Guerra a los escotes en el Golfo P¨¦rsico
Catherine Ashton adapta sus trajes para someterse al r¨ªgido protocolo iran¨ª
?Cu¨¢nto escote es mucho escote y cu¨¢nta pierna es mucha pierna? Los dirigentes iran¨ªes no tienen dudas. Fuera del rostro y las manos, un cent¨ªmetro de piel al aire es un cent¨ªmetro de m¨¢s. Las mujeres deben taparse de la cabeza a los pies. Cuando lady Catherine Ashton, Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Pol¨ªtica de Seguridad, se reuni¨® por primera vez con el negociador iran¨ª Said Yalil¨ª en Estambul el a?o pasado, los medios iran¨ªes cubrieron con Photoshop el espacio entre el borde de la camiseta y su cuello. En la m¨¢s cosmopolita Dub¨¢i, las cosas no est¨¢n tan claras. Escandalizados ante la escasa ropa que usan las extranjeras en el emirato, algunos de sus ciudadanos han lanzado una campa?a en Twitter (#UAEDressCode) pidiendo que residentes y visitantes se vistan ¡°de forma modesta¡±.
Es decir, que las mujeres se tapen m¨¢s. Pero lo que de verdad preocupa no son las pantorrillas de los varones sino los muslos y los escotes de las mujeres. Hanan al Rayes, que en su cuenta de Twitter (@noonworld) se declara cofundadora de la campa?a, ha contado que la inici¨® tras una visita a un centro comercial en el que se encontr¨® con chicas que parec¨ªan llegadas ¡°directamente de la playa, apenas cubiertas con un pareo¡±, algo que califica de ¡°desagradable¡±. Enseguida encontr¨® apoyos. Argumentan que la cultura local es conservadora y que los expatriados debieran respetarla. Nada que objetar. El problema es establecer qu¨¦ constituye la cultura y qui¨¦n la define. ?Es una serie de valores fijos, o evoluciona con el tiempo? ?Es algo que marca la ley, o que se forma con las interacciones de los habitantes del pa¨ªs? Y si eso resulta dif¨ªcil de determinar en sociedades m¨¢s arraigadas y homog¨¦neas, en un pa¨ªs como Emiratos ?rabes Unidos (EAU), donde la poblaci¨®n aut¨®ctona (la ¨²nica con derecho a la ciudadan¨ªa) no alcanza al 10% de sus 8,5 millones de habitantes, significa abrir la caja de Pandora.
EAU, y muy en especial Dub¨¢i, el m¨¢s abierto de los siete emiratos de la federaci¨®n, se ha destacado justamente de otros pa¨ªses de la zona como Ir¨¢n o Arabia Saud¨ª por su liberalidad hacia los extranjeros. En sus centros comerciales se cruzan sin (hasta ahora) aparente problema mujeres cubiertas de negro, que apenas dejan ver los ojos a trav¨¦s de una ranura, junto a otras de traje, vaqueros, vestido y s¨ª, tambi¨¦n algunas en mini shorts y camisetas de tirantes.
Esa actitud ha convertido Dub¨¢i en la ciudad de la regi¨®n que los ejecutivos de empresas internacionales prefieren para instalarse con sus familias. Sin embargo, la vertiginosa transformaci¨®n que ha sufrido el pa¨ªs ha empezado a preocupar a un sector de los emirat¨ªes. Ahora hoteles y centros comerciales tienen carteles que piden que se vista ¡°con modestia¡± (o sea, que no se ense?en hombros ni las rodillas). Ahora algunos quieren ir m¨¢s all¨¢ y sugieren que se establezcan leyes y normas claras. Otros m¨¢s radicales proponen una polic¨ªa moral.
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