Los retos de Andaluc¨ªa
La coalici¨®n PSOE-IU debe ser la oportunidad de mostrar una gesti¨®n responsable de la izquierda
La elecci¨®n de Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n como presidente de la Junta de Andaluc¨ªa inicia una f¨®rmula de Gobierno PSOE-IU in¨¦dita en esa comunidad, y desde luego muy singular en un entramado pol¨ªtico espa?ol dominado por el PP, si bien las lecturas exageradamente "frentistas" que se han hecho de la coalici¨®n andaluza parecen precipitadas. Convencido de que el pr¨®ximo Ejecutivo aut¨®nomo ser¨¢ un "alegato contra la econom¨ªa del miedo", Gri?¨¢n ofrece cooperaci¨®n institucional, no sin denunciar la actitud del Gobierno de Rajoy en casos como los recursos contra la subasta andaluza de medicamentos o las oposiciones a profesores.
El punto de partida es muy negativo. La comunidad m¨¢s poblada tiene en paro a 1,3 millones de personas, el 33% de la poblaci¨®n activa. Y el Gobierno de coalici¨®n dispondr¨¢ de menos dinero, dado que ha de recortar 2.700 millones de los 32.000 millones de su presupuesto, seg¨²n el marco fijado para reducir el d¨¦ficit de las autonom¨ªas. Un objetivo dif¨ªcilmente compatible con el de mantener la inversi¨®n, que cay¨® un 10% en las cuentas de este a?o. El desaf¨ªo es serio y el nuevo Gobierno ha de explicar c¨®mo va a hacerlo, con una oposici¨®n que no va a facilitarle las cosas despu¨¦s de que su dirigente, Javier Arenas, calificara los acuerdos de la coalici¨®n de "antieuropeos".
La experiencia del pacto andaluz de izquierdas comienza adem¨¢s con fragilidades internas. El esc¨¢ndalo de los ERE seguir¨¢ pesando sobre los socialistas, a los que toca limpiar por completo la corrupci¨®n que tan gravemente ha afectado a la Consejer¨ªa de Empleo de la Junta de Andaluc¨ªa. Y aunque el pacto funcion¨® bien para la elecci¨®n del presidente de la Junta, uno de los 12 diputados de IU, Juan Manuel S¨¢nchez Gordillo, emiti¨® un voto nulo a la investidura de Gri?¨¢n.
Esta coalici¨®n es una oportunidad para mostrar el grado de responsabilidad de la izquierda en el manejo de una situaci¨®n cr¨ªtica. Los dos partidos saben que se juegan mucho y que deber¨¢n tomar decisiones contrarias a las expectativas de sus electores. Por eso IU no debe conformarse con el argumento del "imperativo legal" para explicar su acatamiento al marco de recortes presupuestarios, ni sembrar dudas sobre el respeto a leyes que no le gustan, como la reforma laboral, sino ejercer desde el principio la lealtad institucional que se espera de un partido de Gobierno.
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