El casco
Cre¨ª, sin duda ingenuamente, que esto de las redes sociales lo pones en funcionamiento con 200 manos y conviertes en "trending topic" hasta lo que no existe
No se me quita de la cabeza la fotograf¨ªa del senador leon¨¦s que deposita junto al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, una bolsa, que se me antoj¨® de papel, conteniendo un casco de minero. El presidente sigui¨® mirando unos papeles, con su cara de mirar papeles, que es muy caracter¨ªstica, por cierto, pues usa gafas, y quien usa gafas siempre parece estar mirando papeles. Me pareci¨® que el senador le hablaba alto, le increpaba, por lo que deduje, pero iba con corbata y muy afinado, por lo cual imagino que tan solo quer¨ªa sacarle de su lectura, o de sus casillas, para que le prestara atenci¨®n. Le quer¨ªa entregar la bolsa, y en la bolsa hab¨ªa un casco. De minero, pues los mineros andan soliviantados. Uno sabe que en la bolsa va un casco de minero porque luego lo cuenta el senador, lo cuentan los periodistas, entra en las redes sociales, y se convierte de inmediato en trending topic. Trending topic: con lo ¨²til que ser¨ªa decir frase com¨²n, o asunto-que-se-abre-paso. Cuando el presidente del Gobierno se enfrent¨® con el aspirante socialista, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, en el ¨²nico debate que sostuvieron antes del 20-N, Esteban Gonz¨¢lez Pons y Jorge Moragas salieron en seguida a decir que la victoria de Rajoy en ese debate era ¡°trending topic mundial¡±. A m¨ª aquello de trending topic mundial me quit¨® el gusto por el trending topic, porque cre¨ª, sin duda ingenuamente, que esto de las redes sociales lo pones en funcionamiento con 200 manos y conviertes en trending topic hasta lo que no existe.
En todo caso, por mucho que haga por quitarme de la cabeza la fotograf¨ªa no logro deshacer lo que me sugiere. Y lo que me sugiere es parecido a lo que me sugiri¨® hace unas semanas el error del ministro de Educaci¨®n cuando quit¨® del orden del d¨ªa de su reuni¨®n con los rectores el espacio para ruegos y preguntas, que es como el sumidero del alma de los que acuden enfadados a las juntas de vecinos. En este caso, el senador del casco llevaba sus ruegos y preguntas en una bolsa de papel, y pretend¨ªa encasquet¨¢rsela, nunca mejor dicho, al presidente para que ese gesto fuera un s¨ªmbolo breve y contundente de su desacuerdo con la pol¨ªtica minera del Gobierno. A Mariano Rajoy lo he visto aceptando, de muy buen grado, toda clase de improperios, algunos de ellos muy virulentos y propalados desde su propia zona. Por eso no me pareci¨® bien que los que tienen que velar por su seguridad, o por el tiempo que dedica a revisar sus papeles, hicieran imposible que el senador leon¨¦s le hiciera entrega de este suced¨¢neo de los ruegos y preguntas. No es el presidente un hombre lejano, es, como dec¨ªa Francisco Umbral, un ser de cercan¨ªas. Me extra?¨® sobre todo, y eso est¨¢ en la foto, que fuera precisamente alguien tambi¨¦n de cercan¨ªas, Jordi Moragas, quien, armado de una sonrisa que le nac¨ªa en el entrecejo, participara en la maniobra de disuasi¨®n para que el senador se frenara. Porque Moragas es de los pol¨ªticos que, en cualquier circunstancia, siempre busca una transacci¨®n, un acuerdo, la posibilidad de una risa. Seguro que despu¨¦s de ver la fotograf¨ªa, y burocracias aparte, habr¨¢ pensado que no era tanto lo del casco, y que estar¨ªa dando menos vueltas el asunto si Rajoy se lo hubiera encasquetado. Como ahora todo es medi¨¢tico, el presidente hubiera ganado la victoria de esa fotograf¨ªa.
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