Pikine, la ciudad anegada
La lluvia suele ser sin¨®nimo de abundancia. En ?frica, riega las cosechas y garantiza la supervivencia hasta el a?o siguiente. Sin embargo, en Pikine, una ciudad del extrarradio de Dakar de 1,3 millones de habitantes, es todo lo contrario. Cuanta m¨¢s agua, peor. Desde hace siete a?os, decenas de miles de personas se enfrentan al problema de la inundaci¨®n permanente de sus casas y calles: viviendas, colegios y v¨ªas de comunicaci¨®n totalmente anegados los 12 meses del a?o, proliferaci¨®n de mosquitos, fosas s¨¦pticas que se desbordan. Un simple paseo por Pikine basta para comprender la magnitud del problema que representa vivir, literalmente, asediados por el agua.
Calle de Guinaw Rails Nord / Jos¨¦ Naranjo
Estamos en Guinaw Rails Nord, uno de los 16 distritos de Pikine, donde habitan unas 30.000 personas que se fueron instalando en los a?os setenta y ochenta procedentes del interior del pa¨ªs atra¨ªdos por el dinamismo de la capital, pero tambi¨¦n venidos del colmatado centro de la ciudad, donde cada vez era m¨¢s caro y m¨¢s dif¨ªcil conseguir una vivienda. El extrarradio se convirti¨® en una soluci¨®n, pero tambi¨¦n en una trampa. Miles de personas llegaron con lo puesto y fueron construyendo sin orden ni planificaci¨®n y, sobre todo, sin saber que Guinaw Rails Nord estaba a punto de convertirse en un aut¨¦ntico pantano.
En plena estaci¨®n de lluvias, que aqu¨ª en Senegal va de julio a septiembre, damos un paseo por el distrito con Massamba Dioum, adjunto al alcalde de distrito, y Pape Fan, responsable t¨¦cnico municipal de la lucha contra las inundaciones. Lo primero que impresiona es la altura de las casas, que est¨¢n literalmente enterradas uno o dos metros en el suelo tras a?os de ir rellenando las calles con arena y grava, en un intento desesperado por elevar el nivel del barrio. Ventanas a la altura del suelo y puertas que se han tenido que ir subiendo de nivel atestiguan esta improvisada soluci¨®n de emergencia.
Casa abandonada por las inundaciones. / Jos¨¦ Naranjo
En las calles, sacos de tierra a modo de pasarelas permiten vadear los charcos m¨¢s profundos a medida que nos adentramos en el coraz¨®n del problema. Potentes m¨¢quinas se encargan de abrir zanjas que permitan conducir el agua hasta las dos grandes ¡®piscinas¡¯ construidas en lugares estrat¨¦gicos del barrio. All¨ª las bombas achican el agua y la conducen hasta el mar. Mientras no llueve, el sistema funciona. Pero en ¨¦poca de lluvias todo se desborda, el problema se agrava y las bombas no dan abasto para hacer circular el agua.
Un estudio de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid cartografi¨® en 2010 las zonas inundables e inundadas de Guinaw Rails Nord y concluy¨® que 574 casas estaban inundadas (el patio o el interior de la vivienda), 326 estaban inundadas el patio y las habitaciones y 268 hab¨ªan sido abandonadas temporal o definitivamente. ¡°Este es un problema que agrava la miseria. Mucha gente ha invertido a?os de tiempo, esfuerzo y dinero para construirse su casa y ven c¨®mo todo se desmorona en un segundo. Tienen que destinar cada a?o grandes sumas a reconstruir sus casas, a arreglar los desperfectos. Muchos no pueden asumir este gasto y se ven obligados a marcharse a otro lugar. Es un drama para la mayor¨ªa¡±, asegura Massamba Dioum.
El problema est¨¢ identificado y afecta no s¨®lo a Pikine, sino a otras zonas del extrarradio dakaroise como Gu¨¦diawaye o Thiaroye. La capa fre¨¢tica de Thiaroye, de unos 300 kil¨®metros cuadrados de extensi¨®n, se encuentra justo debajo de Pikine y muy cerca de la superficie. De hecho, en su estado natural, aqu¨ª exist¨ªan lagos naturales. En el a?o 1950 una ciudad de Dakar en plena expansi¨®n comenz¨® a utilizar esta agua para su abastecimiento, extrayendo de los pozos de Thiaroye unos 17.000 metros c¨²bicos al d¨ªa, lo que trajo aparejada la desecaci¨®n de zonas que estaban inundadas.
Las poblaciones venidas del interior del pa¨ªs o de la ciudad de Dakar creyeron ver en Pikine la respuesta a sus plegarias: terrenos pr¨®ximos a la capital aptos para instalarse. Y lo hicieron en decenas de miles en la d¨¦cada de los setenta y ochenta. Aqu¨ª y all¨¢ y de manera an¨¢rquica comenz¨® a surgir lo que hoy se denomina el ¡°Pikine irregular¡±, formado por seis barrios: Guinaw Rails Nord, Guinaw Rails Sud, Yembeul Nord, Tivaouane Diack Sao y Diamagu¨¦ne Sicap Mbao. El saneamiento aqu¨ª es inexistente o poco eficaz, la mayor¨ªa de estas nuevas casas se conectaban a fosas s¨¦pticas poco adaptadas a un nivel fre¨¢tico pr¨®ximo a la superficie.
