Assange, fuera de foco
Su actitud de desaf¨ªo le est¨¢ costando cara a Julian Assange, el fundador de Wikileaks, cuya reputaci¨®n tambi¨¦n se est¨¢ viendo mermada
Julian Assange, el fundador de Wikileaks, emprendi¨® una batalla por la transparencia informativa y desafi¨® a la primera potencia mundial. Con el paso del tiempo, semejante atrevimiento no solo le est¨¢ costando un largo calvario judicial.
Ayer, el Tribunal Supremo de Reino Unido acept¨® extraditarle a Suecia, donde dos mujeres le acusaron de violaci¨®n y agresi¨®n sexual, justo cuando Assange empezaba a ser mundialmente conocido por difundir documentos que demostraban las m¨¢s que cuestionables actuaciones de los americanos en Irak y Afganist¨¢n, y los cables que las embajadas enviaban de manera confidencial al Departamento de Estado dando cuenta de los pol¨ªticos y las situaciones que conoc¨ªan de primera mano.
Perseguido en Suecia, e investigado en Estados Unidos, supuestametne por espionaje, Assange se entreg¨® a la polic¨ªa de Londres en diciembre de 2011.
Desde entonces vive en la mansi¨®n de un amigo, Vaughan Smith, pero controlado por la polic¨ªa a trav¨¦s de una tobillera electr¨®nica; una medida llamativamente extrema e inc¨®moda, si bien m¨¢s llevadera que la que sufre el filtrador de los documentos, el soldado Bradley Manning, recluido durante meses en una c¨¢rcel de Virginia de alta seguridad, aislado y sin apenas actividades.
Que el desaf¨ªo a EE UU le ha salido caro no es en este caso mera ret¨®rica. Privado de libertad, su defensa es un equipo de abogados dispuesto a seguir pleiteando, se supone que mientras alguien pague sus minutas. Creen que Suecia podr¨ªa enviarlo a EE UU. Por eso intentan anular el proceso y estudian la posibilidad de acudir al Tribunal de Estrasburgo.
La estrella de Julian Assange se apaga. La prensa ya no airea sus publicaciones. Algunos deploran que no filtre los documentos que le llegan. ?l dice que nunca ha puesto a nadie en peligro por desvelar secretos oficiales. Lo cierto es que las ¨²ltimas filtraciones de documentos de empresas como Stratfor apenas han tenido eco y sus apariciones p¨²blicas, como locutor en la televisi¨®n rusa, por ejemplo, han terminado por desviar los focos hacia otras atracciones.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.