Eurobonos, euroavales o el caos
Hasta que los gobernantes europeos no se percaten de que el problema de la prima de riesgo no reside en la situaci¨®n econ¨®mica actual de Grecia, Espa?a o Italia, sino que se trata en esencia de un fen¨®meno netamente especulativo ¡ªuna nueva y destructiva burbuja¡ª no tomar¨¢n las medidas correctoras apropiadas. No debemos olvidar que en un mercado financiero internacional donde han desaparecido las plusval¨ªas de v¨¦rtigo, la deuda soberana de pa¨ªses con problemas son una alternativa aceptable de rentabilidad para los grandes inversores financieros, interesados por tanto en que se instaure esa teor¨ªa del domin¨® que ampl¨ªa peri¨®dicamente su mercado con nuevas v¨ªctimas: hoy Espa?a, ma?ana Italia, pasado Francia. Dado que la prima de riesgo no es sino un ¡°plus de beneficio por asumir el riesgo de no cobrar¡±, lo mejor que puede hacer Europa es eliminar de ra¨ªz el riesgo, emitiendo eurobonos. Y si Alemania se opone, porque ello supondr¨ªa encarecer la financiaci¨®n propia, o se le compensa por el sobrecoste o se recurre a los euroavales, es decir, una f¨®rmula por la cual los pa¨ªses del euro garanticen, en su conjunto, la solvencia de la deuda de los pa¨ªses individuales, eliminando as¨ª el riesgo de impago. Todo lo dem¨¢s son parches, incluida la intervenci¨®n del BCE en el mercado comprando deuda.
En el ataque a las primas de riesgo no todo es, sin embargo, negativo, porque se dan simult¨¢neamente algunos efectos ben¨¦ficos: el ego¨ªsmo de los inversores, a la b¨²squeda de su m¨¢ximo beneficio, ha puesto al descubierto, por ejemplo, los errores e improvisaciones flagrantes del sistema europeo que dio origen a la moneda ¨²nica (algo que ya hab¨ªan advertido algunos economistas americanos), revalorizando de paso, una vez m¨¢s, la mano invisible de Adam Smith, esa que dice que, en cuestiones econ¨®micas, el ego¨ªsmo de unos pocos termina por beneficiar a todos. Corregir estas contradicciones resulta, pues, la tarea urgente de los gobernantes comunitarios para poder salir de la crisis y volver a la normalidad. Esperemos que est¨¦n a la altura de las exigencias, porque el mercado de la deuda soberana va camino de convertirse en la ¨²ltima y definitiva ¡ªpor sus efectos destructores¡ª burbuja financiera.¡ª Jos¨¦ Aguilera. Economista.
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