La violencia tiene cara en M¨¦xico
Por Paula Chouza El rostro de una mujer de 83 a?os con la cara golpeada reflejada en una lona de 18 metros cuadrados se levanta en los cerros del municipio mexicano de Ecatepec de Morelos, al norte del Distrito Federal. Su imagen revela el drama de la violencia dom¨¦stica, con un esposo de 87 a?os que la maltrata habitualmente, como aquel que fustiga a un caballo porque forma parte de su doma. Muy cerca, el retrato de una ni?a de apenas 12 a?os que sufre un trauma y no puede salir de casa porque un d¨ªa la asaltaron. A su lado, otra mujer de mediana edad que frente a su domicilio vio como mataban a dos menores de edad por un asunto de drogas. No muy lejos, una abuela que tiene a su cargo a tres nietos porque los padres de estos se encuentran en prisi¨®n. Y as¨ª hasta 35 historias plasmadas en otros tantos retratos en blanco y negro. Todos invadiendo el vecindario de Cerro Gordo, una zona muy degradada y con un alto ¨ªndice de delincuencia del ¨¢rea metropolitana de Ciudad de M¨¦xico.
La exposici¨®n D¨¢ndole rostro a las v¨ªctimas de la violencia es resultado de un taller de fotograf¨ªa organizado por la Fundaci¨®n Murrieta con j¨®venes en peligro de marginalidad. Su intenci¨®n, tal y como explica Marco Antonio Hern¨¢ndez Murrieta, presidente ejecutivo de la organizaci¨®n, no es otra que hacer consciente a la poblaci¨®n de las consecuencias de las agresiones en el municipio. ¡°La v¨ªctima no es el ¨²nico que sufre la violencia, tambi¨¦n su entorno, su familia, esto pasa en el caso del narcotr¨¢fico¡±. Y explica c¨®mo se sac¨® el proyecto a las calles: ¡°Nos dedicamos a ir a los mercados, a las plazas y buscamos voluntarios entre los vecinos para que nos contasen su historia y permitiesen que les tom¨¢ramos una fotograf¨ªa. Muchos se negaron, pero al final, juntamos casi a cincuenta¡±.
¡°La mayor¨ªa de las personas retratadas en la exposici¨®n son mujeres, porque sobre ellas recae el grueso de la violencia¡±, explica Murrieta. Las historias cuentan agresiones en el transporte, en la familia o en la escuela. Muchas son v¨ªctimas de abusos sexuales.
La Fundaci¨®n desarrolla programas de prevenci¨®n de la delincuencia en este municipio de m¨¢s de 1.600.000 habitantes y tambi¨¦n en el DF. En 2011 participaron en ellos un total de 3.500 j¨®venes. Durante cuatro meses se combinan talleres y actividades deportivas con charlas sobre drogas y violencia. ¡°Tratamos de enganchar a los chicos con alguna tarea interesante¡±. Desde la fundaci¨®n aseguran que el n¨²mero de delitos ha disminuido en el ¨²ltimo a?o, de lo que se sienten, en parte, responsables.
El proyecto D¨¢ndole rostro a las v¨ªctimas de la violencia ha tenido mucha repercusi¨®n en medios de todo el mundo y los organizadores han decidido que la exposici¨®n termine cuando no queden retratos expuestos. ¡°Las lluvias se llevaron los primeros, que eran de papel y cart¨®n¡±. Ahora las lonas ¨Cde 18 y 24 metros cuadrados- han ido desapareciendo porque los vecinos optan por su reciclaje. ¡°No se trata de un robo, nosotros al menos no lo entendemos as¨ª, pero las casas de la barriada no est¨¢n bien acondicionadas y los habitantes las han usado para las cubiertas¡±, explica Murrieta, quien califica la experiencia de ¡°ecolog¨ªa social¡±. ?l mismo advierte de que la idea no es original. Est¨¢ basada en la obra del artista franc¨¦s conocido bajo el pseud¨®nimo de JR, quien en 2006 retrat¨® a los gamberros de los suburbios parisinos y coloc¨® sus fotograf¨ªas en gran formato por las calles de los barrios m¨¢s lujosos. Esta exposici¨®n ilegal se convirti¨® en oficial cuando el Consistorio accedi¨® a albergar las im¨¢genes en su edificio. Repiti¨® despu¨¦s el proyecto en otros lugares como las favelas de R¨ªo o ?frica.
En efecto, Cerro Gordo es un ¨¢rea depauperada, de pavimentos irregulares, viviendas bajas y basureros improvisados. Con una ordenaci¨®n del territorio absolutamente ca¨®tica y a muy poca distancia de la capital mexicana, en nada recuerda a la modernidad de la gran urbe. Para el director ejecutivo de la Fundaci¨®n, son necesarias peque?as acciones como estas para acabar con la violencia. ¡°La soluci¨®n no viene de un gran programa nacional de los partidos pol¨ªticos¡±, recuerda a pocos meses de las elecciones presidenciales en M¨¦xico, ¡°es un problema de estructura mental¡±. Y termina aludiendo a la archiconocida m¨¢xima: ¡°Piensa globalmente, act¨²a localmente¡±.
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