Expolio consumado
La expropiaci¨®n del 51% de YPF abre un conflicto que tendr¨¢ graves consecuencias para Argentina
La decisi¨®n del Gobierno de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner de declarar ¡°de utilidad p¨²blica y sujeto a expropiaci¨®n¡± el 51% del capital de YPF, sociedad participada mayoritariamente por Repsol, supone a todos los efectos una declaraci¨®n de hostilidad econ¨®mica que deber¨ªa ser repudiada por las instituciones internacionales e impugnada en los tribunales. La certeza de la expropiaci¨®n, con la que se ha amenazado durante meses con la intenci¨®n de socavar la resistencia de Repsol y abaratar el precio de las acciones de YPF, va m¨¢s all¨¢ de la ruptura circunstancial de la seguridad jur¨ªdica que se presupone en un pa¨ªs democr¨¢tico; es una quiebra intencionada del acuerdo de protecci¨®n rec¨ªproca de inversiones firmado entre Espa?a y Argentina en noviembre de 1991 y abre un periodo de grave incertidumbre para las empresas espa?olas en Argentina y para todos los inversores extranjeros.
La arbitrariedad de la decisi¨®n no radica en el ejercicio del derecho de un pa¨ªs a obtener la m¨¢xima rentabilidad de sus materias primas en beneficio de sus ciudadanos, sino en el procedimiento tortuoso con el que el Gobierno de Cristina Fern¨¢ndez ha llevado a Repsol YPF a una situaci¨®n sin salidas racionales. Procedimiento que el Gobierno espa?ol no ha sabido contrarrestar con la presi¨®n diplom¨¢tica adecuada. YPF ha cumplido escrupulosamente todos los t¨¦rminos financieros, econ¨®micos y laborales establecidos en sus contratos. No hay razones que justifiquen no ya la expropiaci¨®n, sino ni siquiera la retirada de las concesiones. Si las autoridades argentinas est¨¢n convencidas de que ser¨¢ de mayor utilidad para sus ciudadanos una gesti¨®n distinta de sus recursos energ¨¦ticos, el camino adecuado es la negociaci¨®n transparente con la concesionaria.
Declarar ¡°sujeto a expropiaci¨®n¡± el 51% del capital de YPF va m¨¢s all¨¢ de la reivindicaci¨®n de los recursos energ¨¦ticos del pa¨ªs. El Gobierno argentino se apropia, sin precio ni estructura de capital aceptada despu¨¦s de la operaci¨®n, del capital humano y financiero de una empresa, sin explicaciones y por decreto. Este es el hecho, equivalente a un expolio, que la comunidad internacional debe repudiar y sancionar con medidas proporcionales al da?o cometido por el Gobierno argentino. La v¨ªa jur¨ªdica es la adecuada para Repsol, pero debe coordinarse con una negociaci¨®n para salvar una participaci¨®n holgada en YPF que minimice los efectos de la expropiaci¨®n.
Los ciudadanos argentinos deben ser conscientes de que la expropiaci¨®n de YPF no responde a la preservaci¨®n de las reservas petroleras del pa¨ªs, sino a los efectos de una pol¨ªtica err¨®nea que ha conseguido hacer deficitaria la balanza energ¨¦tica del pa¨ªs. No es dif¨ªcil pronosticar que la YPF dominada por la camarilla que gobierna Argentina perder¨¢ cualquier posibilidad de beneficio y se convertir¨¢ en otro instrumento est¨¦ril de subvenciones que acabar¨¢ por dilapidar los recursos del pa¨ªs. La expropiaci¨®n de YPF es una huida hacia adelante que sit¨²a a Argentina al margen de la comunidad econ¨®mica internacional.
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