Paloma San Basilio: ¡°Soy una enamorada de lo in¨²til¡±
Una charla con la cantante y actriz, protagonista del musical 'My Fair Lady', sobre yoga, el desove de las tortugas y la conveniencia de Eurovegas
P. Despu¨¦s de Evita o El hombre de La Mancha repite My fair lady. ?No se le ocurre otra cosa?
R. Pues no, porque no hay tantos personajes fuertes y con mucho contenido para una mujer, y sobre todo a partir de una edad.
P. Ha dicho que con esto se retira de los musicales. ?C¨®mo podemos estar seguros de que no seguir¨¢ dale que dale?
R. Pues no lo s¨¦ [r¨ªe]. Yo no estoy segura de nada. Soy un puro fluido y no tengo ni idea de lo que me va pasar.
P. Su papel de florista inculta y malhablada que se transforma lo hicieron antes Julie Andrews y Audrey Hepburn. ?Usted les da sopas con honda?
R. No [r¨ªe], yo creo que no. Es muy dif¨ªcil. Julie Andrews es una fuera de serie, y Audrey Hepburn, aunque no cantaba, realmente era una criatura tan deliciosa que simplemente con que se asomase a cualquier pantalla ya ten¨ªa ganada a toda la audiencia.
A corta distancia
Nos vemos entre ensayo y ensayo. Est¨¢ entregada a su papel en ¡®My fair lady¡¯, con el que va a iniciar una gira por toda Espa?a. Piensa que el musical es ¡°el g¨¦nero de la libertad¡±, porque hablas, cantas o bailas y no tienes que dar explicaciones de por qu¨¦ te da por ello de repente. Se sienta en un alf¨¦izar con las piernas cruzadas a lo yogui ¨Cse ve m¨¢s budista que monja, dice¨C, bebe agua y mueve continuamente las manos. Siempre tiene una parte del pensamiento en su caser¨ªo del Bazt¨¢n, al que llama ¡°espacio refugio¡±. Y otra en Los ?ngeles, con su hija y sus nietas.
P. ?Lo de repartir flores cuadra, seg¨²n est¨¢ el patio por aqu¨ª fuera?
R. Pues yo creo que habr¨ªa que recuperar esa idea de que hay que repartir flores. Y quitar a las cosas hierro, pesadumbre, esa sensaci¨®n de que solamente lo que vale y es tangible merece la pena. Yo soy una enamorada de lo in¨²til. Las cosas que no sirven para nada nos dan ligereza, nos hacen m¨¢s et¨¦reos y menos dependientes.
P. ?Cree que Argentina sigue llorando por usted o bastante tienen con Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner?
R. Yo creo que ellos ya lloran por s¨ª mismos. Es un pa¨ªs que me parece muy interesante por la mezcla, y siempre les he dicho que tienen un narcisismo tr¨¢gico. Se aman profundamente, pero se lloran todo el tiempo. Es incre¨ªble que un pa¨ªs con tanto talento y tantas capacidades siempre est¨¦ al borde del abismo.
P. ?A usted le estira la cara el mismo cirujano que a Kirchner?
R. Yo espero que no, porque no es un espejo en el que mirarse.
P. Con su disco Amolap se ha metido en la m¨²sica electr¨®nica de la mano de su hija. Lo sac¨® en martes y 13. ?No teme alg¨²n cataclismo?
R. No soy nada supersticiosa. Creo que es un d¨ªa tan bueno como otro. Y llevo cantando desde el 76¡ Espero no llegar a los 40 a?os.
P. ?Espera no llegar porque est¨¢ de s¨ª misma hasta el gorro?
R. No es por m¨ª, es que la gente se va a agobiar.
P. Dice que es mucho de volar por las nubes. ?Se le suele ir la pinza?
R. Pues s¨ª. Me gusta el pensamiento vol¨¢til.
P. No se olvidar¨¢ de tomarse las pastillas.
R. No me tomo ninguna [r¨ªe], porque si te las tomas dejas de volar, te convierten en una persona controlada.
P. ?Sigue pensando, como en Juntos, que hay que saltarse los sem¨¢foros?
R. Yo creo que s¨ª. Son algo que intenta controlarnos desde el exterior: no hagas esto, los gais no se puedan casar, el aborto qu¨¦ horror. O como dice ahora un obispo: que no traigan Eurovegas, que es un nido de prostituci¨®n.
P. La ni?a que bailaba vestida bajo la lluvia. ?Usted tambi¨¦n amenaza con unas memorias?
R. No. Ese t¨ªtulo es una especie de guion sobre mi infancia en un programa de televisi¨®n, Volver.
P. ?Y por qu¨¦ bailaba vestida bajo la lluvia, para cogerse una pulmon¨ªa?
R. Porque me encanta, y sigo haci¨¦ndolo. Creo que eso marc¨® c¨®mo era la educaci¨®n que yo ten¨ªa en mi casa. Bailaba con el uniforme del colegio.
P. Ahora, cuando chaparrones no faltan, ?sigue con esas danzas?
R. Pues s¨ª, porque yo soy yo y no me lo va a quitar nadie; porque siempre tendr¨¦ algo para ponerme encima, y si me lo tengo que quitar, tampoco pasa nada; y porque la lluvia siempre va a ser la lluvia.
P. Pens¨¦ que la costumbre pod¨ªa ser reminiscencia de cuando hizo pr¨¢cticas de psicolog¨ªa en un psiqui¨¢trico.
R. Lamentablemente, all¨ª no les dejaban bailar bajo la lluvia. Si les dejaran, estar¨ªan todos much¨ªsimo mejor.
P. ?Cu¨¢l es la mayor gamberrada de la que es capaz?
R. Las cosas que hago no considero que sean gamberradas. Subirme a los r¨¢pidos en los r¨ªos, pasarme toda la noche en un furg¨®n para ver desovar a las tortugas¡ Soy muy aventurera.
P. ?Qu¨¦ tal desovan las tortugas?
R. Divinamente. Llegan a la playa con parsimonia, que para eso son tortugas, hacen un agujero y cae como una gelatina, y empiezan a hacer unos huevos tan redondos, tan perfectos, tan blancos que te parece que no son reales. Y dicen que ellas mientras tanto lloran.
P. Y eso que no saben nada del rescate bancario a Espa?a.
R. Es que yo creo que no lloran. Lo que pasa es que debe de ser un esfuerzo como para nosotras parir. Todo lo que es naturaleza a m¨ª me sobrecoge.
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