Banquillo pol¨ªtico
Islandia ha demostrado su peculiaridad con el juicio al exprimer ministro por su gesti¨®n de la crisis financiera
Geir Haarde ha sido el primer dirigente pol¨ªtico del mundo en haberse sentado en un banquillo por la mala gesti¨®n de la crisis financiera desatada tras la ca¨ªda de Lehman Brothers en 2008. De hecho, por cualquier crisis. Nadie se ha responsabilizado de ella hasta ahora. Pero, aunque muchos se hayan sentido reconfortados por esa imagen e Islandia sea un caso ¨²nico en el mundo, no hay que confundir responsabilidad pol¨ªtica y culpabilidad penal.
Al final, un tribunal especial island¨¦s, el Landsdomur, dise?ado en 1905 para juzgar a ministros en procesos criminales pero que nunca hab¨ªa sido activado, ha librado al que fuera primer ministro entre 2006 y 2009 de la acusaci¨®n de negligencia grave y otras que hubieran podido conllevar dos a?os de c¨¢rcel. Solo se le ha condenado,de forma leve, por no haber consultado suficientemente al Consejo de Ministros. Eso s¨ª, mediante una sentencia de 500 p¨¢ginas.
Los promotores del proceso contra Haarde pretend¨ªan que el ex primer ministro fuera juzgado tambi¨¦n por no haber regulado bien el sector financiero entre 2006 y 2009, desbocado en una burbuja que pinch¨® de un d¨ªa para otro tras la crisis en Wall Street. Aquella crisis llev¨® a la quiebra de tres bancos islandeses y otro por Internet en Reino Unido. Dej¨® en la estacada a muchos inversores, islandeses y brit¨¢nicos, lo que provoc¨® una crisis entre Londres y Reikiavik. Islandia, un peque?o pa¨ªs que ha dado una lecci¨®n de unidad ante el infortunio, est¨¢ saliendo de aquel episodio y de la posterior y exigente intervenci¨®n del FMI.
La condena de un pol¨ªtico por mala gesti¨®n hubiera sentado un imposible precedente en democracia, donde, salvo por cuestiones tipificadas como delito ¡ªla corrupci¨®n, la prevaricaci¨®n¡ª la responsabilidad del gobernante se sustancia en el Parlamento y en las urnas. Lo contrario llevar¨ªa a un gobierno de los jueces que trastocar¨ªa todos los equilibrios en los que pens¨® Montesquieu. Haarde sali¨® furioso de la lectura de la sentencia, que calific¨® de ¡°absurda¡± y que recurrir¨¢ ante Estrasburgo. Pero Islandia ha demostrado que es un pa¨ªs peculiar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.