¡®Asalto¡¯ al supermercado
Cada vez son m¨¢s y m¨¢s frecuentes las noticias en referencia a la gente que se encuentra en riesgo de exclusi¨®n social. Normalmente, estas van acompa?adas de otras informaciones donde el rasgo com¨²n es el desorden, ya sea m¨¢s o menos organizado como el del 15-M o del reciente caso en Andaluc¨ªa del asalto a los supermercados.
Acto seguido vienen las noticias y opiniones de aquellos que, encontr¨¢ndose en una clase social acomodada, consideran deleznables los actos de los anteriores, pues rompen sus reglas de orden y cohesi¨®n social. Estos basan sus normas en que cada cual tiene lo que se merece como individuo, y creen en la quimera de la igualdad de oportunidades.
Lo que todos olvidan es que una civilizaci¨®n pasa del orden al caos en tan solo unos pocos d¨ªas, la historia est¨¢ llena de casos. En una sociedad donde cada vez menos gente suma m¨¢s riqueza solo cabe esperar lo que ya ocurri¨® a otras civilizaciones desaparecidas: el caos.
?Cu¨¢ndo se dar¨¢n cuenta los que m¨¢s tienen que solo las sociedades equitativas tienen futuro? ?Cu¨¢ndo se valorar¨¢ m¨¢s una organizaci¨®n que da dignidad, crea cohesi¨®n social y cuida la naturaleza que una empresa privada motivada por intereses econ¨®micos? Cuando esto ocurra, nos alejaremos del desorden.¡ª Francesc Gass¨® Minguet. Hospitalet de Llobregat, Barcelona.
Espa?a es un pa¨ªs solidario, los espa?oles somos solidarios como lo muestran los datos de donaciones de sangre y ¨®rganos, las aportaciones en favor de los damnificados de cualquier cat¨¢strofe nacional o internacional. ?C¨®mo viven los millones de parados?: gracias, muchas veces, a la generosidad de una familia extensa que no se desentiende de hermanos, sobrinos o nietos. El que esto escribe hace a?os experiment¨® esta solidaridad cuando su madre, viuda, y sus hermanos salieron adelante gracias a los t¨ªos, que supieron estirar hasta lo inconcebible sus ingresos sin aspavientos, con naturalidad. Aunque nunca lo dijeran, yo sab¨ªa que mientras ellos comieran, yo com¨ªa.
Ahora bien, se es generoso con lo propio; en otro caso, se es un caradura. Ser solidario con los cuartos de los dem¨¢s es el colmo de la desverg¨¹enza. Y arrollar a unos empleados que trabajan duro para los suyos como manada dirigida por cabestros bien pagados con cargo a los impuestos de todos, eso es el indicador m¨¢s elocuente del divorcio que hay entre el pueblo espa?ol y sus dirigentes. Aunque ha servido para testimoniar la catadura ¨¦tica de todos, incluido el Banco de Alimentos, que se ha negado, por dignidad y decencia, a recibir alimentos robados.¡ª Jos¨¦ Luis M¨¦ndez Mu?oz. Murcia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.