La estafa de la amnist¨ªa fiscal

La exigencia contenida en el art¨ªculo 31 de la Constituci¨®n espa?ola deber¨ªa ser m¨¢s que suficiente para rechazar la amnist¨ªa fiscal aprobada por el Gobierno. Nuestro sistema tributario, afirma la Carta Magna, debe ser justo y basarse en los principios de igualdad y progresividad. Punto. Aqu¨ª no hay matices. Todo lo dem¨¢s es vulnerar la Constituci¨®n.

Pero, adem¨¢s, el objetivo de hacer aflorar capitales ocultos en una situaci¨®n econ¨®mica dif¨ªcil es sencillamente una falacia. Las grandes fortunas que defraudan al fisco est¨¢n administradas por gestores entrenados en la ingenier¨ªa financiera. Es evidente que solamente har¨¢n aflorar capitales cuando les resulte rentable hacerlo, esto es, cuando les sea menos costoso que recurrir a procedimientos ilegales de blanqueo y cuando, simult¨¢neamente, se trate de capitales con alto riesgo de ser detectados por la Hacienda p¨²blica. Esto significa que la mayor parte de los capitales que afloren ser¨¢n capitales que hubiesen podido ser detectados por la Agencia Tributaria con relativa facilidad.

Esta es la raz¨®n por la que ninguna de las pasadas amnist¨ªas fiscales sirvi¨® para lo que se dec¨ªa que habr¨ªa de servir. El mismo Gobierno lo reconoce impl¨ªcitamente cuando afirma que a partir de 2013 se incrementar¨¢n las sanciones. Si el Gobierno conf¨ªa en que la amenaza de endurecimiento futuro puede mover a descubrir capitales antes es porque cree que habr¨¢ posibilidad de detectar lo escondido. Entonces, ?por qu¨¦ no endurecer las sanciones ahora mismo e ir a por ellos? Se mire como se mire, la amnist¨ªa fiscal es una estafa.¡ª Ricardo Rodr¨ªguez del R¨ªo.