Basuras soberanistas
Un plan de gesti¨®n de residuos en Gipuzkoa deriva en bronca pol¨ªtica
Qui¨¦n iba a decir que la gesti¨®n de la basura estaba llamada a convertirse en la gran pelea de Bildu con otros partidos. Pero es as¨ª: hay una considerable bronca pol¨ªtica en Gipuzkoa por esa causa. Cuatro Ayuntamientos bajo control soberanista obligan a los ciudadanos a separar los residuos en bolsas diferentes ¡ªaqu¨ª el material org¨¢nico, all¨¢ el vidrio, esta para el papel-cart¨®n, una cuarta de envases y pl¨¢stico, una quinta con lo que no entra en la clasificaci¨®n anterior¡ª y les limitan los d¨ªas para sacarla a la calle: si hoy es lunes, toca lo org¨¢nico; si martes, los envases; si mi¨¦rcoles, el papel y el cart¨®n. Junto a los portales se han colocado postes con txintxilikarios, colgadores donde cada ciudadano debe dejar su cotidiana bolsa de residuos. Est¨¢ previsto extender el invento a otros 34 municipios, de forma que casi un tercio de los guipuzcoanos quedar¨ªan afectados en 2013.
No se entiende qu¨¦ esc¨¢ndalo puede haber en seleccionar los residuos por tipo de material, ni en sacar cada d¨ªa una clase de basura: hay quien alega que eso afecta a la intimidad del ciudadano ¡ªde hecho, est¨¢ pensado para saber a qui¨¦n se debe multar¡ª, pero procedimientos similares se aplican en otros lugares de Europa, entre ellos Bruselas.
No est¨¢ claro lo que se pretende hacer con unas basuras tan cuidadosamente seleccionadas. Porque se ha parado la construcci¨®n de una incineradora en Gipuzkoa, y Bizkaia ha suspendido la importaci¨®n de las 25.000 toneladas anuales de residuos que no caben en los vertederos de Gipuzkoa. Los de Bildu conf¨ªan en que su sistema permitir¨¢ reciclar el 80%, recortando as¨ª el volumen a eliminar; otros les llaman ilusos. M¨¢s de 8.000 ciudadanos de Zarautz han firmado un escrito en contra del nuevo sistema, que les hace temer el retroceso del turismo ante el espect¨¢culo de ¨¢rboles de bolsas de basura.
Todos pueden tener un poco de raz¨®n y nadie la tiene por entero. Ahora bien, un cambio de h¨¢bitos tan considerable no se debe imponer sin m¨¢s. Sobre todo por un grupo soberanista que antes defend¨ªa las consultas ciudadanas. He aqu¨ª el ejemplo de c¨®mo convertir una cuesti¨®n t¨¦cnica en absurda guerra pol¨ªtica.
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