47 millones de granitos de arena
Hay que superar las diferencias adjetivas que durante tantos a?os han definido el campo democr¨¢tico
De la alegr¨ªa a la desesperaci¨®n. La ca¨ªda del banco Lehman Brothers nos hizo darnos cuenta de la magnitud de algo que hab¨ªa empezado un a?o antes con la quiebra de varios fondos. La peor pesadilla se hac¨ªa realidad y el resto de la historia, cinco a?os despu¨¦s, es bien conocido. La tormenta perfecta ¡ªesa de la que se teorizaba en los manuales de econom¨ªa¡ª ha azotado a todo el mundo provocando miedos, desconfianzas y p¨¦rdidas, muchas p¨¦rdidas. Solo en Espa?a, la Bolsa se ha dejado alrededor de 325.000 millones de euros, casi un tercio de nuestro PIB, y el 22% de las familias est¨¢n ya por debajo del umbral de la pobreza. Adem¨¢s, nos invade la sensaci¨®n de cansancio, de no saber d¨®nde est¨¢ el final, de p¨¦rdida de la esperanza al ver que nadie acierta con la soluci¨®n adecuada. Las medidas parciales se han sucedido, pero no han dado resultado todav¨ªa.
Para salir de la crisis espa?ola es fundamental que todos sepamos asumir nuestras responsabilidades. De esta situaci¨®n no nos sacan solo las medidas del Gobierno o unos cambios de tim¨®n al frente de las empresas. Si queremos dejar atr¨¢s esta tormenta debemos saber que el esfuerzo tiene que ser solidario y nadie ¡ªpol¨ªticos, empresas y ciudadanos¡ª debe renunciar a su parte. Nosotros somos los due?os de nuestro destino.
El esfuerzo debe ser solidario. Todos tenemos que asumir nuestras responsabilidades
Los costes de endeudamiento a los que tiene que enfrentarse nuestro pa¨ªs son insostenibles. Los acreedores de Espa?a no se f¨ªan de nuestro pa¨ªs y nos est¨¢n obligando a pagar m¨¢s de un 7% de inter¨¦s por nuestra deuda. Para salir de esta inadmisible espiral tenemos que: 1) Minimizar el gasto y equilibrarlo con lo que ingresamos. 2) Todos tenemos que pagar los impuestos que nos corresponden y desterrar comportamientos que, en parte, nos han conducido a esta situaci¨®n. Es hora de eliminar de una vez por todas las piruetas contables y tributarias y reivindicar el papel de la econom¨ªa real, la que entiende todo el mundo, la que garantiza la sostenibilidad del pa¨ªs. 3) Es imprescindible dar confianza, reducir la incertidumbre, cumplir con nuestras obligaciones y dar ejemplo. ?C¨®mo vamos a pedir a inversores extranjeros que compren deuda si ni siquiera nosotros lo hacemos? A diferencia de otros pa¨ªses, en Espa?a, m¨¢s de la mitad de nuestra deuda est¨¢ en manos extranjeras, por lo que, para aquellos que puedan, adquirir nuestros bonos puede ser, adem¨¢s de un negocio muy rentable, un ejercicio de solidaridad y patriotismo.
Los recortes tienen que realizarse de forma excelente y con precisi¨®n de cirujano para no da?ar el tejido productivo, que es donde deben concentrarse las inversiones. No podemos dejar de invertir en tecnolog¨ªas que ya existen y pueden, adem¨¢s de mejorar la competitividad y crear empleo, conseguir importantes ahorros. Por ejemplo, tenemos que optimizar nuestras f¨¢bricas para multiplicar las exportaciones o deber¨ªamos aplicar tecnolog¨ªas de eficiencia energ¨¦tica a nuestros edificios, p¨²blicos y privados, para conseguir ahorros del 30% en la factura energ¨¦tica. ?Y por qu¨¦ no invertir en tecnolog¨ªa sanitaria que mejore el diagn¨®stico y la calidad de vida y ayude a la contenci¨®n del gasto? Es obligatorio hacer un ejercicio de humildad y rectificar en aquello que no est¨¦ funcionando. Ya no es momento de reproches, sino de mirar hacia delante y poner en pr¨¢ctica un plan claro, coherente, que apueste por verdaderos cambios estructurales y que est¨¦ dotado de los recursos necesarios para volver a la senda del crecimiento.
Espa?a vive, probablemente, la crisis m¨¢s severa que ninguno de nosotros ha conocido, pero encontramos ejemplos que funcionan y de los que debemos aprender. En medio de las fuertes protestas por la subida del IVA, hay empresas que han decidido no repercutirlo a los consumidores. Cuando los mercados locales est¨¢n estancados, muchas compa?¨ªas espa?olas buscan oportunidades en otros pa¨ªses y alcanzan posiciones de liderazgo inimaginables en Espa?a. Con un sector financiero en la picota, algunas de nuestras entidades lideran los rankings internacionales m¨¢s prestigiosos. Con un sistema educativo francamente mejorable, contamos con tres escuelas de negocio entre las 10 principales del mundo. Todos estos ejemplos son una muestra de que hay esperanza. Seamos pr¨¢cticos: analicemos qu¨¦ les est¨¢ funcionando a estas compa?¨ªas y apliqu¨¦moslo para dejar atr¨¢s la dif¨ªcil situaci¨®n que vivimos.
Ha llegado la hora de recuperar el esp¨ªritu del milagro espa?ol
Es muy importante que no dejemos que el p¨¢nico y el miedo nos dominen. Si les abrimos la puerta en nuestras vidas, caeremos en la par¨¢lisis m¨¢s absoluta y nadie, aunque pueda permit¨ªrselo, se comprometer¨¢ en la compra de una casa o incluso en gestos m¨¢s habituales como ir al cine o a tomar una tapa. Es recomendable una dosis realista de optimismo.
Pensando en clave europea, es hora de subrayar nuestra gran historia de ¨¦xito: el euro. Los que formamos parte de este gran proyecto nos hemos beneficiado y todos nos necesitamos. Desde su inicio en 2001, Europa se ha convertido en el motor m¨¢s importante del mundo. No debemos anteponer el corto plazo o intereses y prejuicios locales que pueden da?ar los cimientos de este edificio com¨²n. No podemos llegar a acuerdos que nunca se cumplen, ni replantearnos constantemente la raz¨®n de nuestra existencia. Debemos caminar juntos hacia una verdadera uni¨®n, un r¨¦gimen fiscal com¨²n y tomar las decisiones con m¨¢s rapidez. Si no lo conseguimos fracasaremos todos.
Es el momento de decidir qu¨¦ pa¨ªs queremos ser y tomar las medidas para ello. Es hora de recuperar el esp¨ªritu del milagro espa?ol que nos llev¨® a ser la envidia de todo el mundo. Ese esp¨ªritu que permiti¨® a nuestros abuelos superar las dram¨¢ticas consecuencias de una guerra y dejar de pasar hambre y, a nuestros padres, superar las crisis de los setenta y los noventa. Debemos dar un paso adelante todos juntos, poner personalmente nuestro granito de arena y confiar en que saldremos fortalecidos. Solo si nos lo creemos y trabajamos con generosidad y responsabilidad seremos capaces de hacerlo.
Rosa Garc¨ªa es presidenta de Siemens en Espa?a
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