L¨ªneas rojas
El Gobierno toma el control de TVE y restringe la cobertura sanitaria a inmigrantes irregulares
El Gobierno tom¨® ayer una bater¨ªa de decisiones graves. Por un lado, recupera el control gubernamental del principal medio p¨²blico de comunicaci¨®n (RTVE); por otro, reduce los presupuestos de dos servicios esenciales (Sanidad y Educaci¨®n), contraviniendo sus promesas electorales, argumentando ¡ªno sin raz¨®n¡ª el necesario recorte del d¨¦ficit p¨²blico. Y cruza una l¨ªnea roja que, de no corregirse, puede conllevar consecuencias no deseadas sobre la sanidad p¨²blica: no bastar¨¢ ya el empadronamiento para recibir atenci¨®n sanitaria, sino que se precisar¨¢ tener tambi¨¦n residencia fiscal. La expulsi¨®n del sistema de los inmigrantes en situaci¨®n irregular puede as¨ª acabar creando bolsas de poblaci¨®n sin control sanitario, algo sobre lo que advierten m¨¦dicos y expertos.?
El d¨¦ficit de RTVE ha sido incluso la coartada para cambiar las reglas del juego establecidas en 2006 y que dieron lugar, por vez primera, a una televisi¨®n p¨²blica m¨¢s estatal que gubernamental por cuanto la elecci¨®n de su presidente y su consejo requer¨ªan el voto de dos terceras partes del Congreso. Este sistema obligaba al PP y al PSOE a pactar los nombramientos. Cuando ha llegado al Gobierno, el PP, que durante los gobiernos de Aznar (1996-2004) demostr¨® su escaso apego a la independencia informativa, ha puesto de manifiesto su resistencia a mantener tal sistema.
Reescribir una disposici¨®n transitoria de la ley para poder elegir al presidente por mayor¨ªa absoluta es una argucia dif¨ªcilmente sostenible en la necesidad de desbloquear la situaci¨®n, dados los recortes presupuestarios que deb¨ªa acometer RTVE. Rajoy y Rubalcaba se hab¨ªan dado de plazo hasta el verano y el consejo ya estaba tomando medidas para adecuar su presupuesto. Es inevitable sospechar de otras razones y apetencias, toda vez que el PP, y sobre todo sus barones regionales, han hecho campa?a del supuesto maltrato que les deparaban los informativos de TVE. Esa disposici¨®n permit¨ªa solo por una vez, en 2006, elegir al presidente por mayor¨ªa absoluta transcurridos dos meses desde la primera votaci¨®n parlamentaria. No esperar siquiera a dicho tr¨¢mite para cambiar las reglas anula de facto la negociaci¨®n con el PSOE, partido con el que a¨²n ha de pactar otros recambios institucionales.
Contrasta con esta decisi¨®n la de abrir la puerta a la privatizaci¨®n de las televisiones auton¨®micas. Poseen audiencias en retroceso y no alcanzan la influencia pol¨ªtica de TVE. Algunas son, adem¨¢s, grandes m¨¢quinas de perder dinero. De ah¨ª que la medida gubernamental resulte razonable.
El balance de los recortes en sanidad y educaci¨®n tiene un sabor amargo. Se han presentado como medidas de racionalidad en el gasto, pero el conjunto tiene m¨¢s de reducci¨®n que de racionalizaci¨®n, aunque algunas son razonables, como la supresi¨®n de titulaciones universitarias sin suficientes alumnos. Pese a que Wert asegur¨® que ¡°apenas¡± afectar¨ªa a la calidad, su simple enumeraci¨®n indica lo contrario: menos profesores, m¨¢s alumnos por clase, m¨¢s carga lectiva, menos oferta en el bachillerato y un aplazamiento de la renovaci¨®n de la FP. Las medidas afectan tambi¨¦n a la equidad, pues en el caso del copago de los medicamentos hace recaer los ingresos adicionales sobre el colectivo m¨¢s vulnerable: la tercera edad, que es tambi¨¦n el que tiene menos ingresos. Y subir las tasas universitarias sin aumentar las becas supone tambi¨¦n que los hijos de las familias con menos recursos tendr¨¢n m¨¢s dificultades para cursar estudios universitarios.
Es un cambio de modelo. Hasta ahora, la mayor parte del coste de la educaci¨®n superior o de los medicamentos se repart¨ªa entre todos, puesto que se financiaba mayoritariamente a trav¨¦s de sistema impositivo. El PP prefiere repercutirlo sobre quienes los usan: los enfermos y las familias de los estudiantes, adem¨¢s de dejar a los inmigrantes irregulares sin cobertura.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- Recortes sociales
- Tasas acad¨¦micas
- Sistema sanitario
- Gobierno de Espa?a
- Pol¨ªtica social
- Matriculaci¨®n estudiantes
- RTVE
- Inmigraci¨®n irregular
- Gobierno
- Espa?a
- Sanidad
- Finanzas p¨²blicas
- Grupo comunicaci¨®n
- Administraci¨®n Estado
- Pol¨ªtica
- Salud
- Administraci¨®n p¨²blica
- Finanzas
- Educaci¨®n
- Medios comunicaci¨®n
- Sociedad
- Comunicaci¨®n