La ¡®doctrina Parot¡¯ no vale
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo deja en mal lugar al Supremo y al Constitucional
Hace seis a?os, la Sala Penal del Tribunal Supremo, con tres votos en contra, estableci¨® la llamada doctrina Parot, que hizo retroactiva una decisi¨®n penal desfavorable al condenado. Dio as¨ª un giro radical a su tradicional jurisprudencia sobre la redenci¨®n de penas por el trabajo, con la finalidad de impedir la puesta en libertad de sanguinarios etarras condenados por el C¨®digo Penal franquista de 1973. Ahora, una de esas condenadas, In¨¦s del R¨ªo, ha conseguido que el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo revoque la decisi¨®n y condene al Estado espa?ol a ponerla en libertad e indemnizarla con 30.000 euros.
La decisi¨®n de Estrasburgo supone un serio rev¨¦s jur¨ªdico para el Supremo. Pero tambi¨¦n deja en mal lugar al Tribunal Constitucional que, habiendo podido enmendar el disparate jur¨ªdico que supon¨ªa la doctrina Parot, se limit¨® a examinar si las liquidaciones de condena hechas al amparo de esa doctrina eran o no correctas. No es plato de buen gusto para el Estado espa?ol verse condenado a instancias de una etarra que acumula penas de 3.000 a?os de c¨¢rcel por participar, entre otros, en el terrible atentado de la plaza de la Rep¨²blica Dominicana, de Madrid, en 1985. Pero es consecuencia del oportunismo jur¨ªdico con el que el Supremo decidi¨® que la redenci¨®n de penas por el trabajo, de la que en 2006 segu¨ªan benefici¨¢ndose condenados por el C¨®digo de 1973, deb¨ªa efectuarse sobre el total de la pena y no sobre los 30 a?os de condena m¨¢xima, como hasta entonces.
A la oposici¨®n de aquella ¨¦poca, hoy Gobierno, en absoluto ajena a la presi¨®n social ejercida entonces sobre los tribunales, le corresponde ejecutar la sentencia. Puede dar largas a su cumplimiento, agotar, como pretende, un ¨²ltimo recurso ¡ªlo que podr¨ªa lesionar los derechos de esta presa¡ª y dejar abierta la posibilidad de sucesivas bochornosas condenas al Estado en otra treintena de casos.
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