Alemania, la crisis y el G-8
Debe ponerse en marcha un paquete de crecimiento en la eurozona
En la cumbre del G-8, Obama y otros l¨ªderes deben presionar a Angela Merkel para que ponga en marcha un paquete de crecimiento en la eurozona. No es hora de andarse con remilgos: su programa de austeridad de talla ¨²nica para todos ha sido un fracaso, que ha empujado a los pa¨ªses endeudados a una mayor recesi¨®n haciendo que sea m¨¢s dif¨ªcil que afronten sus deudas. Adem¨¢s, est¨¢ poniendo en riesgo la ya fr¨¢gil recuperaci¨®n econ¨®mica americana y est¨¢ dando alas a la inestabilidad y los extremismos en Europa.
Tras meses de obstinaci¨®n, Merkel ha suavizado su postura (¡) pero no est¨¢ claro si responde a un cambio de planteamiento real y s¨®lido.
Su nueva forma de encarar los problemas parece fruto de la derrota de Sarkozy, su compa?ero en la austeridad, y del creciente caos griego. (¡) Varios dirigentes alemanes empeoraron las cosas al sugerir que la eurozona bien podr¨ªa seguir adelante sin Grecia. Ahora Merkel insiste en que quiere que Grecia permanezca en el euro, pero hacen falta m¨¢s cosas que buenas palabras para que la situaci¨®n cambie.
Lo que se necesita es un paquete de crecimiento que insufle fuerza al Banco Europeo de Inversiones y a otros fondos para que inviertan en proyectos de infraestructura y de otro tipo que sean capaces de generar empleo en los pa¨ªses en crisis. Habr¨¢ que complementarlo con un plan que suavice o aplace los recortes presupuestarios ya acordados. Esto representar¨ªa un avance importante pero ser¨ªa tan solo el comienzo del camino de la recuperaci¨®n.
Todo el mundo necesita una salida y en la cumbre del G-8, los l¨ªderes mundiales deben encontrarla.
Nueva York, 18 de mayo
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