Para hablar con propiedad
La Real Academia ha admitido 1.697 modificaciones, entre ellas una acepci¨®n de 'matrimonio' que incluye las uniones del mismo sexo
Ya lleva tiempo la Real Academia Espa?ola siguiendo con mucha finura c¨®mo se habla en la calle. As¨ª que sus se?or¨ªas escuchan con mucha atenci¨®n y luego se pronuncian sobre la oportunidad de revisar algunas palabras o de aceptar otras como parte de esa lengua que cada vez tiene m¨¢s hablantes y que, llena de vida, va cambiando y nombra cuanto de nuevo surge en la sociedad y en la naturaleza.
En la quinta revisi¨®n que ha hecho de su Diccionario, desde que en 2001 se public¨® la edici¨®n 22?, ha incluido 1.697 modificaciones. Tantos cambios pueden poner los pelos de punta, pero confirman el encomiable af¨¢n de unos expertos que, lejos de refugiarse en su torre de marfil, han decidido estar al d¨ªa y, por as¨ª decirlo, colocar ¡°cada palabra en su sitio¡± con el rigor que procede de su contrastada sabidur¨ªa. As¨ª que han incorporado t¨¦rminos que se usan cada vez con m¨¢s frecuencia y que, para hablar con propiedad, conviene tener definidos sus significados de manera di¨¢fana, rotunda, indiscutible.
Para eso est¨¢ un diccionario: para despejar cualquier duda sobre cada palabra. Ahora han entrado en el DRAE canalillo, friki, gayumbos u okupa, por hablar de algunos vocablos que se trajinan por doquier hace ya tiempo, o blog, chat o tableta, por referirse a los que proceden de los nuevos universos digitales y que se utilizan ya en todas partes para entendernos sobre realidades hasta hace poco inimaginables.
Por su etimolog¨ªa, de matris (madre) y munium (cuidado), la palabra ¡°matrimonio¡± podr¨ªa exigir que hubiera siempre en su definici¨®n una persona de sexo femenino. La Iglesia, que considera propios algunos t¨¦rminos, ya moviliz¨® en su momento a todos los fieles que pudo para que clamaran contra la ley del matrimonio homosexual que puso en marcha el Gobierno de Zapatero. Incluso el Consejo de Estado recomend¨® que no se utilizara ese vocablo para definir la uni¨®n de personas del mismo sexo.
La RAE se ha pronunciado al respecto e incluir¨¢ una nueva acepci¨®n de esa palabra. A partir de ahora caben en ella las parejas del mismo sexo que se han unido ¡°mediante ciertos ritos o formalidades legales, para establecer una comunidad de vida e intereses¡±. Por lo que respecta a la lengua, no hay ya discusi¨®n posible.
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