Terremoto vaticano
La revelaci¨®n de cartas secretas dirigidas al Papa sacude a la Santa Sede
Dicen que el Papa est¨¢ "entristecido". C¨®mo no entender tan humana reacci¨®n ante el lanzamiento de sus documentos secretos a la plaza p¨²blica, tres cardenales dedicados en cuerpo y alma a la identificaci¨®n de cuervos, el arresto de su mayordomo con fotocopias de cartas enviadas personalmente al pont¨ªfice, la b¨²squeda de otra posible traidora en forma de mujer casada... ?Y todo para qu¨¦? ?Solo para enriquecerse?
Muchos especulan con que se trata de simples piezas usadas en las luchas intestinas de la curia. Hace tiempo que abundan las filtraciones embarazosas. Pero la gota que rebosa el vaso es un libro, Su Santidad, los papeles secretos de Benedicto XVI, donde se reproducen decenas de documentos ultrasecretos que, seg¨²n sus primeros lectores, cuestionan al secretario de Estado, Tarcisio Bertone. Una semana despu¨¦s de la publicaci¨®n del libro no solo est¨¢ detenido el mayordomo papal, sino destituido el presidente del IOR (la Banca Vaticana), Ettore Gotti Tedeschi, que, a impulsos de Benedicto XVI, ha intentado limpiar el mal nombre del banco. El momento es crucial: un grupo de expertos del Consejo de Europa debe decidir en pocas semanas si el Vaticano merece pasar a la lista de Estados comprometidos en la lucha contra el blanqueo de dinero.
Mientras tanto, Paolo Gabriele, el supuesto autor del robo de las cartas del Papa, permanece en una "celda de seguridad" en alguna parte de las 40 hect¨¢reas sobre las que se asienta el Estado del Vaticano. Reza y calla, dicen unos; colabora con la investigaci¨®n, sugieren otros. Se atribuye a su confesor haber dicho que no es posible que haya traicionado al Papa y que, de ser cierto, ya no se podr¨ªa creer en nada.
Llegados hasta aqu¨ª, un novelista de intriga se pondr¨ªa a pensar en c¨®mo dar continuidad a su obra: llevar las tramas hasta culminar en una revelaci¨®n sensacional, o sepultarlas en el misterio, como hizo Umberto Eco con los cr¨ªmenes investigados por fray Guillermo de Baskerville y su novicio Adso de Melk en una abad¨ªa benedictina. Se pasar¨ªa as¨ª de una ficci¨®n ambientada en la Edad Media al terremoto, m¨¢s convulso y real, que sacude al Vaticano en pleno siglo XXI.
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