?Qu¨¦ modelo de Estado?

El balance, el papel y el futuro de las Comunidades Aut¨®nomas (CC AA) est¨¢n hoy a debate. La cuesti¨®n de fondo es ?por qu¨¦ modelo de Estado optamos? Desde hace unos meses determinados sectores han lanzado una ofensiva contra las CC AA, es decir, contra la actual configuraci¨®n del Estado de las Autonom¨ªas. La expresi¨®n m¨¢s pintoresca han sido las declaraciones de Esperanza Aguirre planteando la devoluci¨®n de las competencias de Sanidad, Educaci¨®n y Justicia para ahorrar 48.000 millones de euros al erario p¨²blico. No s¨¦ c¨®mo lo calcula, pero creo que ella tampoco lo sabe.

El pistoletazo de salida lo dio la FAES en 2010 con el estudio Por un Estado auton¨®mico racional y viable. Simult¨¢neamente una nutrida representaci¨®n de conocidos financieros y l¨ªderes empresariales bajo el paraguas de la Fundaci¨®n EVERIS hizo entrega al Rey (?s¨ª, s¨ª, al Rey!), de forma inusual y sorprendente, el documento Propuesta Transforma Espa?a en el que se plantea la necesidad, entre otras cuestiones, de reordenar el modelo de Estado. Desde entonces la impugnaci¨®n del papel de las CCAA ha ido en aumento.

La crisis econ¨®mica ha proporcionado nueva ¡ªy falsa¡ªmunici¨®n a estos sectores. Se empieza diciendo que las CC AA tienen la responsabilidad del incumplimiento del objetivo de d¨¦ficit y del volumen de la deuda p¨²blica para acabar afirmando que despilfarran y en consecuencia concluyen que se trata de?¡°racionalizar¡±, de volver atr¨¢s, porque se ha ido demasiado lejos en el grado de descentralizaci¨®n.

Vayamos por partes, el Estado de las Autonom¨ªas ha facilitado un periodo de desarrollo social, econ¨®mico y cultural indiscutible. Complejo, insuficiente, inacabado. Cierto. Pero de balance positivo incuestionable.

La descentralizaci¨®n? ha comportado una convergencia en t¨¦rminos de bienestar

Tuve la oportunidad de asistir, con el entonces presidente de la Generalitat Jos¨¦ Montilla, a la Conferencia de presidentes de CC AA que convoc¨® el anterior presidente del gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. La conclusi¨®n de la Conferencia fue que globalmente el desarrollo auton¨®mico hab¨ªa sido un ¨¦xito. Voces de distinto color pol¨ªtico pidieron seguir avanzando. M¨¢s autogobierno, mejor financiaci¨®n. Nadie plante¨® retroceder.

Por otro lado, la descentralizaci¨®n producida ha comportado una convergencia en t¨¦rminos de bienestar como se?ala el estudio Autonom¨ªas y desigualdades en Espa?a (R. Gallego y J. Subirats) aunque la percepci¨®n de la ciudadan¨ªa no coincida siempre con esta realidad.

En estos momentos el ataque m¨¢s profundo ha venido de las acusaciones ¡ªno fundamentadas¡ª de irresponsabilidad fiscal y despilfarro de las CC AA y de ser responsables del incumplimiento del objetivo de d¨¦ficit y del volumen de la deuda p¨²blica.

Veamos, el gasto p¨²blico de las Administraciones P¨²blicas (AA PP) se distribuye en 2010 y seg¨²n Eurostat de la siguiente manera: 44%, la Administraci¨®n Central (A. C.); 39%, las CC AA y 17%, la Administraci¨®n Local (A L.) Pues bien, la distribuci¨®n de la deuda entre las distintas administraciones es: del 77%, la A.C, muy por encima de su 44% de gasto, mientras que las CC AA son responsables del 39% de gasto p¨²blico, pero tienen s¨®lo el 17,5% de deuda p¨²blica.

Es necesario dar un salto cualitativo federal, aunque esa propuesta siga incomodando

Parecido an¨¢lisis se puede hacer del d¨¦ficit. El 8,5% de d¨¦ficit de 2011 fue el resultado del 5,1% de la A.C., del 2,9% de las CC AA y del 0,4% de la A.L. Si la distribuci¨®n del d¨¦ficit entre las administraciones se hubiera hecho proporcional a su porcentaje de gasto, los objetivos del d¨¦ficit hubieran sido: 3,74%, la A. C.; 3,31%, las CC AA; y 1,45% la A.L. Es decir, un reparto coherente con el porcentaje de gasto de cada administraci¨®n nos dice que las CC AA cumplir¨ªan holgadamente con su objetivo de d¨¦ficit mientras que la Administraci¨®n Central lo incumplir¨ªa.

Las CC AA no cumplen los objetivos de d¨¦ficit porque estos se han fijado arbitrariamente de forma que el margen para la A. C. est¨¢ hinchado mientras se ha reducido el margen a las CC AA.

Vienen a cuento tantas cifras para demostrar la falsedad de las acusaciones que se lanzan, sin que esto signifique dejar de criticar determinadas actuaciones e inversiones, ni negar las posibles y necesarias mejoras de gesti¨®n y transparencia, ni pasar por alto los episodios de corrupci¨®n.

Pi¨¦nsese, adem¨¢s, que a pesar que las partidas de Educaci¨®n y Sanidad ascienden aproximadamente al 70% del presupuesto de cada Comunidad Aut¨®noma en Espa?a se est¨¢ gastando per c¨¢pita mucho menos que se gasta en la UE en los cap¨ªtulos de Sanidad, Educaci¨®n o Dependencia. Adem¨¢s, hay que tener en cuenta que las CCAA act¨²an como primeros y principales responsables de dar respuesta a los problemas sociales que la crisis plantea. No son el problema son parte de la soluci¨®n.

En la pasada legislatura diversas CC AA aprobaron nuevos Estatutos de Autonom¨ªa. Se trataba, y se trata, de aumentar el autogobierno para resolver desde la proximidad los problemas y las aspiraciones de la gente. Hoy el desarrollo y aplicaci¨®n de los mismos est¨¢ bloqueado. No se sabe que pol¨ªtica har¨¢ el gobierno. Ni Rajoy ni ninguno de los miembros de su gobierno han comparecido en el Senado (c¨¢mara de representaci¨®n de las CC AA) para explicar cual es modelo de Estado que el gobierno propone. ?C¨®mo piensa desarrollar los nuevos Estatutos? ?Avanzar en un sentido federalizante? ?Dejarlo todo igual? ?Recentralizar? ?C¨®mo y en qu¨¦ sentido reformar el Senado? El tiempo que lleva el Gobierno supura progresiva y preocupante recentralizaci¨®n.

A mi entender es necesario un salto cualitativo federal. S¨¦ que no es f¨¢cil, sobre todo porque la derecha piensa que un estado federal es un estado d¨¦bil (cuando pa¨ªses como Alemania lo desmienten) y a menudo expresa nostalgia de un Estado unitario. S¨¦, tambi¨¦n, que no es f¨¢cil porque a la izquierda estatal le incomoda esta cuesti¨®n, por eso sus silencios son clamorosos. Los retrocesos y los silencios deber¨ªan abandonarse y encaminarnos hacia un horizonte federal.

Joan Saura es presidente de ICV y senador.