Ni?a ante su casa inundada / Jos¨¦ Naranjo
Pero el uso intensivo del agua subterr¨¢nea de Thiaroye para abastecer a la ciudad trajo otra consecuencia. Dada la proximidad del agua de mar ¨¦sta se introdujo en la capa fre¨¢tica y provoc¨® un espectacular aumento de los nitratos en la misma. Se pas¨® de entre 5 y 40 miligramos por litro en 1970 a entre 400 y 450 en 1997 superando en mucho el l¨ªmite establecido por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (50 miligramos por litro). As¨ª que Dakar empez¨® a buscar alternativas para su abastecimiento, como el lago de Guiers. Ya en 2004 se hab¨ªa reducido el consumo de agua de Thiaroye hasta 5.000 metros c¨²bicos por d¨ªa, lo que gener¨®, como era de esperar, que la capa fre¨¢tica bajo Pikine volviera a subir de nivel y se situara en su estadio original, muy cerca de la superficie.
En 2005 ya estaban todos los ingredientes: mucha poblaci¨®n instalada en zonas naturalmente inundadas o inundables, descenso de la extracci¨®n de agua de los pozos de Thiaroye y, para sumarse al problema, una estaci¨®n de lluvias especialmente copiosa. Aquel verano, buena parte de Pikine qued¨®, literalmente, bajo las aguas. Y en 2009 se volvieron a reproducir las inundaciones. Pese a los esfuerzos puestos en marcha por el Estado senegal¨¦s a trav¨¦s del plan Jaxaay, el agua sigue ah¨ª. Y ya no es un problema estacional, hay zonas y casas inundadas todo el a?o.
En medio de Guinaw Rails Nord hay una vieja construcci¨®n abandonada y rodeada por las aguas. Es un consultorio m¨¦dico construido por la cooperaci¨®n belga, todo un s¨ªmbolo de la tragedia que viven los habitantes de esta zona. ¡°En 2005 hubo que trasladar a la mitad de las familias del barrio al campo militar de Thiaroye durante m¨¢s de seis meses. Fue un gran impacto, muchos optaron por irse a otro lugar pero la mayor¨ªa no tienen a d¨®nde ir¡±, asegura Dioum.
Penetramos en una casa. El patio est¨¢ completamente anegado y, a la derecha, una habitaci¨®n, antiguo sal¨®n de la casa, se ha convertido en estanque. El moho devora las paredes y esta familia se ha visto obligado a clausurarla con una puerta de chapa cerrada con un candado. ¡°Estos lugares son un peligro para los ni?os, los hay por todo el barrio, adem¨¢s del problema de los mosquitos que ha disparado las tasas de paludismo en todo este sector¡±, explica Pape Fan quien cada d¨ªa recorre estas calles supervisando los trabajos de excavaci¨®n de zanjas y el bombeo de agua con sus botas impermeables de ca?a alta.
La fot¨®grafa martiniquesa residente en Dakar Elise Fitte-Duval ha realizado un interesant¨ªsimo trabajo fotogr¨¢fico en el extrarradio de esta ciudad durante los ¨²ltimos a?os bajo el t¨ªtulo Vivir con los pies en el agua, que le vali¨® obtener el premio Casa ?frica de la Bienal de Fotograf¨ªa de Bamako 2011. Y numerosas organizaciones, como Interm¨®n Oxfam o M¨¦dicos del Mundo, por citar s¨®lo algunas, se han interesado por este problema aportando financiaci¨®n a las soluciones a corto plazo por el Estado senegal¨¦s.
Sin embargo, la respuesta definitiva y sostenible est¨¢ a¨²n por llegar. Numerosos estudios apuntan a una combinaci¨®n de tres soluciones. En primer lugar, la reinstalaci¨®n de miles de personas en otros puntos, dejando libres las zonas inundables, alternativa que presenta una fuerte oposici¨®n por parte de la poblaci¨®n que teme ser trasladada a lugares m¨¢s alejados a¨²n del centro urbano, donde normalmente trabajan o se ¡°buscan la vida¡±. En segundo lugar se ha planteado la reutilizaci¨®n del agua de los pozos de Thiaroye para uso agr¨ªcola en la regi¨®n de Salgankam, a unos 25 kil¨®metros de Pikine, lo que permitir¨ªa volver a bajar el nivel fre¨¢tico. Y, finalmente, una mejora del sistema de drenaje y piscinas artificiales conectadas con el mar, lo que permitir¨ªa que el agua de lluvia fuera al mar e impedir¨ªa su descenso a la capa fre¨¢tica.
Ni?os atravesando una de las zanjas / Jos¨¦ Naranjo
Todo esto, claro, lleva tiempo y dinero. Y, mientras tanto, los habitantes de Pikine siguen sufriendo las consecuencias de una mala planificaci¨®n urbana y una p¨¦sima gesti¨®n del acu¨ªfero, lo que est¨¢ provocando un incremento de la pobreza, un empeoramiento de la salud de la poblaci¨®n y un aumento de su dependencia econ¨®mica. S¨®lo el Ayuntamiento de Guinaw Rails Nord debe gastarse unos 10 millones de francos CFA cada a?o en las soluciones a corto plazo (zanjas y bombeo), ¡°que bien podr¨ªan usarse en asuntos urgentes como la formaci¨®n profesional de nuestros j¨®venes¡±, seg¨²n el alcalde de distrito El Hadji Mamadou Moctar Seck. Si a esto sumamos que se prev¨¦ un aumento del nivel del mar en los pr¨®ximos 90 a?os de entre 20 y 90 cent¨ªmetros a consecuencia del cambio clim¨¢tico, parece claro que urge encontrar una salida definitiva.
Comentarios
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.