Un problema nada residual

?ltimamente, el de la recogida de basuras se ha convertido en tema ideal para provocar la controversia. En mayo se supo de la rebeli¨®n ciudadana contra los regidores de Bildu en Gipuzkoa, que han establecido un ecol¨®gico pero inc¨®modo sistema consistente en obligar a distribuir los residuos en cinco categor¨ªas y recoger cada uno de ellos solo una vez por semana. Ahora es la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, la que ha destapado la caja de los truenos anunciando que en la capital se estudia dejar de recoger la basura domingos y festivos.

Botella, que ha recibido el bast¨®n de mando de una ciudad endeudada por la megaloman¨ªa de su antecesor Alberto Ruiz-Gallard¨®n ¡ªhoy ministro de Justicia¡ª alega razones presupuestarias para reducir el servicio de recogida. Tambi¨¦n se?ala que pocas capitales europeas disponen de servicio diario, lo que es cierto. Suena todo convincente, pero las cosas no son tan sencillas.

Hay varios factores que inducen a la discusi¨®n. El primero de ellos es el h¨¢bito. Los madrile?os se han acostumbrado a desembarazarse de sus desechos todos los d¨ªas y guardarlos en casa durante el fin de semana puede no ser plato de buen gusto. El otro factor, m¨¢s importante, es el clima. Ese Madrid de asfalto recalentado en los meses estivales no es el marco m¨¢s adecuado para almacenar en casas y, quiz¨¢, aceras, productos perecederos. Pero el factor m¨¢s decisivo de todos es justamente el presupuestario. Los madrile?os pagan una tasa espec¨ªfica para costear el servicio, de modo que, de reducir sus prestaciones ser¨ªa l¨®gico bajarla en la misma proporci¨®n, pero ah¨ª la alcaldesa no ha dado seguridades. El temor de los contribuyentes a pagar m¨¢s por menos, tal como est¨¢ el panorama general, est¨¢ justificado.

Ana Botella no lo tiene f¨¢cil. Si quiere ahorrar no puede bajar la tasa. Si quiere paz tendr¨¢ que hacerlo. Hay otros sistemas para reducir la factura que otras capitales ya est¨¢n aplicando. En ¨²ltimo extremo siempre puede pedir consejo a Esperanza Aguirre que, como edil de Medio Ambiente, fue la que logr¨® hace 17 a?os convertir en diario el servicio. Hay regalos verdaderamente envenenados.