Libera a tu 'drama mam¨¢' interior

A veces, el correo trae buenas noticias. En este caso, en forma de libro. Resulta que La nena, la sufrida hija que recibe esos consejos tan tremendos del blog C¨®mo no ser una drama mam¨¢, se llama Amaya Ascunce, y gracias al boom en Internet, ha conseguido publicarlos en un libro del mismo t¨ªtulo (Planeta).

Amaya, a la que solo conoc¨ªa de forma electro-epistolar y an¨®nima (por su parte), me envi¨® un ejemplar porque, como le ense?¨® su madre, "de bien nacido es ser agradecido", y dice que parte del subid¨®n en tr¨¢fico de su blog fue debido a un enlace que le hice en un post hace m¨¢s de un a?o. Un granito de arena en el ¨¦xito de una bit¨¢cora divertida, ir¨®nica, que nos devuelve a la ni?ez y nos hace reflexionar sobre la relaci¨®n con nuestros padres y en qu¨¦ tipo de padres nos hemos convertido. Muchas veces comprobamos, entre horrorizados y divertidos, que hacemos y decimos aquello que juramos no hacer ni decir, y que todos tenemos en nuestro interior una drama mam¨¢ o drama pap¨¢ latente (d¨ªcese del progenitor exagerado, que trata de asustarte o que hace un mundo de todo).

En casa, mi padre era m¨¢s aficionado a los drama-consejos que mi madre. "Abr¨ªgate" (este me lo sigue diciendo con 38 a?os), "no te acerques a la tele que no vas a poder tener hijos" (claramente equivocado, a la vista de mi fertilidad), "si lees as¨ª, te vas a quedar ciega" (soy la ¨²nica de la familia que no usa gafas), "no puedes ir a la granja escuela porque hay lobos" (nunca lo pude comprobar; tampoco he visto animales de granja de cerca hasta hace poco), "ten cuidado a ver si te echan droga en la bebida" (con lo que me sub¨ªa un solo martini, ni falta que hac¨ªa), son algunos de los que recuerdo. Mi madre era m¨¢s de "ten cuidado que fulanita se ha quedado embarazada". Preocupaci¨®n que comprend¨ª el d¨ªa que, hace a?os, nuestra perra se escap¨® en pleno celo.

Eduardo, sin embargo, usa los drama-consejos sin cortarse, aunque con un humor que no s¨¦ si captan ya los peque?os. Su versi¨®n empieza siempre: "Uy, pues yo tuve un amigo que...". Un amigo que hizo X (rell¨¦nese con la conducta de los churumbeles que tratamos de evitar) y que sufri¨® consecuencias que van desde la herida leve a la amputaci¨®n de miembros o incluso la muerte.

Amaya no tiene ni?os, as¨ª que escribe desde el punto de vista no de madre, sino de hija. Cuando le pregunto si se nota vena de drama mam¨¢, dice: "No lo soy con mis primos peque?os. En realidad, no me s¨¦ comportar mucho con los ni?os, les trato normal y se aburren conmigo. Solo consigo entretenerlos grab¨¢ndoles v¨ªdeos con el m¨®vil. As¨ª que tampoco me veo en la necesidad de gritarles nada".

Esta periodista de 33 a?os se queda con ganas de preguntarles a las drama mam¨¢s "c¨®mo funciona el poder de adivinaci¨®n ese que tienen, que te dicen se te va a caer, y se cae". Y a todas las que temen convertirse en drama mam¨¢s (o pap¨¢s, que tambi¨¦n hay muchos) les dice: "No pasa nada. ?Son miles! Lo ¨²nico es que estar¨ªa bien que no perdieran tanto esfuerzo y preocupaci¨®n en cosas que no importan. Las drama mam¨¢s se preocupan por todo y eso debe de ser muy cansado. Hay cosas que no importan: llevar el pelo retirado, los pantalones bajos, comer vainas (siempre que se coman otras verduras)... Bastante duro debe de ser ser madre como para a?adir esas preocupaciones". En eso estoy. Desdramatizando.