Batman contra 15-M

U occupy, como prefieran. Dec¨ªa Joan Manuel Serrat que prefer¨ªa ¡°al sabio por conocer, a los locos conocidos¡±. Ese fragmento de lucidez y confianza en el ser humano contrasta con la extendida teor¨ªa del mal menor. Seg¨²n este mezquino enfoque de la realidad debemos adaptarnos a lo que se nos impone por parte de poderes a los que no ponemos caras. El refranero cicatero del conformismo social ya lo dice: ¡°m¨¢s vale lo malo conocido que lo bueno por conocer¡±. Con estos antecedentes no es extra?o que alguien se gaste millones de d¨®lares para decirnos lo mismo, pero con efectos especiales. Este art¨ªculo no pretende ser una cr¨ªtica cinematogr¨¢fica. La referencia a la ¨²ltima entrega de Batman es solamente un ejemplo de la importancia que la propaganda tiene para el orden hegem¨®nico vigente. La reflexi¨®n sobre la hegemon¨ªa como direcci¨®n cultural deber¨ªa devolver a la actualidad el valioso pensamiento de Antonio Gramsci.

El Caballero Oscuro: La leyenda renace forma parte de un cierto tipo cine pol¨ªtico que intenta pasar por mero entretenimiento. Hace unos a?os escuchaba al guionista de Ken Loach, Paul Laverty, quejarse de que Harrison Ford tambi¨¦n hac¨ªa cine pol¨ªtico y, sin embargo, se le califica como ¡°de acci¨®n¡±. Laverty ten¨ªa raz¨®n y adem¨¢s con sus palabras trasladaba a la opini¨®n p¨²blica, de una forma sencilla y di¨¢fana, una tradici¨®n de estudios culturales que se ocup¨® en Gran Breta?a de explorar la significaci¨®n pol¨ªtica de determinadas expresiones de la cultura popular.

?Por qu¨¦ una producci¨®n taquillera de palomitas y verano es pol¨ªtica? La pel¨ªcula nos cuenta la historia de un malvado bastante simpl¨®n que pertenece a una sociedad secreta, cuyo fin es destruir la ciudad de Gotham. Para llevar a cabo su objetivo ¡ªaniquilar la sociedad¡ª utiliza una ret¨®rica populista que va desde una espectacular entrada en la bolsa hasta la constituci¨®n de una especie de tribunales de salud p¨²blica, donde se condena a la gente sin ninguna garant¨ªa procesal. La est¨¦tica es claramente fascista y el lenguaje que usa tambi¨¦n. La ret¨®rica de Bane, el malo de la pel¨ªcula, en lo que se refiere a los ricos es s¨®lo una forma de justificar su poder. Sus acciones se dirigen a expandir el miedo con el fin de que una poblaci¨®n fragmentada y desorientada acceda a conformarse a su dominio. La polic¨ªa, expresi¨®n de la ley y el orden, es encerrada en unos t¨²neles por lo que el control es ejercido por un grupo de mercenarios que imponen una ley marcial. Batman se erigir¨¢ en salvador que libere a los polic¨ªas para que restablezcan el orden pret¨¦rito.

El fin es muy sencillo: preservar una realidad profundamente injusta para el 99% de la poblaci¨®n

Una vez m¨¢s, nos encontramos con un material tremendamente ideol¨®gico en que los privilegiados por el status quo imperante agitan el espantajo fascista. El fin es muy sencillo: preservar una realidad profundamente injusta para el 99% de la poblaci¨®n. El mensaje de la pel¨ªcula es el siguiente: lo malo conocido es siempre mejor que lo que est¨¦ por conocer. Y eso que pueda venir no ser¨¢ algo mejor, sino el fascismo, por lo tanto ad¨¢ptate lo mejor posible a la sociedad en la que te toc¨® vivir. Es muy significativa la apelaci¨®n de la pel¨ªcula a conceptos de la terminolog¨ªa m¨¢s neoconservadora como el uso que se hace de ¡°Estado fallido¡± para referirse a la nueva situaci¨®n de Gotham o la secuencia en uno de los puentes que recuerda a una de las manifestaciones del movimiento Occupy Wall Street en Brooklyn y que signific¨® la detenci¨®n de centenares de personas en una acci¨®n policial bastante controvertida.

Por Estado fallido, los neoconservadores entienden aquellos Estados en los que se registra un fracaso en los planos sociales, pol¨ªticos y econ¨®micos. Esta idea est¨¢ muy alejada de un m¨ªnimo rigor intelectual. Su objetivo es justificar y legitimar una intervenci¨®n externa fuera de los procedimientos y cauces del Derecho Internacional. El ej¨¦rcito que interviene se transforma en un ¡°salvador¡± que trae la paz y la libertad. La pel¨ªcula de Batman sigue esta misma l¨®gica. El superh¨¦roe es el redentor, que a costa incluso de su propia vida, debe redimir a unos ciudadanos inmersos en el mayor de los caos.

Una vez m¨¢s, nos situamos ante el manido y antidemocr¨¢tico recurso al elegido que salva a la sociedad de algo, alguien o incluso de s¨ª misma. Desgraciadamente, han sido muchos los dictadores o colectivos que se han valido de esta v¨ªa para preservar o imponer el discurso de los privilegiados. ?Acaso no fueron grandes empresas alemanas las que apoyaron a Hitler como mal menor? Desde esta ¨®ptica, la gente no puede ni debe gobernarse. La democracia se reduce a un rito superficial que se celebra cada cuatro a?os con el fin de nutrir un espejismo. Cuando el espejismo se difumina queda practicar la represi¨®n. En cualquier caso, la ¨¦lite debe gobernar porque sabe lo que interesa al 99%. De lo contrario s¨®lo podemos vernos abocados al horror.

El pol¨ªtico de turno nos dir¨¢ que gobierna para favorecer ¡°el inter¨¦s general¡±. Que ser¨¢n medidas duras, pero lo hacen por ¡°nuestro bien¡±. El problema es que la democracia no es eso. Democracia y ¡°salva patrias¡± son conceptos antag¨®nicos. Democracia es respeto a la decisi¨®n de la mayor¨ªa. Cuando gobiernan los banqueros alemanes o la OMC impone la privatizaci¨®n de sanidad, educaci¨®n y pensiones, utilizando una deuda artificialmente hinchada con la ayuda de los especuladores y los pol¨ªticos, no hay democracia. Es algo muy diferente.

En el mundo de ¡°capitalismo o caos¡± no hay lugar para la libertad

En el mundo de ¡°o capitalismo o caos¡± no hay lugar para la libertad. No lo hay tampoco para la participaci¨®n o la justicia social. Occupy Wall Street y el 15-M afirman justamente lo contrario. No podemos permitir que el 1% controle las riquezas de un planeta que puede dar de comer a todos sus habitantes. La ciudadan¨ªa debe tomar sus propias decisiones porque de esto se trata la democracia. La realidad es construida y el ser humano puede transformarla en muchos sentidos y de prolijas formas. Entre la mayor¨ªa de los ciudadanos no conseguiremos algo perfecto, pero seguro que m¨¢s justo.

Rafael Rodr¨ªguez Prieto, Profesor Titular de Filosof¨ªa del Derecho y Pol¨ªtica de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. Coautor de ?Por qu¨¦ soy de Izquierdas? Por una Izquierda sin complejos (Almuzara).