Valor a?adido
Ante el esfuerzo y sacrificio que se necesita para acabar una carrera, ?por qu¨¦ pasarlo tan mal? Busca otra cosa
En un cuadernillo encartado en nuestro siempre querido y benem¨¦rito diario mon¨¢rquico de la ma?ana del 14 de los corrientes, con el t¨ªtulo ¡°Dossier Universitario¡±, aparecen diversos art¨ªculos sobre la elecci¨®n de carrera y su relaci¨®n con un futuro puesto de trabajo, lo que en mis tiempos se llamaba ¡°las salidas¡±. En la p¨¢gina 4, aparece un art¨ªculo titulado ¡°La oferta de empleo los prefiere universitarios¡±, en el que opinan varios expertos. Do?a ?ngeles Campoy, directora general de Adecco Professional, cierra con la siguiente conclusi¨®n: ¡°Considero muy recomendable tener en cuenta la opci¨®n de la titulaci¨®n universitaria [cursiva m¨ªa]. Contestando a la pregunta de si sirve para algo, dir¨ªa que, por lo menos, te abre la primera puerta¡±. Y sigue el texto: ¡°Cristina Mallol, directora de Randstad Professionals, brinda un panorama a¨²n m¨¢s optimista para los universitarios: ¡®La formaci¨®n es cada vez m¨¢s importante a la hora de buscar empleo (...) El t¨ªtulo universitario [cursiva m¨ªa] no solo sirve, sino que es fundamental para el acceso a puestos de media o alta cualificaci¨®n (...) Las compa?¨ªas valoran enormemente el esfuerzo y sacrificio que es necesario para completar unos estudios universitarios, por lo que son un valor a?adido aunque no est¨¦n directamente relacionados con el puesto¡¯ [cursiva m¨ªa]¡±.
Algunos podr¨ªan preguntarse qu¨¦ o qui¨¦nes son ¡°las compa?¨ªas¡±
Esta ¨²ltima frase que he puesto en cursiva aparece repetida en un recuadro fuera de caja, marcado en negrita y en un cuerpo mayor. Debe de ser considerada como lo m¨¢s relevante; pero ah¨ª algunos podr¨ªan preguntarse qu¨¦ o qui¨¦nes son ¡°las compa?¨ªas¡±. Por el predicado sabemos que se trata de alguien que ¡°da trabajo¡± ¡ªo lo que los alemanes designan pintorescamente como Arbeitgeber¡ª. Yo no s¨¦ si ser¨¢ por maligna suspicacia, pero a m¨ª me parece un eufemismo para no poner ¡°empresas¡± o ¡°empresario¡±, porque estas palabras no tienen buena prensa en castellano. Tan es as¨ª, que, por envidia a italianos y franceses, que dicen imprenditore y entrepreneur, se han sacado de la manga hace unos a?os el derivado equivalente de ¡°emprender¡± en castellano: ¡°emprendedor¡±; les debe de parecer como m¨¢s digno, por m¨¢s activo ¡ªmenos hereditario¡ª, m¨¢s responsable. Pero, adem¨¢s, son palabras que hoy en d¨ªa, en contexto universitario, no dejar¨¢n de exhalar un cierto tufo a lasa?a bolo?esa. Sin embargo, podr¨ªa ser tambi¨¦n que, con las constantes reformas que impone el adaptarse a estos tiempos tan cambiantes, donde la palabra ¡°asignatura¡± ha tenido que transfigurarse en ¡°cr¨¦dito¡±, an¨¢loga necesidad haya obligado a sustituir ¡°empresa¡± por ¡°compa?¨ªa¡±. Lo ¨²nico que habr¨ªa que averiguar es hasta qu¨¦ punto es cierto que los tiempos cambian o no es m¨¢s cierto que los cambios tiempan.
Causa de gran extra?eza en lo transcrito es lo mucho que las compa?¨ªas valoran ¡°el esfuerzo y sacrificio¡± que se necesita para acabar una carrera, ?por qu¨¦ pasarlo tan mal? busca otra cosa, chico. Es una exageraci¨®n; se supone una total falta de inter¨¦s, de afici¨®n por enterarse de las cosas, de gusto por saberlas; un borrico con ch¨¢ndal que solo se divierte en una cancha. S¨ª, precisamente en una cancha: el esfuerzo y el sacrificio son virtudes que aparecen, junto a otras no menos detestables, en toda apolog¨ªa del deporte: ¡°af¨¢n de superaci¨®n¡±, ¡°aspiraci¨®n a la excelencia¡±, ¡°esp¨ªritu de sacrificio¡±, ¡°capacidad de esfuerzo¡±... No hay pueblo que no haya heredado este sacro y supremo arcaismo, que est¨¢ en todo contexto de ganar y perder. Aparte de lo cual, la jerga deportiva no es nada inapropiada en lo universitario, ya que el deporte moderno, singularmente el rugby, naci¨® precisamente en la ense?anza superior de los varones de las clases altas brit¨¢nicas (brit¨¢nico es tambi¨¦n el tennis, aunque muy anterior: se jugaba en la corte de Enrique VIII).
Sin embargo, la extra?eza ante la afirmaci¨®n de que las compa?¨ªas valoren tanto el esfuerzo y sacrificio, se redobla al leer las palabras que la glosan ¡ªque salen tambi¨¦n al recuadro fuera de caja y en negrita de cuerpo mayor¡ª: ¡°son un valor a?adido aunque no est¨¦n relacionados con el puesto¡±. Ojeemos a voleo las p¨¢ginas amarillas de la gu¨ªa de tel¨¦fonos. A ver... aqu¨ª: ¡°COMPA??A PARRITA / Venta de autom¨®viles de segunda mano. / ?Todos nuestros vendedores son licenciados universitarios!¡±. Al jefe de la compa?¨ªa no le importaba nada ni el esfuerzo ni el sacrificio por s¨ª mismos, sino solo por la docilidad en el empleo que pudieran comportar, ni nada le importaba de lo que pueda aprenderse en la universidad, pero ha obligado a su empleado a enmarcar su t¨ªtulo universitario y a colgarlo en la pared por cima de la silla en que se sienta en su lugar de la oficina. Cliente: ¡°?Y dice usted que el contrato est¨¢ ya firmado y no hay ya nada que hacer?¡±. Vendedor: ¡°As¨ª es, don Jacinto, ya lo dijo C¨¦sar: Alea iacta est¡±.
Rafael S¨¢nchez Ferlosio es escritor.
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