Democracia limitada

Egipto, el pa¨ªs m¨¢s poblado del mundo ¨¢rabe, se est¨¢ acercando al abismo. La econom¨ªa est¨¢ en ruinas, y la pol¨ªtica genera serias dudas. Tras las limpias elecciones parlamentarias que ganaron los Hermanos Musulmanes y en segundo lugar los salafistas, islamistas m¨¢s radicales, las presidenciales, previstas para el 23 y 24 de mayo, se van a celebrar con sordina. A ellas, por razones harto discutibles esgrimidas por la Comisi¨®n Electoral, no podr¨¢n presentarse 10 de los 23 aspirantes. Entre ellos, los dos favoritos respectivamente de los Hermanos Musulmanes y de los salafistas, adem¨¢s del candidato del antiguo r¨¦gimen, Omar Suleiman, exjefe de los servicios secretos de Mubarak. Un tribunal administrativo ha suspendido la comisi¨®n designada que deb¨ªa aprobar antes de las presidenciales una nueva constituci¨®n que hubiera incorporado la shar¨ªa, la ley isl¨¢mica, como fuente del derecho.

Mucho se ha hablado de un pacto entre el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, que ejerce el poder real, y los Hermanos Musulmanes. Pero aquellos rompieron su compromiso de no presentar candidato a las presidenciales. Su principal figura, Jairat al Sahter, no se ha visto autorizado a participar por una condena a la c¨¢rcel, pero tiene otra carta en Mohamed Morsi, y otro rival en su mismo campo, Abdel Moneim Abolfotoh, moderado que rompi¨® con la Hermandad.

Es decir, que casi todas las opciones, incluido un ex primer ministro de Mubarak, est¨¢n en liza, aunque con actores secundarios, salvo Amro Musa, ex secretario general de la Liga ?rabe, que se presenta como nacionalista y laico, sobre el que ponen sus esperanzas los modernizadores que realmente protagonizaron las revueltas de la plaza de Tahrir, que les robaron en las urnas los islamistas, bien organizados.

Est¨¢ por ver si los militares, que h¨¢bilmente asumieron el papel de intermediarios entre los manifestantes y el r¨¦gimen de Mubarak para sentenciar la ca¨ªda de este, dejar¨¢n el poder a finales de junio como han prometido. Cabe dudarlo. Con lo que es posible que vuelvan las protestas en la calle, y m¨¢s represi¨®n.

Egipto necesita salir de su embrollo pol¨ªtico. Como consecuencia de la ca¨ªda del turismo y de una deuda disparada, la econom¨ªa est¨¢ en situaci¨®n cr¨ªtica. Se espera que tras las presidenciales sea inevitable una nueva devaluaci¨®n de la moneda que encarecer¨¢ los alimentos y llevar¨¢ a m¨¢s conflictos.