¨ªa la fuga de capitales asociada al contrabando, el tr¨¢fico humano, la violaci¨®n de derechos de propiedad intelectual y otras actividades ilegales imposibles de cuantificar de forma m¨ªnimamente fiable.
Imagino que no hace falta ahondar demasiado en las implicaciones que esto tiene en la lucha contra la pobreza. Ante esta situaci¨®n, a uno le da a veces la tentaci¨®n de pensar que la Ayuda Oficial -la estrella en el debate sobre c¨®mo se debe financiar el desarrollo- puede estar actuando como un Arma de Distracci¨®n Masiva respecto a otras v¨ªas que podr¨ªan resultar m¨¢s justas y m¨¢s eficaces.
La fuga ilegal de capitales se produce a trav¨¦s de diferentes v¨ªas, pero hay dos que destacan especialmente: la primera es la acumulaci¨®n de la llamada deuda ileg¨ªtima u odiosaen los pa¨ªses en desarrollo, especialmente en ?frica. Seg¨²n explican L. Ndikumana y J. Boyce su libro Odious Debts, por cada d¨®lar que entra en ?frica subsahariana como pr¨¦stamo externo, 60 c¨¦ntimos se escapan en el mismo a?o para engrosar el saldo de cuentas bancarias privadas en el extranjero, a menudo depositadas en el mismo banco del que sali¨® inicialmente el pr¨¦stamo. La segunda v¨ªa, m¨¢s importante a¨²n que la anterior, es la evasi¨®n fiscal llevada a cabo por algunas multinacionales, lo que supone un important¨ªsimo coste de oportunidad para las econom¨ªas locales.Diversos expertos en la cuesti¨®n, como Richard Murphy (autor del blog Tax Research), sostienen que, en uno y otro caso, los para¨ªsos fiscales y algunos bancos internacionales son piezas necesarias en la fuga ilegal de capitales.
Hay un consenso global sobre la necesidad de que los pa¨ªses en desarrollo generen de forma aut¨®noma y sostenible recursospara dedicarlos a la lucha contra la pobreza. Debemos insistir en un aumento de la AOD, pero tambi¨¦n en que los pa¨ªses de la OCDE, las Naciones Unidas o la Uni¨®n Africana dejen de cerrar los ojos ante la acci¨®n de multinacionales y gobiernos irresponsables. Si de verdad hay voluntad pol¨ªtica en el Norte y en el Sur para erradicar la pobreza, que se ponga por favor freno a esta hemorragia.
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