Proscrito G¨¹nter Grass
Declarar persona no grata al premio Nobel sit¨²a a Israel en una posici¨®n dif¨ªcil de sostener
El ministro del Interior israel¨ª, El Yishai, ha declarado a G¨¹nter Grass persona no grata por la publicaci¨®n de su poema Lo que hay que decir, en el que el premio Nobel acusaba a Israel de poner en peligro la paz mundial por su condici¨®n de potencia at¨®mica y condenaba la posibilidad de un ataque preventivo contra Ir¨¢n para detener su programa nuclear. La declaraci¨®n acarrear¨ªa para Grass la prohibici¨®n de entrar en Israel, una medida que se sumar¨ªa a las numerosas cr¨ªticas ya recibidas dentro y fuera de su propio pa¨ªs por el poema. Entre otras, la de haber formado parte de las Waffen-SS al final de la II Guerra Mundial.
Como cualquier Estado soberano, Israel tiene perfecto derecho a decidir qui¨¦n es aceptado o rechazado en sus fronteras. En este caso, sin embargo, Yishai ha explicado la decisi¨®n mediante un argumento que coloca a Israel en una posici¨®n dif¨ªcil de sostener, puesto que afecta a la libertad de expresi¨®n. Cuando en la esfera internacional se han producido otros casos que afectaban a esa misma libertad, las principales potencias democr¨¢ticas defendieron la posici¨®n contraria a la que Israel ha adoptado con Grass.
El ministro israel¨ª pod¨ªa haberse dado por satisfecho con las descalificaciones recibidas por Grass desde todo el espectro pol¨ªtico: han sido muchas y contundentes. Pero ha preferido entrar ¨¦l, y hacer entrar a su Gobierno, en la pol¨¦mica por el contenido del poema. Yishai coloca as¨ª a Israel en una posici¨®n complicada, puesto que es en el contenido del texto de Grass donde existe un menor consenso internacional. Lo que hay que decir trata de la proliferaci¨®n nuclear en Oriente Pr¨®ximo, uno de los peligros mayores a los que se enfrentan en estos momentos la paz y la seguridad mundiales.
Al final de su mandato, el primer ministro Olmert reconoci¨® que Israel dispone de un arsenal at¨®mico, pese a no ser firmante del Tratado de No Proliferaci¨®n. Ir¨¢n, que s¨ª lo ratific¨®, asegura por su parte que el programa nuclear que viene desarrollando se atiene a sus cl¨¢usulas, si bien el rechazo a las inspecciones permite albergar fundadas sospechas de que busca construir el arma at¨®mica, lo que desestabilizar¨ªa el conjunto de la regi¨®n. Israel se propone impedir que Ir¨¢n se dote de un arsenal nuclear, y adem¨¢s conservar el suyo. De todo ello se puede y debe discutir y opinar. Prohibir la libre expresi¨®n es mal camino.
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